BEATIFICACION DE LA MADRE MARÍA EMILIA

 Se espera la asistencia de cerca de 5.000 personas al acto central de la semana santidad que contará con peregrinos venidos de todo el mundo

CEREMONIA DE BEATIFICACIÓN

La Copatrona de Granada estuvo en el presbiterio el día de la beatificación de la Madre Riquelme

 La catedral de Granada el sábado 9 de Noviembre de 2019 en la beatificación de la madre Riquelme lució en todo su esplendor y en toda su belleza, el templo catedralicio es uno de los máximos sino el máximo exponente de la arquitectura renacentista en España.

En el presbiterio estuvo situada la imagen de Nuestra Señora la Virgen del Rosario Copatrona de Granada, muy vinculada a la nueva beata a la familia Riquelme Y Zayas, la nueva beata un hermano y toda su familia fueron miembros de la archicofradía especialmente vinculados a ella sus abuelos.





La ceremonia presidida por el cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos




, fue concelebrada por dos cardenales, dos arzobispos, siete obispos y dos obispos auxiliares.


Entre ellos también estuvo nuestro arzobispo Mons. Javier Martínez. Los obispos españoles asistentes fueron: el arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo, y su auxiliar, Mons. Santiago Gómez Sierra; el arzobispo emérito de Sevilla, cardenal Mons. Carlos Amigo; los obispos de Málaga, Mons. Jesús Catalá; de Jaén, D. Amadeo Rodríguez; de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández; de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco; de Almería, D. Alfonso González Montes; de Coria Cáceres, Mons. Francisco Cerro; y uno de los obispos auxiliares de Barcelona, Mons. Antoni Vadell. Asimismo, asisten los obispos de Colombia, D. Luis Gabriel Ramírez, y el de Brasil D. Paolo Romeu.

Concelebraron 120 sacerdotes diocesanos, entre ellos el vicario general de Guadix Don Jose Francisco Serrano Granados y el Vicario General de Jaén Don Francisco Juan Martínez Rojas. Asistieron, entre otros fieles y religiosas de la congregación procedentes de España y otros países, la Postuladora de la Causa, Silvia Monica Colleone, y Nelson Yepes, agraciado del milagro por el que María Emilia es proclamada beata.

  Alegría y gratitud por la beatificación de Madre Riquelme


La Eucaristía de Beatificación

Coincide con el día que la iglesia dedica a la basílica de San Juan de Letrán, «no va a ser una liturgia dedicada a María Emilia», explica Marian Macías, Superiora de las Misioneras del Santísimo Sacramento, «sino a Jesucristo Salvador, como a ella le habría gustado».



 La postuladora hará una semblanza de la Madre Fundadora poco antes de que llegue el momento más importante de la ceremonia, la lectura de la carta apostólica por la que el Papa declara beata a la granadina.

Tras ella, se retirará el telón que destapa la gigantografía de la Madre, pintada por Isabel Guerra y, a continuación,




a continuación, las reliquias de la beata accederán a la Catedral a hombros de costaleros de la cofradía de 'la Concha', acompañadas por hermanas de la congregación con lámparas encendidas.













Como hay peregrinos de lengua portuguesa, habrá algunas lecturas y oraciones en este idioma. Velas con el escudo de la congregación, pan y vino serán las ofrendas que llevarán al altar religiosas y familiares de Emilia.


Sonarán las voces de la Schola Pueri Cantores de la Catedral. Flores en tonos azules y blancos, colores de la Orden, perfumarán el ambiente mientras las violetas, símbolo de humildad, decorarán una urna de cristal en cuyo interior habra un arca perfilada en blanco y oro. Esta llamativa arca perteneció a Emilia, y en ella la nueva beata daba culto a una imagen de la Virgen. El arca se ha adaptado ahora para acoger el cuerpo de la religiosa que aparecerá vestido con el hábito de la comunidad que fundó.












Terminada la celebración la Virgen del Rosario  vuelve a su casa.




y también vuelve a su casa la nueva Beata.

 Procesión de la Beata María Emilia Riquelme y Zayas