Al terminar este día Señor, he intentado vivir según Tú amor y desde lo más hondo de mi ,
- ¿He actuado en el día de hoy como buena cristiana? Mis palabras y acciones lo han demostrado?
Al caer la noche a sola en mi casa contigo Señor, que nunca se apague la antorcha de la fe.
Una fe que me enseñe el camino............ de la Cruz a la Resurrección.
Una fe que la palabra más importante es el amor...........por estar basada en un Dios que es Amor.
Una fe que remando mar adentro..............su verdadera orientación es el cielo y no la tierra.
Una fe que me hace ver mi soledad.......... algo que viene de Ti.
-Por no haber ejercido de buena cristiana.
-Por haber sembrado un amor tal vez un poco flojo.
-Por haber olvidado tu presencia en algunos momentos.
Perdoname Señor.
Por aceptar mi invalidez, ya en menor grado, con alegría y sin miedos......Tu estás conmigo.
Por mis dolores, unas veces más fuertes que otras...........para que las personas vuelvan a confiar en Ti.
Por volver a una vida de oración, quizás pequeña pero con mucho amor...........en el silencio has vuelto a mi vida.
UN RATITO CONTIGO SEÑOR
Señor, vengo a estar contigo. No me han traído aquí mis pies sino mi corazón. Me gusta estar contigo, me encanta poder ofrecerte un rato de mi tiempo. Y no sólo me gusta sino que lo necesito.
El día que no estoy contigo vivo todo el día fuera de mí, no me aclaro, no me centro, no me encuentro. Y ya, de entrada, te digo que te doy gracias porque no puedo vivir sin ti.
PERDÓN PIEDAD
El Rey del cielo, mi buen Jesús
por mis pecados estás en la Cruz
muere mi Dios, perdón Dios mio, perdón piedad.
LLora la Virgen Madre de Amor
porque yo ofendo a su Hijo Dios
Madre mía no más pecado cesen tus lágrimas
Perdón Piedad.
ORACION
No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.
QUÉ NOS SOPRENDES ASÍ, SEÑOR? (Jueves Santo)
En el silencio de una noche, sorprendiste al mundo en tu pequeñez
Allá, a orillas del Jordán, como uno más
quisiste recibir el Bautismo de manos de Juan
Fue entonces, Señor, cuando los motores de tu misión
se pusieron en marcha
Endemoniados y hombres y mujeres, hastiados de preocupaciones
se sintieron aliviados con tu presencia
Otros, cómodamente sentados a la orilla del mar,
escucharon, inesperadamente tu llamada: ¡venid y seguidme!
Los leprosos, Señor, quedaron limpios como un amanecer
Los paralíticos volvieron a sentir la dureza de los caminos
Enfermos y poseídos, pecadores y adúlteros
Comprendieron que, tu presencia, era eso…amor y sólo amor
Los pecados, a partir de tu llegada, no eran más fuertes
Que la misericordia de Dios.
¿POR QUÉ, DE NUEVO, HOY NOS SORPRENDES, SEÑOR?
¿Recuerdas aquel día en la barca?
Una traicionera tormenta nos metió el miedo hasta en los tuétanos
Tu mano siempre oportuna, aun con nuestra falta de fe, la calmó
Los muertos, ¿recuerdas, Jesús?
volvieron por tu intervención a la vida
Los hambrientos, en inolvidables multiplicaciones
de panes y de peces, abrazaron la hartura
Los tristes, ante tu alegría divina,
en el Monte de las Bienaventuranzas
encontraron mil razones para sus lágrimas,
sufrimientos y esperanzas
¿POR QUÉ, DE NUEVO, HOY EN JUEVES SANTO,
NOS SORPRENDES SEÑOR?
Tus parábolas fueron sabiduría y universidad del Reino de Dios
Quien no sabía orar, pronto, muy pronto,
aprendió a decir “Abba” “Padre”
Quien decía aquello que luego no hacía,
Pronto se sintió incómodo ante la luz y la hoja fina de tu verdad
Quien intentaba, cómodamente, vivir en el castillo de su hipocresía
Se resquebrajó ante el imperio de tu Reino. Sí, Jesús;
Nos has dejado tanto, nos has dado tanto…
¡nos has mostrado a Dios!
