martes, 19 de marzo de 2024
19 DE MARZO: SAN JOSÉ
SAN JOSÉ
nació probablemente en Belén, la ciudad de David, del que era descendiente, aunque al inicio de la historia de los Evangelios San José vivía en Nazaret.
San José desempeñó un papel esencial en el plan reconciliador de Dios, al encomendársele el privilegio y la gran responsabilidad de ser el padre adoptivo del Niño Jesús y el custodio de la Sagrada Familia. Es el santo más próximo a la Virgen María y a Jesús.
De acuerdo con los Evangelios de San Marcos y de San Mateo, que son las escasas fuentes que lo mencionan, San José ejercía el oficio de carpintero, y así es como ha pasado a la tradición.
Cuando se realizó un censo de población en la antigua Palestina, José acudió a Belén con su esposa María, que estaba encinta. Ahí nace el Niño Jesús, y ahí recibe San José, como cabeza de la familia, a los humildes pastores y a los magnánimos reyes magos.
La persecución desatada por el rey Herodes obliga a la Sagrada Familia a huir a Egipto. En todo momento, los testimonios nos muestran a San José siempre a la altura de la sagrada misión que Dios le asignó.
Se ignora la fecha de su muerte (tradicionalmente, se acepta que murió cuando Jesucristo tenía más de 12 años), pero no está presente en el relato evangélico de la predicación de Jesús, por lo que se presume que murió antes de que ésta tuviera lugar.
Pío IX lo declaró Patrono Universal de la Iglesia en 1870, y Juan XXIII incluyó su nombre en la celebración de la misa. San José es el santo patrono de los carpinteros y de los padres de familia.
FELICIDADES A TODOS LOS JOSÉ, JOSEFA
lunes, 18 de marzo de 2024
CITA DEL EVANGELIO
De pronto los escribas y fariseos irrumpen dejando en medio a una mujer, —«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
Jesús había pasado la noche en el huerto de los olivos orando a su Dios. Un Dios todo misericordia incapaz de dictar sentencias tan crueles. Un Dios que no se parecía al de los judíos. Es la novedad que vino a traernos. En adelante ya no invocaríamos a un Dios terrible y justiciero sino a un Dios «tardo a la ira y rico en misericordia». a un Dios Padre bondadoso. Jesús lo sabía muy bien, la mujer lo sabría enseguida. Nosotros ya lo sabemos. Como aquellos hipócritas «insistían en preguntarle se incorporó y les dijo:
—«El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Tirar la primera piedra era privilegio del testigo principal, era hacerse responsable de la ejecución. Los escribas y fariseos debieron quedar admirados y perplejos por la sagacidad de Jesús y asustados porque sus corazones no estaban limpios. y «se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos»
«Se quedó sólo Jesús con la mujer en medio, que seguía allí delante.
Jesús se incorporó y le preguntó: —«Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?».
Ella contestó: —«Ninguno, Señor».
Jesús dijo: —«Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».
domingo, 17 de marzo de 2024
CUARESMA V DOMINGO
MARTES
José fue obediente a Dios y le inculcó esa obediencia a Jesús. “En la vida oculta de Nazaret, bajo la guía de José, Jesús aprendió a hacer la voluntad del Padre. Dicha voluntad se transformó en su alimento diario. Incluso en el momento más difícil de su vida, que fue en Getsemaní, prefirió hacer la voluntad del Padre y no la suya propia y se hizo «obediente hasta la muerte de cruz»”
LUNES
“ Yo tampoco te condeno ”
según san Juan 8, 1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
El pasaje evangélico narra el episodio de la mujer adúltera en dos escenas sugestivas: en la primera, asistimos a una disputa entre Jesús, los escribas y fariseos acerca de una mujer sorprendida en flagrante adulterio y, según la prescripción contenida en el libro del Levítico, condenada a la lapidación.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?».
En la segunda escena se desarrolla un breve y conmovedor diálogo entre Jesús y la pecadora. Los despiadados acusadores de la mujer, citando la ley de Moisés, provocan a Jesús —lo llaman «maestro»—, preguntándole si está bien lapidarla. Conocen su misericordia y su amor a los pecadores, y sienten curiosidad por ver cómo resolverá este caso que, según la ley mosaica, no dejaba lugar a dudas.
