La Capilla de los Reyes Católicos fue concebida como lugar de enterramiento íntimamente vinculado a la Catedral, pero sin fundirse con su arquitectura.
Está construida con una sola nave, presbiterio ochavado precedido de gradas, crucero de escaso desarrollo y coro alto a sus pies, para ser panteón real de D. Fernando y Dª. Isabel, de D. Felipe I y Dª. Juana I, y de D. Miguel, príncipe de Asturias.
Como capilla funeraria ninguna, en España, le aventaja en tamaño; en ella es preciso resaltar tanto su sencillez como su riqueza por la generosa dotación de la Reina.
La Capilla Real sólo presenta una fachada exterior pues sus otros tres lados están unidos a la Catedral, al Sagrario y a la Lonja.
Sus muros están apoyados en contrafuertes que rematan floridos pináculos coronados con antepechos calados y con elegantísima crestería; completan su decoración gárgolas y ventanales de sobria elegancia, campeando por doquier los escudos y las iniciales de los Reyes Católicos.
Como capilla funeraria ninguna, en España, le aventaja en tamaño; en ella es preciso resaltar tanto su sencillez como su riqueza por la generosa dotación de la Reina.
La Capilla Real sólo presenta una fachada exterior pues sus otros tres lados están unidos a la Catedral, al Sagrario y a la Lonja.
Sus muros están apoyados en contrafuertes que rematan floridos pináculos coronados con antepechos calados y con elegantísima crestería; completan su decoración gárgolas y ventanales de sobria elegancia, campeando por doquier los escudos y las iniciales de los Reyes Católicos.
En la única fachada exterior, una portada de tipo plateresco; su arco semicircular lo encuadran pilastras con figuras de maceros y sobre el entablamento,
con el águila bicéfala en el centro, el frontispicio, flanqueado de candeleros y con tres hornacinas que cobijan la estatua de la Virgen con el Niño flanqueada por las de los Santos Juanes.
Este Aljibe posiblemente zirí, parece ser que construido en el siglo XI, es el ultimo reducto de la Mezquita Mayor de Granada, destruida para elevar sobre sus cimientos la Capilla Real y la Lonja a primeros del siglo XVI.
VISITA A LA CAPILLA REAL
Planta baja de la lonja
La planta baja está decorada con pinturas murales, los retratos de los Reyes fundadores y La Rendición de Granada, copia del cuadro de Francisco Pradilla (s. XIX).
El techo está decorado con artesones octogonales que contrastan vivamente con el color dorado de sus paredes.
Entre otros muebles, hay dos literas de mano usadas para llevar la Comunión a los enfermos.
La Capilla
A parte de la portada de la calle Oficios,
Entre otros muebles, hay dos literas de mano usadas para llevar la Comunión a los enfermos.
La Capilla
A parte de la portada de la calle Oficios,
realizada en 1526, es renacentista. El cuerpo inferior, rehecho en el s. XVIII presenta arco de medio punto enmarcado por pilastras canjeadas que albergan esculturas.
Tres hornacinas en el superior acogen las figuras de la Virgen y los Santos Juanes.
la Capilla tiene tres portadas interiores:
Portada que la comunica con la Catedral,
Portada de la iglesia del Sagrario-
A los pies de la nave, la puesta gótica y que da acceso a la iglesia del Sagrario
La portada del Sagrario, a pesar de su tardía realización (1529) es gótica. La forma un arco trilobolado decorado con grutescos y follaje y en la jambas las esculturas de San Pedro y San Pablo, del escultor Jorge Fernández.
Portada de la sacristia
La portada de la Sacristía es de arco carpanel, coronada por el grupo escultórico de la Anunciación, de Jacobo Florentino.
La portada de la Sacristía es de arco carpanel, coronada por el grupo escultórico de la Anunciación, de Jacobo Florentino.
Adentrándonos en el Templo, vemos que la nave está cubierta de bóvedas góticas y adornada con motivos heráldicos de los Reyes Católicos:
El águila de San Juan, el yugo y las flechas.
Entrando a la izquierda se encuentra:
La Capilla de San Idelfonso, donde se conserba un busto del Ecce Homo de Bernardo de Mora S XVII
La puerta primitiva de la Capilla Real que da paso a la Catedral
En el lado derecho:
La capilla de de Santa Cruz con un rico retablo barroco del s XVIII y dos bustos del Ecce Homo y la Dolorosa de José Risueño.
Esta capilla cerrada con una reja —dedicada igualmente a la Santa Cruz— centra frontalmente el eje de la puerta principal del templo; desde ella, comprendemos la importancia de este pequeño pero principal espacio.
Su retablo barroco ocupa todo el fondo de la capilla hasta el arranque de las bóvedas góticas.
Está dividido en tres calles y alzado en dos pisos entre los que se desarrolla una valiente cornisa de libres y entrecortados ritmos donde se eleva todo un apoteósico rompimiento expresando la libertad compositiva del barroco.
