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martes, 11 de enero de 2022

CUATRO PRIMEROS DISCIPULOS

 CICLO C

L SANTO EVANGELIO SEGÚN MARCOS (1, 14-20) 

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio».



Convertíos y creed en el Evangelio

 La primera palabra de Jesús en este lunes primero del tiempo ordinario te invita a cambiar de vida. Eso es la conversión. El reino de Dios está llegando: un reino diferente al de los hombres, al de las cosas a las que nos atamos, al de las ideas a que nos aferramos, es un reino de gracia y de perdón, por eso la primera muestra de que está entre nosotros, de que está llegando, de que está instalado en el corazón es la conversión. 

Que es tanto como renunciar al pecado. En toda su crudeza. El pecado de querer ser como Dios, artífice de tu propia vida, discurrir por dónde te place y dónde no caminar, hacer que todo se amolde a tu plan preconcebido, bajo control para que nada ni nadie nos desbarate la sensación de llevar las riendas. 





Pero lo primero que te está pidiendo Jesús es convertirte, abandonar el pecado, dejar de lado tus propios planes y dejarte recostar en su regazo, abandonarte a su gracia que todo lo puede.

 El Señor desea nuestro bien, desde allí nos ofrece la invitación a cambiar, nos llama a la conversión, porque nos ama, el Señor quiere lo mejor para cada uno de nosotros. Nos recuerda que “Está cerca el Reino de Dios”. 

Que abramos mucho nuestros ojos para detectar su presencia, que tenemos huellas, semillas… del Reino. Que nos podemos estar perdiendo el gran tesoro que Él nos ofrece ya que es muy fácil descuidarse y permanecer sin acoger su invitación.



 La narración de las cuatro primeras vocaciones.


 Con la invitación realizada a los discípulos: Simón, Andrés, Santiago y Juan. Nos recuerda que ser discípulo suyo, es hacer nuestra la invitación que les hizo a ellos: “Venid conmigo y os haré pescadores de hombres”. 

Primeramente: “Venid conmigo”, necesitamos encontrar nuestro descanso en el Señor, necesitamos apoyarnos más en Él, aquí iremos viendo que nos falta vida de oración, que andamos faltos de raticos de intimidad con Él, que nos iría muchísimo mejor si contáramos cada vez más con Él, no hacer nada sin Él, sabiendo lo que en más de una ocasión les recordó a los discípulos: “Sin Mí no podéis hacer nada”. 

Todo con Él, por Él y nada sin Él.



La llamada y vocación de los cuatro primeros discípulos es un ejemplo de la actitud que hay que adoptar ante la Palabra de Dios, pues Dios y su obra solicita nuestra respuesta personal, una respuesta que se compone de conversión (cambiar de mentalidad y de orientación de nuestros pasos) y de adhesión de fe a la alegre noticia.

 Si conocieras el don de Dios, tú mismo se lo reclamarías.




A NOSOTROS

las lecturas de estos dias nos pone en camino con Jesús, "detrás" de Él, a fin de ir descubriendo, de una manera progresiva, su misterio y nuestra auténtica identidad. 

Convertirnos.... tener otra versión de la vida, si nos dejamos arrastrar por el evangelio somos hermanos y de lo contrario si nos dejamos arrastrar por el mundo somos adversarios,

 Hoy Dios nos sigue llamando: "Se ha cumplido el plazo", es preciso aprovechar la ocasión de gracia. "Está llegando el Reino de Dios". A nosotros nos corresponde elegir si entramos o no en Él: "Ellos dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron"

¿ de que tenemos que convertirnos?


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