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Pero Jesús se pone inmediatamente de parte de la mujer; en primer lugar, escribiendo en la tierra palabras misteriosas, que el evangelista no revela, pero queda impresionado por ellas; y después, pronunciando la frase que se ha hecho famosa: «Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra» y comience la lapidación.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó solo Jesús, con la mujer en medio, que seguía allí delante.
San Agustín, comentando el evangelio de san Juan, observa que «el Señor, en su respuesta, respeta la Ley y no renuncia a su mansedumbre». Y añade que con sus palabras obliga a los acusadores a entrar en su interior y, mirándose a sí mismos, a descubrir que también ellos son pecadores. Por lo cual, «golpeados por estas palabras como por una flecha gruesa como una viga, se fueron uno tras otro».
Jesús se incorporó y le preguntó: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor».
Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más».
Termina el pasaje evangélico con las palabras de Jesús: «tampoco yo te condeno», nos muestra cómo el Señor no ha venido a condenar sino a salvar, nos indica el camino a seguir a los cristianos, no condenar, no juzgar, eliminar de nuestro actuar todo lo que pueda herir al otro, trabajarnos para acercarnos a él, aunque nuestras ideas y comportamientos sean distintos, también él, es amado por Dios, aunque no lo sepa y tenemos que dejarnos amar por el Señor para que con su mismo amor poder acercarnos al otro y ser instrumento que les pueda ofrecer o hacer descubrir cómo son mirados por Dios.
DOMINGO
“ Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre ”
según san Juan 12, 20-33
En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, queremos ver a Jesús».
Bello y grandioso el deseo de aquellos “griegos” que se acercan a Felipe y le dicen: “Queremos ver a Jesús”. No eran judíos, pero han entendido que Jesús es patrimonio de toda la humanidad. Todos, judíos y no judíos, tenemos necesidad de Jesús. Jesús no es un lujo sino una necesidad. Y como tenemos necesidad de comer, de beber, de dormir, de respirar, así también tenemos necesidad de Jesús.
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús. Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.
Si el labrador prefiriera guardarla en el granero, mantendría la semilla, pero no podría obtener fruto
Dar la vida, entregar la vida, gastar la vida por los demás, a todos nos cuesta. También a Jesús. Pero Jesús no mira lo que tira, sino el fruto que va a recoger.
En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
Para hablar de su muerte fecunda el Señor se compara a sí mismo con un grano de trigo: es necesario que para dar fruto Él se entregue a sí mismo, que “caiga en tierra” y que “reviente” como el grano. Sólo así podrá dar paso a una nueva vida, podrá producir “fruto abundante”, fruto de redención para la humanidad entera, fruto de vida eterna para todos los que crean en Él.
El que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna.
El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará.
Y si yo hoy soy cristiano, si yo puedo salvarme, si yo puedo enriquecerme con los tesoros de Dios, ha sido porque Jesús, como buena semilla, se enterró en el campo, murió, pero después resucitó.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré? ¿Padre, líbrame de esta hora? Pero si por esto he venido, para esta hora: Padre, glorifica tu nombre».
Entonces vino una voz del cielo: «Lo he glorificado y volveré a glorificarlo».
La gente que estaba allí y lo oyó, decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo: «Esta voz no ha venido por mí, sino por vosotros. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera.
Y cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí». Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir.
La resurrección de Jesús fue la gran cosecha para todos. Es cierto que Dios no quiere el dolor ni el sufrimiento. Ni para su Hijo ni para nadie. Pero sabe que sólo a través del sufrimiento puede quitar el sufrimiento. Sólo muriendo, puede dar la vida a todos. Una vida gastada, entregada a los demás, es la mejor manera de encontrarla en plenitud.
¿Me gusta llevar la Ley de Dios en el corazón? ¿Me encanta obrar siempre por amor?
CITAS DEL EVANGELIO
santo evangelio según san Juan 12, 20-33
En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; estos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: «Señor, queremos ver a Jesús».