En el centro, y aprovechando la ventana abierta en el muro exterior, se presenta en efectista contraluz la Santa Cruz enmarcada de apoteosis y riqueza.
En los lienzos se reproducen la Inmaculada, San Juan y San José con el Niño en sus brazos.
Acentuando la fuerza de atracción del retablo, dos excelentes medias figuras, talladas en madera y policromadas de José Risueño: Ecce Homo y Dolorosa, obras características de la escultura barroca granadina
Su cercano naturalismo, de expresión íntima y recogida invita, en contraste con la riqueza del fondo del retablo, a la meditación piadosa, a la contemplación detenida REJAS
Hace de pórtico monumental, protegiendo y anunciando a un mismo tiempo los féretros reales. Se trata de una de las mejores obras del maestro, y una de las más bellas rejas del XVI español, pues combina equilibradamente dos estilos, el Gótico y el Plateresco.
La riqueza decorativa va in crescendo de abajo a arriba; destaca, en el corazón de un águila coronada, un escudo de los Reyes Católicos con guirnaldas y leones rampantes, y una flamante ornamentación plateresca rica en dorados.
Más arriba, la reja se transforma en una especie de retablo con escenas bíblicas, siguiendo el programa iconográfico del Retablo Mayor (Exaltación de la Pasión y los Santos Juanes),
escenografía que recoge el sentido cristiano de la muerte –paso necesario para la vida eterna– y se completa con un festón plateresco y la composición triangular de los Santos Juanes y el Crucificado.
El águila de San Juan, el yugo y las flechas.
Entrando a la izquierda se encuentra:
La Capilla de San Idelfonso, donde se conserba un busto del Ecce Homo de Bernardo de Mora S XVII
La puerta primitiva de la Capilla Real que da paso a la Catedral
En el lado derecho:
La capilla de de Santa Cruz con un rico retablo barroco del s XVIII y dos bustos del Ecce Homo y la Dolorosa de José Risueño.
Esta capilla cerrada con una reja —dedicada igualmente a la Santa Cruz— centra frontalmente el eje de la puerta principal del templo; desde ella, comprendemos la importancia de este pequeño pero principal espacio.
Su retablo barroco ocupa todo el fondo de la capilla hasta el arranque de las bóvedas góticas.
Está dividido en tres calles y alzado en dos pisos entre los que se desarrolla una valiente cornisa de libres y entrecortados ritmos donde se eleva todo un apoteósico rompimiento expresando la libertad compositiva del barroco.
En el centro, y aprovechando la ventana abierta en el muro exterior, se presenta en efectista contraluz la Santa Cruz enmarcada de apoteosis y riqueza.
En los lienzos se reproducen la Inmaculada, San Juan y San José con el Niño en sus brazos.
Acentuando la fuerza de atracción del retablo, dos excelentes medias figuras, talladas en madera y policromadas de José Risueño: Ecce Homo y Dolorosa, obras características de la escultura barroca granadina
Su cercano naturalismo, de expresión íntima y recogida invita, en contraste con la riqueza del fondo del retablo, a la meditación piadosa, a la contemplación detenida REJAS
Hace de pórtico monumental, protegiendo y anunciando a un mismo tiempo los féretros reales. Se trata de una de las mejores obras del maestro, y una de las más bellas rejas del XVI español, pues combina equilibradamente dos estilos, el Gótico y el Plateresco.
La riqueza decorativa va in crescendo de abajo a arriba; destaca, en el corazón de un águila coronada, un escudo de los Reyes Católicos con guirnaldas y leones rampantes, y una flamante ornamentación plateresca rica en dorados.
Más arriba, la reja se transforma en una especie de retablo con escenas bíblicas, siguiendo el programa iconográfico del Retablo Mayor (Exaltación de la Pasión y los Santos Juanes),
escenografía que recoge el sentido cristiano de la muerte –paso necesario para la vida eterna– y se completa con un festón plateresco y la composición triangular de los Santos Juanes y el Crucificado.
SEPULCROS REALES
La Capilla Real alberga los restos mortales de Isabel I de Castilla y de Fernando V de Aragón, los Reyes Católicos. Los de su hija Juana I y de su esposo Felipe I ( el Hermoso). Están también aquí los restos del pequeño Príncipe Miguel de la Paz (1498 - 1500), que durante corto tiempo fue heredero de Castilla, Aragón y Portugal. Hijo de Don Manuel de Portugal (el Afortunado) y de Isabel, hija mayor de los Reyes Católicos.
Tras el fallecimiento de la Reina el 26 de noviembre de 1504, se procedió a su traslado desde Medina del Campo (Valladolid) a Granada, siendo depositado su cuerpo provisionalmente, tal como estaba previsto en su testamento, en el Convento de San Francisco de la Alhambra. "E quiero y mando que mi cuerpo sea sepultado en el Monasterio de Sant Francisco que es en la Alhambra en la Ciudad de Granada... en una sepultura baxa que no tenga bulto alguno, salvo una losa en el suelo..."
