La cuenta atrás ha finalizado, un año más volveremos a sentir los momentos más sobrecogedores que se viven en Siruela cada año.
Los vecinos del pueblo y los que estamos fuera, nos volveremos a encontrar para acompañar por las calles de nuestro pueblo a nuestros Cristos y a nuestra querida Dolorosa.
A las puertas, a la espera, con el corazón preparado
Esta tarde llega el fin de la eterna espera, a partir de hoy Siruela se viste de Semana Santa, a las luces del pueblo se unen las luces de las velas.
Se escuchará el silencio y resonará con más fuerza que nunca en el corazón de un pueblo que se transforma en la Nueva Jerusalén
Y es que a partir de hoy, Siruela latirá con más fuerza que nunca.
Esta noche... Nuestra Madre Dolorosa recorre nuestras calles.
Muchas ilusiones depositadas en los días venideros, muchos planes, muchos amigos, muchas tradiciones, muchas oraciones y lagrimas.
Hoy nos uimos los que estamos, los que permanen lejos, los que se fueron y nos guían desde esa ventanita del cielo... Hoy todos juntos, en los días anteriores de la Pasióm-
Días de oración, de recogimiento y silencio, la vivencia de la Pasión, el sufrimiento de Cristo. El peso de la cruz ya asoma en el horizonte.
Hoy Siruela empieza a acompañar su caminar.
Los pasos recorrerán las calles una vez más, lo hemos vivido tantas veces... Conocemos cada sonido, cada aroma, cada canto, pero las sensaciones se nos escapan, se cuelan y se resbalan azotando el alma y dejando que las acariciemos tímidamente con la punta de los dedos.
Y es que no hay nada más bonito que vivir lo conocido con la incertidumbre del sentimiento que, un año más, el mismo día, a la misma hora, despertará en cada corazón nuestra Semana Santa. Siempre igual, siempre tan diferente...
Hoy es la noche... Empezamos a sentir…
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