Nos muestra como esta petición es de todos los tiempos ya que en todo corazón humano nos encontramos con este deseo de plenitud, con esa sed de dicha y hambre de felicidad, hemos sido creados “a imagen y semejanza de Dios” y no podemos conformarnos con menos, tenemos sed de eternidad y solo Dios puede saciar esa sed, esa hambre y ese deseo.
Y como aquellos griegos necesitamos que nos muestre al Señor. Es algo que todo cristiano debería estar preparado para llevar al encuentro con nuestro Dios. Hoy, más que nunca, hay muchos que anhelan a Dios, aunque no lo saben, y de distintas formas demandan esa sed de felicidad, gran responsabilidad, nuestro testimonio y nuestra vida, tiene que mostrar el rostro de Dios, no podemos vivir como si Dios no existiera, al ser mediadores del encuentro con el Dios vivo.
Jesús les contestó: «Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El grano de trigo que para hacerse fecundo tiene que pasar por la muerte. Aquí es donde se entiende su anuncio de la pasión y su glorificación en la Cruz, allí es donde va a ser glorificado el Hijo del hombre, en su muerte y resurrección, importante mirar al crucificado, “cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí”, es en la Cruz donde nos muestra su amor, hasta donde llega su amor por nosotros, hasta dar la vida, convirtiéndose en la sede del mayor amor.
No hay otro camino para llegar a la gloria sino la aceptación, la acogida y el abrazar la Cruz, para permitir al Señor que nos ayude con nuestras cruces de cada día. En la Cruz que es el amor más grande , nos muestra el camino de la entrega, de la donación, del olvido de sí, de entrenarnos en el amor, que lleva al perdón, a no llevar cuentas del mal, a vencer el mal a fuerza de bien.
QUEREMOS VER A JESÚS
Jn 12,20-33
Una de las expresiones más hermosas del Evangelio es este pedido de un grupo de griegos que habían ido adorar a Dios en Jerusalén: “Queremos ver a Jesús”.
"Ha llegado la hora" La hora de Jesús. La hora de poner las cosas en su sitio. La hora de la victoria definitiva sobre el pecado y la muerte.
En verdad, no es un deseo solamente de ellos, pero del corazón humano, pues todos queremos ver a Jesús. Es un anhelo intenso que no se acalla prácticamente nunca, ya que algo profundo nos asegura que este encuentro es nuestra alegría y motivación.
sábado, 16 de marzo de 2024
SEMANA DE PASIÓN
CON EL DOMINGO DE PASIÓN EMPIEZA LA SEMANA DE PASIÓN
Aunque de forma incorrecta hay quienes denominan a la Semana Santa "Semana de Pasión", esta locución se refiere justamente a los siete días anteriores, la semana V de Cuaresma que comienza hoy domingo, la última de esta cuarentena.
A lo largo de estas jornadas destaca el Viernes de Dolores o Viernes de Pasión, en torno al cual se celebra la antigua memoria litúrgica de la Virgen de los Dolores (ahora trasladada al 15 de septiembre, justo al día siguiente de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz).
En muchos lugares de la provincia de Zamora se celebran los cultos en honor de esta advocación de la Virgen María, pórtico para la Semana Santa, y se multiplican novenas, triduos, rezos de las cinco llagas de Cristo o de los siete dolores de Nuestra Señora, además del canto del "Stabat Mater" u otras piezas musicales de devoción.
Dentro de la historia de la Iglesia en general no suele tener excesiva relevancia, aunque en el ámbito de las Hermandades y Cofradías de culto a imágenes de Jesucristo y la virgen María, se le considera de profundo significado y lleno de actos dedicados a las imágenes titulares de estas asociaciones católica.
Este prefacio se dice en las ferias de la quinta semana de Cuaresma y en las misas de los misterios de la cruz y de la pasión del Señor.
Los principales cultos consisten en Besamanos o besapie durante todo el domingo, empezando o terminando éstos con una Eucaristía dedicada a la advocación que presenta la imagen.
