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sábado, 3 de agosto de 2024

MANDO DECAPITAR A JUAN

 “ Mandó decapitar a Juan ”

En aquel tiempo, oyó el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus cortesanos: «Ese es Juan el Bautista, que




Al escuchar la cobardía de Herodes frente a la petición de la hija de Herodías, nos queda una sensación de amargura y hastío porque sabemos que, a pesar de tenerlo encerrado, Herodes no quería matar a Juan el Bautista.

Juan bautista es el verdadero profeta que anuncia la verdad ante el mismo rey Herodes: “No te es lícito tener la mujer de tu hermano”. Y, naturalmente, las verdades duelen. Pronto llega la ocasión de la venganza. Juan está en la cárcel, pero la verdad no está encarcelada.

En la cárcel le cortan la cabeza, pero no por eso deja de hablar. Cuando el verdadero profeta muere, toda su vida se convierte en profecía. Su predicación ya no se circunscribe al espacio y al tiempo en que le toca vivir, sino que se prolonga a lo largo del tiempo. 

 Hoy, Juan Bautista nos sigue hablando y su testimonio es actual para nosotros y será válido de generación en generación. Juan Bautista era el precursor de Jesús, el que iba por delante preparándole el camino. Por eso la muerte de Juan anuncia y prepara la muerte de Jesús. 

El falso profeta, el que no se expone, no se compromete, no se arriesga, dice palabras huecas, vacías, y éstas terminan con su muerte. El verdadero profeta muere, pero no muere su mensaje, ni el testimonio de su vida.


ha resucitado de entre los muertos, y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él».

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