Cuando el 23 de enero de 1516 fallece el Rey Fernando en Madrigalejo (Cáceres), aún no estaba concluida la Capilla Real y sus restos fueron también llevados al convento franciscano.
El traslado de los cuerpos de los monarcas a la cripta de la Capilla Real se hizo con toda solemnidad el 10 de noviembre de 1521 a instancias del Emperador Carlos I.
A la derecha los Reyes Católicos
Obra de Doménico Fancelli, esculpido en mármol de Carrara en Génova en 1517, de un estilo renacentista muy puro
Presenta como novedad para su época el tener forma troncopiamidal; presentando grifos en sus ángulos, seres monstruosos que desempeñan la labor de vigilantes. Todo él está recubierto de imágenes y simbología cristiana y pagana que muestran la religiosidad y fortaleza de los monarcas.
A la izquierda Felipe el Hermoso y Juana I
Obra de Bartolomé Ordóñez. Inspirado en el vecino de Fancellli, pero con algún resabio medieval debido a su mayor verticalidad, pues para aumentar su altura se diseñó con un sarcófago adosado encima.
Obra de Bartolomé Ordóñez. Inspirado en el vecino de Fancellli, pero con algún resabio medieval debido a su mayor verticalidad, pues para aumentar su altura se diseñó con un sarcófago adosado encima.
Bajo las tumbas hay una pequeña cripta de impresionante austeridad; en ella están depositados los féretros reales, de plomo, identificados por la inicial de cada nombre sobre la cubierta;
en el centro, los de los Reyes Católicos sobre una plataforma de cantería;
a los lados, sobre el poyo corrido que circunda el interior, los féretros de Dª Juana y D. Felipe y el pequeño ataúd del príncipe de Asturias, D. Miguel.
En la pared frontal un pequeño crucifijo de madera de estilo gótico preside la cripta
También estuvieron depositados aquí, antes de su traslado al Escorial en 1754, los cadáveres de la emperatriz, Dª Isabel de Portugal, de la princesa Dª María y de los infantes D. Fernando y D. Juan, hijos del emperador.
En la Capilla Real estubieron los restos de la esposa de Carlos I, la Emperatriz Isabel y de sus hijos los Infantes Fernando y Juan y de la Princesa María, primera esposa de Felipe II. Los cuatro fueron trasladados a El Escorial por orden del Rey Felipe II en 1574. CRUCERO
El muro izquierdo está adornado con el Descendimiento de Van der Weyden, es una copia del s. XVI
el original está en el Museo del Prado
Dos altares barrocos y dentro se guardan numerosos relicarios con reliquias que pertenecieron a la reina Isabel.
oncepción, San Juan Bautista, San Pedro, San Pablo. En los centros de ambos retablos y sobre la unión de los cerramientos de sus dos puertas principales, dos grandes escudos de España que, junto al yugo y las flechas, subrayan el rango real del conjunto.
Sobre las puestas nferiores hay, en el altar izquierdo, retratos ded los Reyes católicos y de Don Felipe y Doña Juana.
En el altar derecho de Carlos V y la emperatriz Isabel y de Felipe IV y su esposa Isabel de Borbón, reinates cuando Alonso de Mena labró estos altares en 1632.
Sobre las grandes puertas, en cuatro espacios rectangulares aparecen en relieve, en el retablo de la derecha, San Miguel y Santiago, San José itinerante y, posiblemente, San Felipe, patrón de monarca reinante.
A la derecha del crucero una puerta gótica nos lleva al l a Sacristía.
El gran retablo mayor (1520-1522), obra de Felipe Bigarny, está considerado, en su conjunto, como unos de los primeros y más grandes retablos platerescos labrados en España;
En el cuerpo superior y desde nuestra izquierda: Jesucristo con la cruz a cuestas, Calvario, la Piedad o Quinta Angustia.
En el ático, remate del retablo y principio del programa iconográfico, las tres Personas divinas de la Trinidad. En el lugar más elevado el busto de Dios Padre como anciano con el globo terráqueo y su mano derecha en ademán de hablar; debajo, la imagen del Hijo de Dios, clavado en la cruz; entre ambos, el Espíritu Santo con la tradicional forma simbólica de paloma.
En el centro, los dos Santos Juanes, Bautista y Evangelista, y la representación de sus martirios.
Debajo, en el banco aparece como motivo central la Virgen con el Niño, adorado por los Reyes Magos. En el mismo plano y a su izquierda, representaciones del Bautismo de Jesús; a su derecha, San Juan en la isla de Patmos.
Son cuatro relieves agrupados de dos en dos; a la izquierda, los Reyes Católicos con los ejércitos cristianos y el rey Boabdil entregando las llaves de la ciudad de Granada (1492).
A la derecha, el bautismo de moriscos y moriscas (1500).
A ambos lados del retablo están estatuas orantes de Fernando e Isabel, de diego de Siloé
Pero quizá lo que más me llamó la atención de la Capilla Real sean los tesoros que guarda en su sacristía y merece una entrada especial
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