Contigo, el último lugar, es primero en el cielo
Contigo, la prueba, es algo a superar
Contigo, el mendigo es rey
Contigo, el rey, es vasallo
Contigo, el pecador recupera la gracia
Contigo, el que se tiene por justo, queda fuera
Contigo, la oveja perdida, volverá al redil
Contigo, el que se marchó, siempre tendrá
una habitación en tu casa
Contigo, el que no se hace niño, tendrá difícil su entrada en el cielo
Contigo, el que se las sabe todas, no conoce a Dios
Contigo, el que es ciego, recupera la luz
Contigo, el que ve todo, es incapaz de ver el reflejo de Dios
Contigo, la muerte, es trampolín que nos eleva a la vida
Contigo, el llanto, es agua que purifica nuestras miradas
Contigo, la noche es vencida por el resplandor del día
Contigo, la pasión, el sufrimiento o la muerte
son notas que preceden al canto de Resurrección.
¿POR QUÉ, HOY EN JUEVES SANTO,NOS SORPRENDES DE NUEVO, SEÑOR?Hoy, Jueves Santo, nos sorprendes, SeñorCon tu amor….que es inquebrantable y único, bueno y verdaderoCon tu servicio…que es radical, obediente y todo un ejemploCon tu sacerdocio…para que nunca nos faltenheraldos de tu PalabraManos que se extiendan sobre el pany reconcilien a Dios con el hombreY a la humanidad con el mismo Dios.Tal día como hoy, Señor, me hiciste sacerdotecon defectos y virtudes te doy gracias.¡GRACIAS, SEÑOR, ERES SORPRENDENTE!Javier Leo
VIA CRUCIS COMPARTIR CONTIGO SEÑOR EL CAMINO DE LA CRUZ
Te necesitamos Señor, el único de quien tenemos necesidad, ven a nuestra vida con tu Cruz y con tu muerte.
Eres la única verdad solo Tu puedes llenar nuestros corazones, ven Señor a nuestras vida no nos dejes morir en el mal.
Señor pequé
Que por tu santa cruz redimistes al mundo y a mi pecador también.
Primera estación: Jesús es condenado a muerte.
Dice Jesús:
No solo Pilatos fue el que me condeno a muerte, fuisteis vosotros los hombres os que habéis gritado con vuestra vida: No queremos a ese, no queremos más rey que el mundo, no queremos más rey que el dinero, la venganza , el placer.
¿ Porque me rechazas en la vida, pueblo mio? Respondeme
Segunda estación: Jesús carga la cruz
Dice Jesús:
Todos teneis que llevar vuestra cruz, a todos os costará como me cuesta a mi. más la cruz te puede hacer un santo o tal vez te puede hacer un rebelde blasfemo.
Mira a la cabeza de todos los que sufren allí estoy yo, tu Dios, con ellos llevo la cruz.
Señor peque
Tercera estación: Jesús cae por primera vez.
Aquí me tienes tirado por los suelos por culpa de ese madero, más tuyo que mio, quittamelo, no te apartes. Quiero saber si me odias o me amas, continuaré mi camino.
Quiero que sepas hasta donde yo te amo, quiero que sepas todo lo que vales, quiero ante todo que sepas lo que vales para mi.
Perdona a tu pueblo Señor.......................
Cuarta estación: Jesús encuentra a su afligida Madre
Dice Jesús:
Lo esperabas , verdad Madre mía, sube Calvario conmigo, ven Madre sufre conmigo. No quiero olvidarte de nada seras para siempre Madre Dolorosa, si la más Dolorosa.
Al pie de la Cruz aprenderás como es el corazón del hombre, al pie de la Cruz aprenderás a amarnos con locura, allí serás la madre de todos. Todos los hijos que aman a sus madres te quieren, Gracias Madre.
El Señor ha estado siempre contigo y Tu siempre con el Señor y también nosotros ahora en estas horas de pandemia camino del Calvario.
Quinta estación: Jesús ayudado por el Cirineo
No importa que lo hagas a la fuerza, gracias Simón, no puedo más, eres el padre de muchos hombres que llevará la Cruz a través de los siglos. Los que sufrís hermanos mirar a este hombre bueno llevar mi Cruz y saber que todos sois mis cirineos, que todos me acompañáis hasta el Calvario, que no hay hombres solo para clavar porque también que importante la vida es hombres para ayudar a llevar la cruz de los demás
Sexta estación: La Verónica limpia el rostro a Jesús.
Yo casi no veía, ahora si, ahora tu me has dado y me has limpiado el rostro con tu lienzo. Veo mejor a los hombres que no se conmueven, cuantos cobardes a mi alrededor, cuantos ahora y después que se creían amigos mios.
¿Donde están? cuantos me dejarán pasar así, manchado, sucio.
Pero tu ha sido valiente, Veronica, no has tenido miedo y te has acercado y me has limpiado el rostro, yo casi no veía pero ahora te veo mejor.
Séptima estación: Jesús cae por segunda vez.
Yo he cargado con vuestros pecados y todos los borrare en la Cruz, levantadme quiero llegar hasta el final. Cuando todo termine acuerdate que me vistes por los suelos caido.
