Titular de la ermita, que podemos ver en un mosaico al llegar a la ermita con una significativa frase debajo.
La actual imagen de Ntra. Sra. de Altagracia, mide 1.15m. Es una reproducción lo más exactamente posible de la que existía antes de la guerra.
Aparece de pie, vestida, siendo la cabeza y las manos talladas. El conjunto de su rostro corresponde al de una señora de facciones finas y hermosas, de aspecto dulce y mirada serena y profunda que inspira confianza e invita al diálogo interior.
El pelo natural que cae en cascada sobre sus hombros asoma timidamente bajo el manto dándole un talante de madre joven.
Sus manos finas, con largos y delicados dedos que abrazan amorosamente sobre su pecho a un Niño Jesús de mirada infantil, atenta y generosa que como su Madre, incita a la meditación.
El Niño, en la mano izquierda lleva la bola del mundo y la Virgen, sobre la derecha, ostenta cetro de reina. Para las procesiones y solemnidades, sobre las andas se coloca una aureola.
Durante todo el año reside en la ermita, recibiendo las visitas de sus queridos hijos de Siruela, bajando al pueblo el 13 de agosto y volviendo a su casa el 23 de agosto.
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