Páginas

martes, 2 de abril de 2024

CITA DEL EVANGELIO

 «Mujer, ¿por qué lloras?». 



Los apostoles al ver la tumba vacia vuelven pero María Magdalena  por su ansía de buscar al Señor se queda
María sufre doblemente: ante todo por la muerte de Jesús, y después por la inexplicable desaparición de su cuerpo.

Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto». 

Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. 

Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?». 

Ella, con ojos miopes, responde como corresponde a un hortelano que se interesa por su desazón;

El Evangelio de hoy te muestra que el encuentro con Cristo resucitado cambia las lágrimas en alegría.

Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré». 

Jesús le dice: «María». Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní», que quiere decir “Maestro”».

como María Magdalena, digámosle: —¡Maestro!, abracémonos a sus pies y vayamos a encontrar a nuestros hermanos para decirles: —El Señor ha resucitado y le he visto.



hay un Dios cercano a nosotros que nos llama por nuestro nombre y nos dice: “¡Levántate, deja de llorar, porque he venido a liberarte!”.

No podemos callar: ¡Cristo está vivo! Esto significa que la muerte y el pecado han sido vencidos, que el poder de Dios guía nuestra vida, y que si vivimos y morimos con Él reinaremos. ¡Aleluya! Ha triunfado el amor sobre la muerte.

Que al igual que María Magdalena, quien fue la primera en anunciar el kerigma (Buena nueva), puedas decir como los primeros cristianos: ¡Cristo ha resucitado!, y escuchar: ¡Verdaderamente ha resucitado!

No hay comentarios:

Publicar un comentario