Inmaculada, parroquia de Siruela
Inmaculada Concepción. Pedro de Sierra, 1735. Museo Nacional de Escultura. Valladolid, España.-
Catedral de Segovia
escultura barroca que se custodia en la capilla de la Concepción de la catedral de Segovia
La capilla de la Concepción de la catedral de Segovia fue construida en 1531 a costa del cabildo catedralicio, que en 1621 encargó a Antonio de Herrera Barnuevo, escultor de Felipe IV de España, la imagen de la Virgen titular.
El escultor siguió el mismo modelo que años antes había utilizado para la Imaculada Concepción que realizó para el monasterio de las Descalzas Reales de Madrid.
La imagen mariana se ubica en la hornacina del retablo que se ubica en el centro del testero de la capilla, realizado en madera dorada y policromada y de pequeñas dimensiones.
La escultura presenta como eculiaridad una decoración a base de vidrios engastados, esferas de vidrio doradas y estrellas metálicas en el manto.
Inmaculada de la iglesia de San Julian de Sevilla
Se atribuye a Alonso Cano
En la Iglesia de San Julián, de Sevilla, está una de las imágenes de la Inmaculada Concepción más bellas de esta ciudad.
Se libró increíblemente del incendio de esta iglesia en 1932, y es una de las representaciones más significativas del misterio de la Inmaculada Concepción, en Sevilla.
Este gran artista del siglo XVII español, que destacó como escultor, pintor, arquitecto, grabador, etc. nació en Granada, y en 1614 se trasladó a Sevilla; dos años más tarde entró como aprendiz en el taller del pintor Francisco Pacheco, donde debió coincidir con Velázquez.
Más tarde entró también a trabajar con Martínez Montañés, cuya influencia aparece claramente en esta imagen de la Inmaculada, hasta el punto que haya sido atribuida algunas veces a Montañés.
Como en 1638, el Conde-duque de Olivares le llama a la corte en Madrid, es muy probable que esta imagen de la Inmaculada fuera realizada por Alonso Cano antes de 1638 , fecha en que trabajó en Sevilla.
El estilo idealista y reposado que Alonso Cano muestra en sus obras aparece en esta Inmaculada. El hecho de que haya colocado solamente dos cabezas de ángeles a los pies de la Virgen, y la misma descripción de estas cabezas, parece un punto clave para determinar la autoría de Alonso Cano, ya que en las Inmaculadas de Montañés suelen aparecer más frecuentemente una o tres cabezas de ángeles.
En cualquier caso, es una obra muy parecida a la imagen de la Inmaculada que hay en el altar mayor de la Parroquia de San Andrés, de Sevilla, que es atribuida a Martínez Montañés.
Todas estas esculturas de la Inmaculada que existen en Sevilla son de una belleza singular y con caracteres definidos de la escuela sevillana.
Cuando Alonso Cano marcha a Granada en 1652, realiza un tipo de imágenes de la Virgen inconfundible, con la túnica y el manto recogidos por la parte baja, como en la famosa de la sacristía de la Catedral de Granada que hizo en 1654.
Inmaculada de la iglesia de San Pedro de Madrid
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