MADRID
El cartel publicitario de este año, corresponde a un detalle del cuadro de la Inmaculada Concepción de Francisco de Zurbarán, pintado entre 1628 y 1630, que se encuentra en el Museo Nacional del Prado.
tendrán lugar especialmente tres Vigilias diocesanas:
Catedral de la Almudena
Monseñor Osoro recuerda que «María, con su sí, abrió el Cielo en esta tierra» en la Gran Vigilia de la Inmaculada
Ella da la respuesta: nos enseña a cantar un cántico nuevo. Ella es maestra. María es la Madre de Misericordia, la que entrega a esta tierra la misericordia, la desmedida del amor de Dios», ha aseverado el arzobispo, para luego concluir que ahí nace «nuestra gran misión». La Virgen, según ha remarcado, «es Madre de Misericordia en todas las circunstancias»; «nos dice dónde se encuentra la Gloria y alabanza». «Decimos a María que nos ayude para decir a Dios sí, siempre a Dios sí, nunca a Dios no. Tenemos que decir no a todo aquello que no nos lleva a tener la riqueza que tan plenamente vivió la Inmaculada Concepción».
en la Basílica de la Merced (c/General Moscardó, 23)
y en el Santuario de María Auxiliadora (Ronda de Atocha, 25).
Todas empezarán a las 9 de la noche y en ellas tendrán especial significado la juventud y la familia.
En esta ocasión, el lema será: “Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 5).
Ante la persistente crisis de valores humanos, familiares y religiosos, la Virgen, como solución a estos problemas, nos exhorta a que a que se haga lo que Jesús diga. Y Él dice: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16, 15). Renunciar a nuestros egoísmos y comodidades, salir a las calles y anunciar la Nueva Noticia. De esta manera, dicen los organizadores, se encontrará la paz y la felicidad que tanto se anhela, y se contribuirá a crear un mundo mejor.
GRANADA
BURGOS
Un año más, la parroquia de San Lesmes volvió a ser el escenario donde se desarrolló la vigilia de la Inmaculada, presidida por primera vez por el nuevo arzobispo, FIdel Herráez Vegas.
«Un Dios tan bueno que no nos merecemos»
En la víspera de la inauguración mundial del Año de la Misericordia y siguiendo las palabras del papa Francisco en la bula de convocación del jubileo «Misericordiae Vultus», la vigilia fue desgranando los misterios del rosario, dirigidos por una religiosa y miembros de la asociación Promoción Solidaria, el Movimiento Familiar Cristiano, Encuentro Matrimonial y el Camino Neocatecumenal.
Antes de la exposición del Santísimo, el arzobispo pronunció una breve homilía invitando a todos los presentes a «dar gracias a Dios y a nuestra Madre la Virgen». Y es que, para el prelado «una de las formas más bellas de dirigirnos a Dios es dándole gracias» porque, «a pesar de que nosotros quisimos independizarnos de él, él no nos abandonó y preparó el camino de su salvación en María». De ahí que insistiera en dar gracias a la Virgen pues, «¡ay de nosotros si María no hubiera dicho sí!»
«Tenemos un Dios tan bueno –aseguró– que no nos lo merecemos. Dios no nos dejó solos en la miseria, sino que nos salvó haciéndose hombre en María y de María». Un acto de fe que «solo se entiende cuando se saborea y somos plenamente sencillos» y que nos llevará a ser «plenamente felices y compartir nuestra felicidad con los demás».
MADRID
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