Cuantas veces he estado en tu vida no vivas en pecado levantame, no me dejes caido en tu alma tanto tiempo quiero llegar a¡hasta el fin. Estoy caido pero no olvides una cosa por ti me levantare en la Cruz
Perdon oh Dios mio.................
Octava estación: Jesús habla a las hijas de Jerusalén
Dice Jesús:
No quiero expectadores de mi Pasión, vosotros que lloráis al borde del camino, callad, no es hora llorar, es hora de sufrir, es hora de amar.
No lloréis por mi, sufrir por los hombres, por los que me rechazan, por los que no me conocen, por los que me condenan, por vuestros hijos que pidieron mi muerte ante Pilatos. No lloréis, eso si, por los que sufren, sufrir.
Novena estación: Caes Señor en tierra por tercera vez.
Esta el Calvario a cuatro pasos dejadme respirar en el suelo, dejadme pensar en vosotros y en los que han de venir detrás de vosotros.
Hasta cuando me vas a tener así en tu vida no tengáis miedo.
Acercaos no os haré nada, no puedo, solo quiero que me mires que veas mis ojos llenos de amor, que creas en mi, que me ames, incluso en esta situación quiero que sepas que yo te amo.
Muestranos Señor Tu misericordia y danos Tu Salvación.
Décima estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.
Pobre Madre, avergonzaos hombres de lo que estáis haciendo, desnudar a Dios con vuestras manos.
Quiero colgar en la Cruz todas las miserias de los hombres, quiero lavar todas vuestras miserias a través de los siglos desnudo estaré en tantos cistianos que profanan sy cuerpo, que mancillan su cuerpo, su mirada, sus entrañas.
No lo siento por mi. lo siento por Ella desnudo me trajo al mundo y desnudo me ve a punto de subir a la Cruz
Decimoprimera estación: Jesús clavado en la cruz.
Es mi Hijo, vuestro hermano. Ese cuerpo salio de mis entrañas que bello era. Esas manos clavadas que suavemente acariciaban. Esos pies clavados que gozosos estaban sombre mis rodillas en Belén. Ese rostro dolorido, que cielo, cuando en la cuna estaba dormido,
Pensaba en vosotros, le habéis clavado en la Cruz, es mi Hijo, vuestro hermano. LLoro en Belén, en la Luz sube triunfante en la Cruz.
Decimasegunda estación: Jesús muere en la cruz.
Ya esta muerto, la tierra manchada con su sangre, una sangre que grita; no puedes sufrir, callan y junto a todos los Calvarios estaré yo en pie como Madre, viendo a mi Hijo muerto por vuestras almas, Vosotros que le habéis visto como ha muerto no volváis nunca a crucificarlo en vuestro corazón, no lo dejis en el silencio, es el Hijo de Dios, vuestro hermano el Niño de mis entrañas.
Decimotercera estación: Jesús en los brazos de la Virgen.
Ha muerto, es mi Hijo, dejarme abrazarle, dejarme como Madre darle el último beso.
Los que lleváis a Cristo en vuestra alma, resucitarlo, quiero sufrir también con vosotros por tantos que habéis perdido a Dios por el camino, como Madre sufro por aquellos que se han apartado de la fe, pero os digo: eres mi Hijo lo tengo en mis brazos vosotros en la Eucaristía. Yo soy vuestra Madre.
Decimocuarta estación: Jesús es sepultado.
Resucitará, vivirá, saldrá radiante del sepulcro. Que hacer con los ceistos que hacer con los cristianos que han visto morir a Cristo en su vida, Cuantos sepulcros abiertos y cuantos sepulcros cerrados.
Como Madre esperaré el resurgir de vuestra almas, esperaré amoroso y amorosa silenciosa ante el sepulcro, no lo olvides. Tu eres mi Hijo, mi hija y por eso en este mundo quiero tu alma siempre viva
Amante Jesús mío ¡oh cuánto te ofendí!
perdona mi extravío, y ten piedad de mí.
¿Quién al mirarte exánime pendiente de una Cruz
por nuestras culpas víctima expirar ¡buen Jesús!
de compasión y lástima no siente el pecho herido,
habiéndote ofendido con negra ingratitud?
Una ardorosa lágrima vierte mi Salvador,
tiene su vista lánguida buscando al pecador.
“Ven, ven a Mí, hijo pródigo”Jesús llorando exclama:
“ven, ven, mi amor te llama dame tu corazón”.
Llorad, cedros del Líbano;mares, ríos, llorad; llorad,
rocas del Gólgota, que va Dios a expirar.
Llora, pecador pérfido, y llora sin consuelo,
que osaste al Dios del cielo la mano levantar.
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