LA HUIDA A EGIPTO.
Los Magos se habían marchado sin pasar por Jerusalén
La Virgen y San José se quedaron solos y comentarían los acontecimientos de todo lo que habíam vivido.
A media noche, se despertó María a la llamada de José.
Y le comunicó la orden del Ángel: Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y estate allí hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.
Era la señal de la Cruz al término de un día repleto de felicidad.
María tomó al Niño en brazos.
María y José salieron de Belén apresuradamente, abandonando muchas cosas necesarias que no podían llevar consigo en un largo y difícil viaje.
Huian ante la amenaza de muerte.
Un viaje incomodo, caminos desconocidos y con miedo de ser alcanzado en la huida,
La frontera de Egipto, tras la cual Herodes ya nada podía hacer estaba a varias jornadas ya que iban por los caminos menos frecuentes,
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