UNA VENTANA ABIERTA AL ARTE RELIGIOSO,FIESTAS, TRADICIONES,SEMANA SANTA Y MÁS COSAS RELACIONADAS CON MI PUEBLO,SIRUELA.PARA QUE MIS HIJOS Y SOBRINOS SIEMPRE LO RECUERDEN Y DEDICADA AL COFRADE DE LA FAMILIA, HERMANA, AMIGOS Y VECINOS.
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jueves, 30 de noviembre de 2023
BANDERA DE LA CRUZ DE BORGOÑA
INMEDIATAMENTE DEJARON LAS NAVES Y LE SIGUIERON
Evangelio según san Mateo (4,18-22)
En aquel tiempo, pasando Jesús junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, su hermano, que estaban echando el copo en el lago, pues eran pescadores. Les dijo: «Venid y seguidme, y os haré pescadores de hombres.»
miércoles, 29 de noviembre de 2023
30 DE NOVIEMBRE: FESTIVIDAD DE SAN ANDRES
Nació en Betsaida, población de Galilea situada a orillas del lago de Genezaret. Era hijo del pescador Jonás y hermano (le Sinmón Pedro. La Sagrada Escritura no especifica si era mayor o menor que éste. La familia tenía una casa en Cafarnaún y en ella se alojaba Jesús cuando predicaba en esa ciudad.
DISCÍPULO DE JUAN EL BAUTISTA
Cuando San Juan Bautista empezó a predicar la penitencia, Andrés se hizo discípulo suyo. Precisamente estaba con su maestro, cuando Juan Bautista, después de haber bautizado a Jesús, le vio pasar y exclamó: "¡He ahí al cordero de Dios!"
Andrés recibió luz del cielo para comprender esas palabras misteriosas. Inmediatamente, él y otro discípulo del Bautista siguieron a Jesús, el cual los percibió con los ojos del Espíritu antes de verlos con los del cuerpo. Volviéndose, pues, hacia ellos, les dijo: "¿Qué buscáis?" Ellos respondieron que querían saber dónde vivía y Jesús les pidió que le acompañasen a su morada.
APÓSTOL DE JESÚS
Andrés y sus compañeros pasaron con Jesús las dos horas que quedaban del día. Andrés comprendió claramente que Jesús era el Mesías y, desde aquel instante, resolvió seguirle. Así pues, fue el primer discípulo de Jesús. Por ello los griegos le llaman "Proclete" (el primer llamado). Andrés llevó más tarde a su hermano a conocer a Jesús, quien le tomó al punto por discípulo, le dio el nombre de Pedro. Desde entonces, Andrés y Pedro fueron discípulos de Jesús.
Al principio no le seguían constantemente, como habían de hacerlo más tarde, pero iban a escucharle siempre que podían y luego regresaban al lado de su familia a ocuparse de sus negocios. Cuando el Salvador volvió a Galilea, encontró a Pedro y Andrés pescando en el lago y los llamó definitivamente al ministerio apostólico, anunciándoles que haría de ellos pescadores de hombres. Abandonaron inmediatamente sus redes para seguirle y ya no volvieron a separarse de EI.
AI año siguiente, nuestro Señor eligió a los doce Apóstoles; el nombre de Andrés figura entre los cuatro primeros en las listas del Evangelio.
El día de la multiplicación de los panes y los peces, fue Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los panes y los peces. Presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escucho, uno a uno, sus sermones. Vivió junto a Jesús durante los tres años de vida pública.
DESPUÉS DE PENTÉCOSTES
De acuerdo con la tradición, San Andrés le correspondió la evangelización de Escitia, lo que sería la actual Rusia.
Estando ahí, un ángel se le apareció para instarlo a que fuera a buscar a San Mateo, y de inmediato viajó a Etiopía, donde su compañero estaba en prisión y había sido privado de la vista.
Cuando San Andrés llegó, las puertas de la cárcel y de la celda se abrieron ante él; luego se arrodilló ante San Mateo, y gracias a sus rezos fervorosos San Mateo recuperó la visión.