-----Besamanos de María Santísima de la Trinidad el Domingo de Pasión-Archicofradía de Medinaceli-San Fernando (Cádiz)--
Hay lugares en que es costumbre, este día se cubren con velos morados o negros todas las imágenes de Jesucristo, de la Virgen María y de los santos que se ubican en el templo que no van a salir en procesión durante la Semana Santa y no volverán a descubrirse hasta el canto del Gloria in excelsis en la noche de la Vigilia Pascual.
Este rito es obligatorio en la forma extraordinaria del rito romano. Actualmente este acto no se realiza.
En Andalucía y gran parte de España, se le considera el preludio oficial de la Semana Santa, celebrándose también los pregones oficiales de las mismas, organizados por los Consejos, Juntas o Grupos de las Cofradías que salen en Semana Santa.
EL DOMINGO DE PASIÓN
Es el quinto domingo del tiempo de Cuaresma de la Iglesia Católica, inmediatamente anterior al Domingo de Ramos, inicio de la Semana Santa.
Un domingo de primera clase, en el cual no se permite la celebración de ninguna fiesta, sin importar de qué rango sea, pero que permite la conmemoración de fiestas que no se transfieren. En el Misal Romano se le llama Dominica de Passione y en el Breviario, Dominica Passionis. Durando y otros escritores litúrgicos hablan de él como Dominica in Passione, o simplemente Passio, o Passio Domini.
EL DÍA MÁS IMPORTANTE-----------------VIERNES DE DOLORES
Qué es y qué se celebra en el Viernes de Dolores, inicio de la Semana Santa
El Viernes de Dolores o Viernes de Pasión, es el viernes anterior al Domingo de Ramos, comprendido dentro de la última semana de la Cuaresma, conocida por la religión cristiana como Semana de Pasión.
En algunas regiones es considerado como el inicio de la Semana Santa al ser el día en el que se inician las procesiones. Viernes de Dolores en la Semana Santa Mar
Concilio Vaticano II consideró, dentro de las diversas modificaciones al calendario litúrgico, suprimir las fiestas consideradas «duplicadas», esto es, que se celebren dos veces en un mismo año; por ello la fiesta primigenia de los Dolores de Nuestra Señora el viernes antes del Domingo de Ramos fue suprimida, siendo reemplazada por la moderna fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el 15 de septiembre.
Aun así, en la tercera edición del Misal Romano (2000), hay un recuerdo especial a los Dolores de la Santísima Virgen en la celebración ferial de ese día, introducida por San Juan Pablo II.
La Santa Sede y las normas del Calendario Litúrgico contemplan que, en los lugares donde se halle fervorosamente fecunda la devoción a los Dolores de María y en sus calendarios propios sea tenida como fiesta o solemnidad, este día puede celebrarse sin ningún inconveniente con todas las prerrogativas que le son propias. (Cf. Tabla de los días Litúrgicos, Misal Romano).
CITA DEL EVANGELIO
Jesús no dejaba indiferentes a quienes le escuchaban, hasta el punto de que en esta ocasión y en muchas otras «se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de Él»
La respuesta de los guardias, que pretendían detener al Señor, centra la cuestión y nos muestra la fuerza de las palabras de Cristo: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre» (Jn 7,46). Es como decir: sus palabras son diferentes; no son palabras huecas, llenas de soberbia y falsedad. El es “la Verdad” y su modo de decir refleja este hecho.
Nosotros en cambio debemos acercarnos a Cristo, dejar que Él nos hable al corazón por medio del Evangelio, de la Eucaristía, de la Reconciliación.
NADIE HA HABLAD ASI
evangelio según san Juan 7, 40-53
En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta». Otros decían: «Este es el Mesías».
“ Jamás nadie ha hablado así ”
Hay que tomar partido. Vivir de la fe exige optar.
La piedra angular se había convertido para unos en obstáculo, para otros en fundamento de la construcción.
Muchas veces, quienes se niegan a recibir la salvación, se aferran a sus preconceptos y, con eso, se cierran más aún. Jesús sufrió, como muchos otros, el rechazo a causa del lugar del cual provenía. Y así también en ocasiones actuamos nosotros, en esta cuaresma vale la pena que nos preguntamos si ¿hay alguien en mi vida a quien yo haya condenado sin escuchar su versión de la historia?
