En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Tenéis que nacer de nuevo; el viento sopla donde quiere y oyes su ruido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu». Nicodemo le preguntó: «¿Cómo puede suceder eso?».
En el Evangelio de hoy nos habla del amor de Dios, de entrega, de vida en plenitud…Dios ama a cada hombre hasta el extremo, “Dios ama tanto al mundo…” podemos afirmar: Dios me ama tanto, tomar conciencia de ello nos dará la fuerza para superarlo todo, Dios tiene por cada uno de nosotros un amor apasionado, se nos invita a acoger ese gran amor para tener vida eterna. ¡No hay mayor dicha que corresponder al amor de Dios!. Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él.
Dios tiene por nosotros un amor apasionado. Repitámoslo: somos muy queridos por Dios. Dios nos ama gratuitamente. Dios nos ha dado la existencia para que podamos gozar de su amistad. ¡No hay mayor dicha que corresponder al amor de Dios!. Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por Él. Para que el hombre tenga vida, vida en plenitud, vida eterna.
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