Según las referencias de Orígenes, San Andrés predicó en Grecia y en el Cáucaso. Fue el primer obispo de Bizancio, y por eso la Iglesia Ortodoxa Griega lo considera cabeza de su congregación, lo mismo que San Pedro es para la Iglesia Católica.
En Macedonia, fue aprehendido por el procónsul Quirino, bajo acusación de promover el desacato de la religión romana. San Andrés fue arrojado a las fieras, pero éstas lo respetaron y él consiguió escapar.
En Patrás, Grecia, sanó de una enfermedad a Maximila, la esposa del procónsul Egeas, y la convirtió al cristianismo; sin embargo, por desacato al emperador el funcionario lo mandó azotar y luego atar a una crux decussata, o cruz con forma de equis, que por eso se conoce como “cruz de San Andrés”.
El apóstol falleció al tercer día, y supuestamente durante este tiempo predicó el mensaje de Cristo a todos los que pasaban por ahí.
En tiempos del emperador Constancio II (+361), las presuntas reliquias de San Andrés fueron trasladadas de Patras a la iglesia de los Apóstoles, en Constantinopla. Los cruzados tomaron Constantinopla en 1204, y, poco después las reliquias fueron robadas y trasladadas a la catedral de Amalfi, en Italia.
Aquí, catedral de Amalfi, se conserva el cuerpo.
En cambio, la cabeza conservada en Patras, que en 1460 corría el peligro de caer en las manos de los turcos que avanzaban en la conquista de la Acaia, llegó con una solemne ceremonia a Roma en 1462, traída a petición del papa Pío II por Tomás Paleólogo tirano de Morea en fuga, y fue conservada en San Pedro (en la columna llamada de San Andrés)
hasta junio de 1964, cuando por voluntad de Pablo VI fue devuelta en señal de amistad hacia la Iglesia ortodoxa al obispo metropolitano de Patras,
iglesia de San Andrés de Patras
donde hoy se conserva en la iglesia dedicada a san Andrés, edificada en el lugar que la tradición señala como el de su martirio.
Reliquia de San Andrés
En 1969, Pablo VI entregó también una reliquia de san Andrés a la Catedral de Santa María de Edimburgo, donde se venera con otra donada por el arzobispo de Amalfi en 1879, tras el restablecimiento de la jerarquía católica en Escocia.
SAN SATURNINO
Hoy, 29 de Noviembre, se celebra la festividad de San Saturnino, el cual es el Patrón de Pamplona
San Saturnino de Tolosa (m. ca. 257, Tolosa, Galia), también llamado Serenín, Sernin o Cernin, fue un misionero romano que predicó en las Galias, el Pirineo y la península ibérica.
Fue el primer obispo de Tolosa (la actual Toulouse), donde fue martirizado por los paganos, según las Actas de Surio, aunque otros testimonios, conocidos como las Actas de San Saturnino lo sitúan en el siglo i.
Vida
Según las Actas de Surio, Saturnino predicó en Aquitania durante el Consulado de Gracio y Decio, en el siglo iii.
En Tolosa convirtió a Honesto, quien se unió a él en el trabajo de misionero; en Carcassonne, el prefecto Rufino los encarceló, pero fueron liberados por un ángel. Honesto fue a predicar a Pompaelo (la actual Pamplona).
Tras debatir con el senador pagano Firmo, hizo llamar a Saturnino. Saturnino y Honesto convirtieron y bautizaron a varios paganos de la ciudad, entre ellos Firmo y su esposa (bautizados por Saturnino) y el hijo de ambos, Fermín, quien luego sería a su vez obispo de Amiens. Martirio
Martirio
Tumba de Saturnino de Tolosa en basílica de San Sernín.
La Passio Saturnini cuenta que Saturnino, habiendo sido nombrado obispo, llegó a Toulouse (Francia) en el año 250, bajo el consulado romano de Decio y Grato. En aquella época, en la Galia había todavía muy pocas comunidades cristianas y Saturnino llegó para predicar y convertir a los ciudadanos de aquel lugar.
