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viernes, 20 de noviembre de 2020

JESÚS EXPULSA A LOS VENDEDORES DEL TEMPLO



 Galilea, en tiempo de Jesús, era una región rica. Como todas las ciudades o aldeas palestinas, poseía una sinagoga. En Jerusalén había unas 450, además del Templo. El interior de este templo estaban separados entre hombres y mujeres. Aproximándose la fiesta de la Pascua, Jesús se dirigió con sus discípulos a Jerusalén. Todo judío era obligado a participar de esa fiesta en el Templo de la Ciudad Santa. 





El edificio contaba con tres patios, uno para los sacerdotes, y los dos restantes, como hemos comentado, para los hombres y las mujeres. En medio de estos espacios, se encontraba el Patio de los Gentiles. 

El Templo debía estar rodeado de una cantidad de servicios necesarios para la realización de las ceremonias y sacrificios.





 Debía tener una serie de puestos de venta, donde se vendía de todo lo necesario para el culto: animales para los sacrificios, puestos de monedas para el cambio por la moneda oficial del templo; y se fueron añadiendo otras muchas cosas, pues los comerciantes aprovechaban la multitud, que siempre había alrededor del templo, para ofrecerles recuerdos y toda suerte de baratijas. Estos puestos habían llegado a invadir el primero de los atrios del templo. Algo parecido a la aglomeración de ambulantes que vemos en muchas calles populares, con el agravante de que, en este caso, invadían terreno sagrado.


Expulsión de los mercaderes del Templo, de El Greco, 1600.

 Al entrar en el Patio de los Gentiles, el Divino Maestro observó cómo un gran número de personas vendían aves, animales y cambistas de monedas, haciendo un alboroto anti sacral. Por ello, fabricó un látigo de cuerdas para expulsar a todos del Templo, junto a los animales. Además, esparció las monedas y derrumbó las mesas de los cambistas: “No hagáis de la Casa de mi Padre una casa de comercio”, afirmó. 


Expulsión de los mercaderes del Templo, de Giovanni Paolo Pannini.

 Dos años más tarde el Señor vivió un segundo episodio similar, teniendo que expulsar nuevamente del Templo a los que compraban y vendían, lo que es contado como uno de sus mayores milagros. Pues, aunque en otras ocasiones lo hubiesen menospreciado, en esta ocasión todos huyeron sin defenderse, a pesar de ser muchos. Él sólo expulsó a todos, armado apenas de unos cordeles. Los expulsó porque, con sus compras y ventas, deshonraban al Padre exactamente en el lugar donde Él debía ser mas honrado.


Scarsellino - Conducción de los comerciantes del templo

 Volvió a derribar las mesas de los que cambiaban las monedas y los estantes de los vendedores de palomas. Y les dijo: Está escrito: "Mi casa será llamada casa de oración. Vos sin embargo, hicisteis de ella un centro de ladrones". 


Jesús toma posesión del Templo  Lc(19,45-46)

En Lucas como en Mateo, el episodio de los vendedores del Templo tuvo lugar el mismo día de la entrada triunfal a Jerusalén. En esta forma, su presencia en el Templo es la culminación del día.





Entró en el Templo y comenzó a echar fuera a los que vendían, diciéndoles:“Está escrito: Mi Casa será Casa de oración. ¡Pero vosotros la habéis hecho una cueva de bandidos!


El Greco

Juan 2, 13-25 

Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas en sus puestos. Entonces hizo un látigo con cuerdas, echó a todos fuera del Templo, con las ovejas y los bueyes, desparramó el dinero de los cambistas y les volcó las mesas; y dijo a los vendedores de palomas: «Quitad esto de aquí. No convirtáis la casa de mi Padre en un mercado.» 

Museo del Prado

Cuando Jesús arrebatado por la honra de Dios, toma la iniciativa de expulsar a estos mercaderes, para preservar la pureza del templo, lo que quiere hacer entender es que todo el concepto mismo de Dios, templo y religión debían ser purificados.



La P
urificación del Templo, El Greco....................Iglesia de San Gines de Madrid


Así que esta purificación del templo, lo que quiere significar es la purificación de todo el culto a Dios, el nuevo culto que quería establecer Jesús. Y que supone lo siguiente: es fundamental que a Dios se entregue la persona entera; no basta con ofrecerle sacrificios rituales. El único verdadero sacrificio que es agradable a Dios es la totalidad de la entrega de una persona, que lo ama, y se decide por Dios hasta llamarlo Padre, y pedirle que en todo se haga su voluntad.

Expulsión de los mercaderes del Templo, Giambattista Tiepolo, 1730

 Este nuevo culto supone que se mira al prójimo, a todo prójimo como a un hermano. Ya no hay límites territoriales ni étnicos, para ver quién es mi prójimo. Ni tengo que comerciar con mis servicios; de modo que sea generoso con todos y no sólo con quienes me pueden retribuir.


Francesco Bassano

Estas y otras cosas son las que Jesús quiere que nos queden claras. Es lo que significa la purificación del templo. Jesús quiere purificar toda la forme de religión que entonces practicaban en Israel y que, a veces, hoy seguimos practicando. Jesús debería entrar en el templo de nuestro propio corazón, para expulsar todos los mercaderes que llevamos dentro.


Óleo sobre lienzo. 73,2 x 98,4 cm Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid Nº INV. 311 (1976.11) SALA 16 Giovanni Paolo Panini

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