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sábado, 3 de febrero de 2024

ORACIONES DE LA MAÑANA T. ORDINARIO 4,5

 DOMINGO SEXTO



¡LO DESEO TANTO, Y TÚ LO SABES! 

Vivo y, sin darme cuenta, no lo hago como Tú quisieras y avanzo recubierto y disfrazado de las nuevas lepras con las que el mundo me invade. Algunas, te confieso Jesús, hasta las considero virtud Deseo tanto, oh Señor, desprenderme de todo aquello que me hace grande a los ojos del mundo anhelo tanto, oh Señor, curarme de aquello que me impide abrazarte con todas las consecuencias. Tú, Señor, Tú lo sabes todo. SI quieres, Jesús, puedes limpiarme: de la pereza que me paraliza y me convierte en freno y obstáculo de tu Reino Del relativismo que me tranquiliza, adormece y me confunde al dar lo falso por verdadero o a ver lo bueno como malo y lo noble como caduco 

¡DESEO TANTO SEÑOR QUE ME LIMPIES! 

Que te necesite, como el labriego pide el agua para sus campos Que te busque, como el montañero añora las cotas altas Que te desee, como el niño apetece los brazos de su madre Que confíe en Ti, sabiendo que Tú eres médico que nunca falla Ojala, Señor, en mi oración no siempre humilde me presente ante Ti como lo que soy, y a veces olvido: limosnero de la salud que me ofreces pordiosero de tu amor gratuito y desinteresado menesteroso de tus gracias y de tu aliento. Tú, Señor, sabes cuánto…pero cuánto lo quiero Tú, Señor, sabes cuánto….necesito de una limpieza a fondo Javier Leoz

L

te pido Señor, que no me cierre nunca a lo que Tú me dices, a lo que Tú me pides, a lo que Tú me quieres dar. No quiero tener la mirada corta de los fariseos, encerrados en sí mismos y en el modo único y exclusivo de interpretar la ley. Yo quiero tener mi alma siempre abierta a la verdad, no a las verdades de los fariseos: ni los de entonces ni los de ahora, sino a Ti, Señor, que eres la misma Verdad.

M

Han sido testigos del milagro de la multiplicación de los panes y sólo se preocupan de un olvido: se han olvidado de coger pan. Están ahí contigo y sólo se preocupan de comer.

Que tu seas Señor mi primera necesidad y todo lo demás detrás de Ti. 

 Ayúdame, Señor, Haz que yo sepa olvidarme de todo cuando estoy contigo, cuando te tengo a Ti porque tus bienes son los primeros. 

QUINTA SEMANA






¡AY DE MÍ, MI SEÑOR! 

Si descubriéndote pensara que, con tenerte, ya es suficiente. Si, amándote como yo te amo, guardase todo ese caudal de vida y de amor en el cofre de mis propios intereses en el silencio de mi cómoda cobardía. 

¡AY DE MI, MI SEÑOR! Si, sintiéndome tocado por tu mano las mías se cerrasen a los que, sin saber que existes, están llamados a ser más felices porque desconocen que, Tú Señor, los amas antes de conocerte.

 ¡AY DE MI, MI SEÑOR! Si el fuego que arde en mis entrañas lo dejo apagar con el agua de mi tibieza si no lo enciendo con el ardor de mi entusiasmo si permito que, el viento de la pereza, lo reduzca a simples cenizas o vagos recuerdos. 

¡AY DE MI, MI SEÑOR! Si habiendo dado contigo me acobardo por la dureza del mundo y finjo no conocerte, amarte ni seguirte Si habiéndote escuchado tus palabras quedaron en el olvido, ineficaces sin ser brújula de las grandes horas de mi vida 

¡AY DE MI, MI SEÑOR! Si me siento seguro de mi mismo si, lejos de caminar contigo, prefiero caminos y atajos que llevan al precipicio Si creyéndome libre, soy esclavo del mundo Si pensado ser feliz, en el fondo soy desdichado 

¡AY DE MI, MI SEÑOR, SI NO HABLASE DE TI! Cuánto perdería el mundo, por no conocerte Y cuánto perdería yo….por no demostrarte con palabras y obras que es mi deber, antes de cerrar los ojos al mundo, llevarte como la mejor noticia a este mundo que grita no saber quién eres. Amén.

L

eñor, hoy vengo a Ti porque necesito tocar al menos “la orla de tu manto”. Más aún, necesito que me toques por dentro y sanes mi orgullo, mi soberbia, mi vanidad, mi afán de suficiencia. Si sólo pienso en mí, trabajo para mí, me preocupo sólo de mí, me vivo a mí mismo, ya no vivo como Tú quieres que viva. Y yo quiero “ser vivido por Ti”.

M


“Su corazón está lejos”. Lo peor que nos puede ocurrir es tener el corazón lejos de Dios. Tener el corazón cerca es dejar que Dios ocupe el lugar que le corresponde: el corazón como sede de mis sentimientos, mis emociones, mis proyectos, mis ilusiones, es decir, dejar en sus manos toda mi existencia.…

Necesito aferrarme a tu mano  para tener seguridadal caminnar, a tu corazón poorque encuentro el amor, a tu mirada porque veom la luz y

X

Señor, de nuevo estoy a tu lado. Para mí, la oración no es un lujo sino una necesidad. Yo necesito comer y beber; dormir y respirar. Gracias porque también siento necesidad de rezar.

