En la ermita todo dispuesto para tan importante acontecimiento, la Virgen con su corona, como Reina de Siruela, en su mesa, preparada para el camino.
Primero una Eucaristía, muy sencilla, pero posiblemente llena de peticiones y acciones de gracias.
Una vez terminada la Eucaristía, la Virgen abandona la ermita para recorrer el camino,
un camino que en ningún momento se encuentra sola, sus amados hijos de Siruela
van a su lado.
Sin fuerzas, en algunos casos, venimos a ti contigo entraremos en Siruela.
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