Las “Ferias Mayores de Adviento”, Antífonas, siglo VII y VIII, que son los ocho días previos a la Solemnidad de la Natividad del Señor, y la liturgia se centra con mayor énfasis en la preparación de la conmemoración anual del nacimiento del Redentor.
O Sapientia = sabiduría, Palabra
O Adonai = Señor poderoso
O Radix = raíz, renuevo de Jesé (padre de David)
O Clavis = llave de David, que abre y cierra
O Oriens = oriente, sol, luz
O Rex = rey de paz
O Emmanuel = Dios-con-nosotros
Leídas en sentido inverso las iniciales latinas de la primera palabra después de la «O», dan el acróstico «ero cras», que significa «vendré mañana», que es como la respuesta del Mesías a la súplica de sus fieles.
23 DE DICIEMBRE OH, ENMANUEL,
REY Y LEGISLADOR NUESTRO, VEN A SALVARNOS, SEÑOR, DIOS NUESTRO.
Isaías profetiza que una virgen quedará encinta y tendrá un hijo llamado Enmanuel, que se traduce “Dios-con-nosotros” (Is 7,14). El anuncio que hace San Gabriel a la Virgen María abunda en esa idea: “el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios” (Lc 1,35). Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos: ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.
OH DIOS CON NOSOTROS
El título “Emmanuel” señala la categoría, el escalafón de quien nos visita: Dios mismo. En la historia de la salvación Dios se había hecho presente a través de criaturas En el momento de la Encarnación, el Señor mismo honra a la humanidad con su visita. No envía a nadie con un rango menor. Y por lo tanto, viene a estar con nosotros la persona de más alto rango posible. Nadie más grande que Dios, y nadie quien pueda honrar más a la raza humana que Dios mismo en persona. Reconociendo su dignidad, nos sentimos honrados, valorados, amados.
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