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martes, 16 de enero de 2024

SAN JUAQUÍN Y SANTA ANA , PINTURAS


ABRAZO DE SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA EN LA PUERTA DORADA



Retablo de la iglesia de Santa Ana de Triana. Pedro de Campaña
1550 - 1556. Escuela renacentista sevillana.

 Tras treinta días de viaje de regreso de San Joaquín con sus rebaños a la ciudad de Jerusalén, el mismo arcángel volvió a presentarse a Santa Ana mientras estaba orando en su casa y le indicó que fuera al encuentro de su marido a la llamada Puerta Dorada a la entrada de Jerusalén, lugar donde se produjo el encuentro de los dos esposos, siendo éste el momento en que la Iglesia Católica, anterior al Concilio de Trento, sitúa la concepción inmaculada de la Virgen María.


Giotto

El Abrazo de los padres de la Virgen explica la concepción de María en el seno de su madre, con la unión mística de los esposos, sin mediar cópula carnal.

Temple sobre tabla del Maestro de la Puerta Dorada, ca. 1370-1390.

 El concepto de la transmisión del pecado original por la concupiscencia, que en los apócrifos no se plantea ni aun a nivel especulativo, como hará después la escolástica medieval, predispuso a buscar una salida milagrosa en que María fuese concebida sin la relación carnal de sus padres.


Maestro de la Vida de la Virgen, finales del siglo XV.

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