En 1947 el Partido Comunista, vencedor de las elecciones, instauró en el país una dictadura marxista. El pueblo polaco perdía de nuevo su independencia e iba a pasar por otra dura prueba.
Lo primero que hizo Karol Wojtyla a su regreso a Cracovia fue conseguir la aprobación formal de su tesis romana en la Universidad Jabelloniana, para que fuese reconocida en su país.
Karol visita a sus amigos y al preguntarle ¿ahora que harás? muy seguro responde: lo que el arzobispo disponga.
El arzobispo Sapieha deseaba que aquel bien preparado y piadoso sacerdote conociese de cerca la realidad del pueblo polaco y lo designó vicario de un pueblecito, a 200 kms de la sede episcopal, llamado Niegowic. Un pueblecito en el que no había agua corriente, alcantarillado ni electricidad. La región había sido azotada recientemente por una inundación que causó graves daños en todas las construcciones incluida la iglesia.
En su libro "Don y Misterio" nos cuenta como recibió la noticia.
" Acepté el cargo con alegría. Me informé enseguida de cómo llegar a Niegowic y me preocupé por estar allí el día señalado.Fui desde Cracovia a Gdow en autobús, desde allí un campesino me llevó en carreta a la campiña de Marszowice y después me aconsejó caminar a pie por un atajo a través de los campos. Divisaba a lo lejos la iglesia de Niegowic. Era el tiempo de la cosecha y caminaba entre los campos de trigos.Cuando llegué finalmente al territorio de la parroquia, me arrodillé y besé la tierra -como luego haría siempre siendo Pontífice a su llegada a un nuevo país-. Había aprendido este gesto de San Juan María Viamey. En la iglesia me detuve ante el santísimo Sacramento; después me presenté al párroco, padre Kaziemierz Buzala, quien me acogió muy cordialmente y después de un breve coloquio me mostró la habitación del vicario"
Niegowic, una vieja parroquia, que en la radio de 10 kms debía servir a 14 pueblos.Una Iglesia de madera, construida en 1761, después que un incendio destruyera la anterior. Se salvó milagrosamente tan solo una imagen de la asunción de la Virgen de 1610.
Los habitantes se saludaban con "Alabado sea Jesucristo" -niech bedzie pochwalony jesus Chrystus-.
Sus actividades son múltiples, a primera hora oficia la santa Misa y a continuación pasaba varias horas en el confesionario mostrándose muy cercano a los feligreses. Daba clases de religión en la escuela.
Su dedicación a los jóvenes fue muy particular formando un grupo donde los jóvenes podían desarrollar las ilusiones propias de la juventud, formarse y profundizar en la fe de sus mayores.
Estuvo solo un año pero dejo huella en los niños, jóvenes, adultos y ancianos y fue muy importante su contribución para conseguir fondos para la construcción de una nueva iglesia, el soñado proyecto del viejo párroco.
Siendo arzobispo de Cracovia tuvo la dicha de bendecir la nueva iglesia por la que tanto había luchado.
En la actualidad su primera parroquia esta así.
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