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viernes, 26 de junio de 2015

VISTA AL REALEJO ALTO II

IGLESIA DE SAN CECILIO PATRÓN DE GRANADA




 Situada en el Carril de San Cecilio, Barrio del Realejo que fue levantada entre 1524 y 1534.Un paseito por la calle


 Realizada en las primeras décadas del siglo XVI, esta iglesia participa del magnífico paisaje que se puede contemplar en la plaza llamada Campo del Príncipe, viéndose toda una ladera repleta de cármenes.


Su bella portada plateresca queda rodeada por las pinturas que, simulando arquitectura, cubren los muros del templo.



 Aquí a los pies de la torre está el Pilar de la Torre de San Cecilio, es del siglo XIX y de los pocos que hay policromados. Pilar de mármol blanco y pila abombada con dos sencillo caños, a ambos lados una franja de mármol de color salmón así como un rombo que hay entre los caños, le da un toque de color acorde con el resto de la fachada, y termina en un frontón triangular de color salmón y cornisa.



Es sede de ña Hermandad de Los Favores y Misericordia










Pilares de Granada


y antes de volver a la calle molinos reponesmos las fuerzas en uno de los muchos restaurantes de la Plaza


CONVENTO DE LA VIRGEN DE LOS ANGELES

Siglo XVII , de monjas clarisas, tiene una pequeña iglesia con un artesonado de madera y una pequeña cúpula.


 Aquí se encuentra la Seráfica Hermandad de Nuestra Señora de los Ángeles (Patrona de las Vistillas).

Al principio el Hotel más estrecho del mundo Hotel Molinos



PLAZA DE REALEJO



De la plaza del realejo sale la cuesta más larga del barrio la

Cuesta dei Realejo

 y subiendo sus empinadas escaleras, con barandilla, llegamos a los pies del hotel Palace,



 lo que quiere decir a los entornos de la Alambra.


Cuesta del Realejo,
Al principio de esta cuesta está el Pilar de Fuentenueva (pues fue su creador) o Pilar de la Cuesta del Realejo como lo conoce la gente.

 Consta de una pila rectangular realizada con cinco piezas de piedra de Elvira muy bien diferenciadas por la pérdida de parte de la argamasa que las unía. Es ligeramente bulbosa, sin remate superior y con una pequeña base.
 En el frontis se distingue una primera franja lisa donde se colocan los caños de agua sin más decoración que un círculo que encierra el caño central.

 En él hay otra inscripción muy difícil de leer. Por encima de esta franja se sitúan las referidas cartelas, la central enmarcada. Constituyen la única decoración junto con unas esquemáticas y torpes aletas en relieve a los extremos. Coronando el frontis, se coloca un frontón triangular sobre una amplia cornisa y centrando el triángulo, una granada.

 Un viejo pilar renacentista de piedra de dos caños, del siglo XVI, preside el arranque de la cuesta, a las espaldas del Convento de Santa Catalina.

fuente_nueva
Un vistoso azulejo de la Virgen de la Misericordia, iluminada por farolillos típicos, protege esta fuente. La leyenda dice que, en otros tiempos, cada Noche de San Juan, las mozas casamenteras venían a lavarse la cara en este lugar, convencidas de que sus aguas milagrosas las harían más guapas.

En el inmueble se instaló un cenobio de monjas dominicanas, en 1530. Saqueado por los franceses en 1810, pudo subsistir a duras penas hasta 1860, como refugio de religiosos de otros conventos suprimidos. Al exterior, lo único realmente destacable es su portada principal, adintelada y extraordinariamente sencilla, decorada por un escudo de la Orden con la leyenda Veritas, un rosario colgante, una palma y una ramita de olivo.

A través del zaguán, cubierto con un bello alfarje de madera, se accede a un patio distribuidor peristilado y ajardinado, rodeado de arcos de medio punto y columnas toscanas. El convento conserva otros relajantes patios y salas interiores -lamentablemente no visitables turísticamente-, entre ellas una elegante estancia, de gran tamaño, cubierta por un armazón troncopiramidal con exquisitas lacerías mudéjares alternando motivos de aspas y estrellas.

 La iglesia conventual fue construida en 1920, este modesto templo, intimista y sencillo pero extraordinariamente cargado de dulzura, atesora pese a su sencillez algunas esculturas interesantes.

A la izquierda la Cuesta de Santa Catalina



Subiendo la cuesta de Santa Catalina nos encontramos la Puerta del Sol y al final está el exótico y desconocido Lavadero del Sol del siglo XVII.


 Uno de los antiguos lavaderos públicos que en la actualidad se mantienen en el barrio del Realejo, enclavado en la placeta homónima desde la que se tiene una impresionante vista panorámica sobre los tejados de la ciudad baja, en la que destacan especialmente la torre inacabada y la cúpula de la catedral.

 Su denominación procede de su cercanía al primitivo lugar que ocupó la Puerta del Sol árabe, según los vecinos data de época judía y permaneció en servicio hasta 1965, ya que su suministro era atendido por un cañero específico.



 Aparece como un templete cubierto por una armadura de madera a dos aguas reforzada por tirantes internos y protegida al exterior con tejas árabes, estructura que, realizada a imitación de las gráciles obras del siglo XVII, aparece sostenida por seis columnas dóricas procedentes de una ermita desamortizada que existió al Norte de la actual plaza.

 Estos soportes apoyan en otros tantos pedestales rectangulares, unos y otros realizados en piedra de Sierra Elvira (salvo dos de ellos, que han sido rehechos en ladrillo), y todos ellos unidos mediante un poyo bajo de cantos rodados unidos con cemento, que delimita un suelo enlosado con barro cocido en forma de espina de pez en el que se incluyen unos canales de evacuación originales y por tanto muy desgastados.


 Uno de los rincones más encantadores es la Puerta del Sol, antiguo lavadero situado en una bifurcación de calles desde la que se aprecia el barrio con cierta perspectiva que permite desentrañar su trazado.
http://www.besarsengranada.es/el-lavadero-banado-por-el-sol/


  Después de subir y bajar algunas de las cuestas, en bus vuelvo a el centro.

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