En la ciudad había un templo erigido por los romanos y consagrado a su dios Júpiter Capitolino. Saturnino tenía que pasar cada día por delante de dicho templo para llegar a un pequeño oratorio donde ejercía su catequesis. Parece ser que durante algún tiempo, Júpiter se mostraba mudo ante las peticiones de las gentes que creían en él y empezó a correrse el rumor de que el responsable de tal hecho era el obispo Saturnino.
La multitud se alteró por este motivo y un día le esperó y al pasar por allí, rodeándole amenazadora, quiso imponerle el sacrificio de un toro al dios romano. Ante su negativa y enfurecidos, ataron al obispo al toro que debía ser sacrificado y le picaron para que corriera por las escalinatas del Capitolio.
El cuerpo de Saturnino fue despedazándose a lo largo de la carrera del animal. Cuando paró la espantada, allí quedó abandonado, hasta que unas piadosas mujeres lo recogieron y lo enterraron en una fosa muy profunda.
Un siglo después, fue descubierta su tumba y allí mismo construyeron una pequeña capilla con sus reliquias. Con el tiempo se perdió dicha capilla y también su recuerdo; posteriormente uno de sus sucesores encontró el lugar.
Los testimonios históricos fiables de su culto en Pamplona datan de finales del siglo XI, cuando se instalaron numerosos pobladores francos, que construyeron una iglesia bajo su advocación y a su alrededor se formó uno de los tres barrios importantes, el llamado Burgo de San Serenín o Burgo de San Cernin.
Frente a la puerta de dicha iglesia hay una plancha de bronce que está tapando un pozo. Se cuenta que San Saturnino bautizó con el agua de ese pozo a los primeros cristianos pamploneses, incluido San Fermín.
Su fiesta se celebra el 29 de noviembre.
Es patrón de las poblaciones españolas de Pamplona, San Sadurní de Noya, San Saturnino de Osormot, Sant Sadurní de l'Heura, Montornès del Vallès, Montmajor, Artajona y Ventosa.
El escudo de Montmajor muestra una mitra y un báculo de obispo, y un toro sobre fondo de gules.
martes, 28 de noviembre de 2023
REPRESENTACION DE LOS EVANGELISTAS
¿Por qué a los 4 evangelistas se les representan como a un ángel, un león, un buey y un águila?
Evangelistas y tetramorfos
Lucas se ha simbolizado mediante un buey o un toro porque su evangelio comienza con la visión de Zacarías en el Templo, donde se sacrificaban animales como bueyes, terneros y ovejas.
lunes, 27 de noviembre de 2023
FIESTA DE CRISTO REY
PROCESION DE LA SOLEMNE FIESTA DE CRISTO REY
Procesión por la plaza, rezando estación en las dos mesas preparadas:
la parroquia
la RR MM Clarisas
HONOR Y GLORIA A CRISTO REY
"Nació en una pequeña aldea, hijo de una mujer del campo. Creció en otra ciudad donde trabajó como carpintero hasta que tuvo 30 años. Después, y durante tres años, fue predicador ambulante.
Nunca escribió un libro. Nunca tuvo un cargo público. Nunca tuvo familia o casa. Nunca fue a la universidad. Nunca viajó a más de trescientos kilómetros de su lugar de nacimiento. Nunca hizo nada de lo que se asocia con grandeza.
No tenía más credenciales que él mismo. Tenía sólo treinta y tres años cuando la opinión pública se volvió en su contra Sus amigos le abandonaron. Fue entregado a sus enemigos, e hicieron mofa de él en un juicio.
Fue crucificado entre dos ladrones. Mientras agonizaba preguntando a Dios por qué le había abandonado, sus verdugos se jugaron sus vestiduras, la única posesión que tenía. Cuando murió fue enterrado en una tumba prestada por un amigo.
Han pasado veinte siglos, y hoy es figura central de nuestro mundo, factor decisivo del progreso de la humanidad. Ninguno de los ejércitos que marcharon, ninguna de las armadas que navegaron, ninguno de los parlamentos que se reunieron, ninguno de los reyes que reinaron, ni todos ellos juntos, han cambiado tanto la vida del hombre en la tierra como esta Vida solitaria de Jesús el Nazareno".
