Benedicto XVI ha aprovechado estos días de descanso veraniego para visitar un pequeño santuario entre las regiones italianas de Lacio y Los Abruzos, así como un pueblo de esta última región, sacudida en 2009 por un terremoto que se cobró 300 muertos, en cuya iglesia rezó por los damnificados.
La primera parada fue el santuario de la Madonna dei Bisognosi (La Virgen de los necesitados), en los montes Apeninos centrales, entre las regiones de Lacio y Los Abruzos. En el templo, el Papa oró un rato, acompañado de un reducido séquito.
La iglesia de la Virgen de los Necesitados. Desde el año 610 -fecha del supuesto traslado desde Sevilla a la montaña de Carsoli de la talla de la Virgen que da nombre al santuario- hasta hoy,este lugar mariano conserva un antiquísimo crucifijo de madera y frescos de especial valor artístico.
Benedicto XVI visitó la iglesia de San Leucio, donde rezó por los fallecidos y pidió por los damnificados.
El Papa fue recibido por el alcalde, el párroco y otras autoridades locales, así como por el cardenal decano del colegio cardenales, Angelo Sodano, que pasa allí, uno de los pueblos más altos de Italia, unos días de descanso.
A últimas horas de la tarde, Benedicto XVI regresó a Castel Gandolfo, donde mañana rezará junto a varios centenares de fieles de todo el mundo el ángelus dominical.
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