J

La actitud de la griega es una actitud completamente suplicante, llena de fe porque creía que Jesús salvaría a su hija; llena de esperanza porque confiaba que Dios la escucharía y llena de amor porque estaba tirada sobre los pies de Jesús solamente porque amaba a su hija.

Jesús le pide que vuelva a su casa porque su hija está curada. Aquella mujer, llena de fe, confió en la Palabra del Señor y así sucedió. Una invitación a qeu también pidamos con fe, pero sobre todo a que nosotros confiemos cada día en la Palabra del Señor.

V

M abro a ti Señor 

Abre mis oídos para oírte Abre mis ojos para verte Abre mi paladar para que te guste Abre mi corazón para que te amemos

Abre mi alma para que te acoja Abre mis manos para dar servicio a los demás.

S

Señor, tú que te compadecías de los hambrientos, de los pobres, de los enfermos, eres el mismo que entonces: sientes compasión por todos los que sufren. Tu corazón no puede cambiar. Vengo a que me cambies el mío. Que todo el bien que hoy pueda hacer a mis hermanos salga de mi corazón enternecido.

CUARTA SEMANA





SIN TI, NADA OH DIOS ¡Sorpréndeme, oh Padre! Para que, dejándome guiar y llevar por Ti Tú, sólo Tú, seas el soplo que conduzca y empuje el navío de mis días ¡Sal a mi encuentro, con tus brazos abiertos! Y, apreciando tu presencia, nunca me falte tu aliento en mis pasos tu Palabra en mis débiles obras tu consejo en las noches de incertidumbres ¡Necesito tanto tu autoridad, Señor! Saber que me acompañas en mis luchas Creer que me arropas en mis proyectos 

SIN TI, NADA, OH DIOS Y CONTIGO TODO 

Eres la fuente de mi inspiración la semilla que, mis manos, dejan en el surco La llama viva con la cual intento prender el mundo El amor infinito que pone al descubierto el mío limitado, cerrado e interesado Eres, oh Dios, el dueño de la existencia Aquel que en el silencio habla y en el amor tiene su último y mejor mensaje Aquel que, cuando se le llama, tarde o temprano responde Aquel que, cuando se le arroja fuera del mundo, sigue aguardando el retorno con manos tendidas y abiertas 

¡SIN TI NADA, OH DIOS! Ayúdanos, Dios y Padre, que estás en el cielo a sacar de nosotros aquello que nos paraliza A dinamitar los muros que nos apartan de Ti A expulsar el maligno que, en lucha encarnizada, nos quiere para infierno y no para el cielo. ¡SIN TI NADA, OH DIOS! Y contigo, lo podemos hacer todo…Señor.

L

Señor, ayúdame en este rato de oración a conocerme más a mí mismo, a descubrir el misterio de mi persona. Hay fuerzas malévolas que tiran de mí, que me arrastran al mal. Pero sé que, estando contigo, yo podré vencerlas. El mal que hay en mí no puede apoderarse del bien que Tú pones dentro de mí. Yo sé que “sin Ti yo no puedo nada” (Jn. 15, 5), pero también sé que contigo lo puedo todo (Fil. 4,13). Ayúdame a desconfiar de mí mismo y a poner toda mi confianza en Ti.

M

Señor, tú te has manifestado hoy como el “Dios de la vida”. Quieres que tengamos vida, pero vida en plenitud. Quieres que vivamos y disfrutemos de la vida. Quieres que no vivíamos con miedos o esclavitudes. Quieres que vivamos felices. ¡Gracias, Señor!

X

Impón Señor yus manos en mi cabeza para que funcione mejor,en mis ojos para que vea mejor, en mis oidos y tacto para que  mis sentidos funcionen mejor, Gracias poor tanto señor.

J

Estoy sin nada Señor pata Ti mi corazón abierto y mi  alma dirigida a Ti.

Señor la desnudez de mi corazon para amarte y la de mi alma para acogerte poorque eres el Señor y el Rey de mi vida......Amor de mis amores.

V

Descansamos cuando estamos con las personas que amamos: descansa el niño en los brazos de su madre y el amigo con el amigo y el esposo con su esposa. Y el hombre -varón y mujer- descansa con su Dios. “Nos has hecho, Señor, para Ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en Ti” (San Agustín).

S

El Evangelio de hoy invita a que busques en lo más profundo de tu corazón y te recojas en silencio, para que descanses de lo cotidiano – “Vengan aparte, ustedes solos, a un lugar solitario, y descansen un poco” – Dios conoce tus afanes, por eso cuando te invita, puedes sentir que Él camina contigo, te lleva a un encuentro contigo mismo; y esto es posible recogiéndote, alejándote del ruido cotidiano para que puedas escuchar el sonido del silencio.

Concédeme, Señor, poder expresarte todo lo que hay en mí y que sea dócil a lo que me pides.

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