ORACIÓN DE LA MAÑANA CUARESMA 3º,
IV DOMINGO DE CUARESMA
III DOMINGO DE CUARESMA
viernes, 15 de marzo de 2024
CITA PARA REFLEXIONAR
“los judios trataban de matarlo”, en el seguimiento al Señor siempre se presentaran dificultades, hemos de contar con ellas, sin saber muchas veces las motivaciones de los que están detrás , de la gente que está en contra, hemos de transformar ese ensañamiento en oportunidad, esa dificultad en todo un reto, contemplamos en el Señor que esto no le impidió seguir con su misión de anunciar el reino,
El amor del Señor no se detuvo ante la persecución, ese mismo amor debe de ser el que nos mueva a seguir amando en toda circunstancias, y mucho más, cuando llegue la prueba, el seguidor del Señor esta llamado a amar siempre, incluso a los que no te amen, “rezar y orar por los que os persiguen”,
«Éste sabemos de dónde es, mientras que, cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es» (Jn 7,27), y concluyen que Jesús no puede ser el Mesías porque Él no responde a la imagen del “Mesías” en la que ellos habían sido instruidos
NO HABIA LLEGADO LA HORA
santo evangelio según san Juan (7,1-2.10.25-30):
En aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas. Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas. Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: «¿No es este el que intentan matar?
Nosotros, muchas veces, nos quedamos en la imagen prefabricada que nos hacemos de Jesús, amoldada a nuestros deseos o nuestras intenciones, en vez de admirar la Verdad con todas sus consecuencias.
jueves, 14 de marzo de 2024
CITA PARA REFLEXIONAR
Las palabras en el Evangelio de hoy son duras de asimilar. Cristo asume una actitud severa, casi de enfado y reproche ante aquellos que no lograban abrirse a creer en Él. No deja de insistir en su anuncio de conversión.
¡Él de verdad quiere que todos los hombres y mujeres se salven!
Si somos honestos, vemos también en nosotros mismos que hay aspectos que todavía no agradan a Jesús del todo. Tal vez son cosas pequeñas, detalles; pero para el corazón que ama ningún detalle es demasiado pequeño. Tal vez son hábitos ya consolidados; pero para el corazón que ama nunca es tarde, nunca nada es demasiado duro.
Y quién sabe si ésta será la Cuaresma en que hemos podido crecer un poco más en el amor.
PARA QUE VOSOTROS OS SALVEIS
santo evangelio según san Juan (5,31-47)
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.
miércoles, 13 de marzo de 2024
CITA DEL EVANGELIO PARA REFLEXIONAR
“Yo les aseguro que, quien escucha mi palabra y cree en el que me envió, tiene vida eterna y no será condenado en el juicio, porque ya pasó de la muerte a la vida”.
Creer en el que me envió. La cuaresma es también tiempo de fe. Me invitas a creer en el Padre que te ha enviado para salvarme. No basta con escuchar, es necesario dar el paso y creer. Si la Escritura muestra el camino a seguir, la fe es la respuesta, la disposición firme a ir por esa vía marcada.
Jesús revela su propia identidad de Hijo de Dios, poniéndose así por encima de la ley:"lo que hace el Padre, eso mismo hace el Hijo". Un hijo imita siempre al que le ha dado la vida. Ha aprendido a mirar la vida a través de los ojos de quien le ha iniciado en los secretos de la existencia.
"El hijo no puede hacer nada por su cuenta". Desde toda la eternidad, ha aprendido a mirar la vida como la mirada del Padre. humana.
CREER EL QUE ME HA EENVIADO
santo evangelio según san Juan (5, 31-47)
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis.
“ Quien escucha mi palabra, posee la vida eterna ”
Muchas veces, Jesús había hecho referencias al Padre, pero siempre marcando una distinción: la Paternidad de Dios es diferente si se trata de Cristo o de los hombres. Y los judíos que le escuchaban le entendían muy bien: no era Hijo de Dios como los otros, sino que la filiación que reclama para Él mismo es una filiación natural.