la Madre Dolorosa frente al Hijo sin vida, no se encuentra sola, está acompañada por las personas que quieren acompañarla en su dolor.
La tarde cae en Siruela y una gran emoción recorre las calles del pueblo. Nazarenos con sus caras tapadas por todas las calles. Poco a pco, la gente sale de sus casas y van acercándose a la plaza y a los alrededores de la iglesia.
Y al anochecer Siruela se llena de luto y solemnidad, al son del tambor, los nazarenos cruzan la plaza en dos filas.
un gran silencio que solo queda roto por el sonido de las huchas de los nazarenos pequeños.
La Cofadía en la iglesia reza el Santo Rosario.
Terminado el Rosario la procesión: EL ENTIERRO CRISTO
Cuantas promesas se van a cumplir esta noche de Viernes Santo.
El Cristo va acompañado por un coro de hombres y seguido por muchos devotos.
Detrás su Madre, nuestra Madre, triste, afligida y dolorosa siguiendo al Hijo que tanto mimó y cuidó de pequeño.
Siruela no la deja sola y con Ella siguen el recorrido, silencio, devoción y dialogo interior, roto solo por las voces del coro de mujeres.
Antes de entrar en la iglesia la visita a la fachada del Convento.
Un año más, Madre Dolorosa, te hemos acompañado para que no te sintieses sola.
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