VUELTA A LA IGLESIA
ORACIÓN
Os invito, en esta fiesta de su reinado, a recorrer afectivamente tantos momento de gracia, desprendidos desde la cruz para adentrarnos en el misterio del amor de Cristo.
El misterio de Dios hecho amor en la locura de la cruz.
Ese fue su trono; la Cruz
Ese fue su traje; de púrpura rasgada
Ese fue su centro; caña débil y de burla
Esa fue su corona; de espinas en cabeza clavada
¡Qué Rey ! Nunca tan grande verdad fue por la humanidad rechazada Hoy...la historia se repite en muchos lugares.
domingo, 26 de noviembre de 2023
JESUS REY DEL UNIVERSO
evangelio según san Mateo (25,31-46)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante él todas las naciones.
Al final de este año litúrgico, con la fiesta de Cristo Rey, el Señor Jesús acaba de descorrer el velo que nos ocultaba a Dios y nos da una última clave, definitiva, para saber cómo piensa, por qué hace lo que hace, y qué es lo que espera de nosotros.
Cristo se presenta como Rey, pero que no nos confunda el término, es un rey muy desconcertante, pues reina sirviendo. Solo hay que mirar su vida: un rey de manos atadas frente a Pilato; un rey que rechaza como una tentación el camino del triunfo y del dominio;
un rey que se esconde cuando una multitud enardecida quiere aclamarlo y, sin embargo, sale al encuentro de los que vienen aprenderle;
un rey que, cuando quiere dejar a los que le siguen una imagen que resuma su vida entera y su doctrina, no encuentra otra que la de echarse al suelo para lavarle los pies;
un rey-crucificado que, en el umbral mismo de la muerte, no se le ocurre más que prometer la Vida al ladrón que está muriendo junto a Él...
Se trata, ciertamente de un rey desconcertante.
En esta fiesta de Cristo Rey el evangelio nos dan la clave definitiva: al final de los tiempos el criterio último que decidirá si caemos a su izquierda o a su derecha, si hemos acertado o errado en el camino, si podemos respirar tranquilos o empieza el “castigo eterno”, no es otro que el amor. Jesús nos va a medir a todos por el mismo rasero: el amor que le hayamos tenido.
Y si alguien, todavía desorientado, le pregunta:¿dónde estás, Señor, para que te ame?¿cómo te puedo expresar mi amor?
Jesus va y se identifica con los más necesitados de amor, con los que nadie quiere, con los que todo el mundo pisotea y nos dice: ama a éstos y, en ellos, me estarás amando a Mi.
Hoy despedimos el año litúrgico con esta luz tan clara y con un programa de vida tan concreto: si queremos llegar a la vida, no hay más camino que el amor a Dios, hecho carne en el hermano.
¡Feliz fiesta de Cristo Rey!
viernes, 24 de noviembre de 2023
SOLEMNIDAD DE CRISTO REY
Con la fiesta de Cristo Rey se concluye el año litúrgico. Se celebra el último domingo del Calendario litúrgico.
Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz
La Fiesta de Cristo Rey es una festividad religiosa que originalmente fue promulgada por el Romano Pontífice Pío XI el día 11 de diciembre de 1925 a través de su encíclica Quas Primas, al conmemorar un año Jubilar, el XVI centenario del I Concilio Ecuménico de Nicea
(que definió y proclamó el dogma de la consubstancialidad del Hijo Unigénito con el Padre, además de incluir las palabras...y su reino no tendrá fin, en el Símbolo o "Credo Apostólico", promulgando así la real dignidad de Cristo) estableciendo para su celebración el último domingo de octubre, es decir el inmediatamente anterior al día de Todos los Santos (1 de noviembre).3
Tras el Concilio Vaticano II y la reforma litúrgica de Pablo VI en 1969, la fiesta cambia de significado y de nombre, llamándose Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, y pasando a celebrarse al último domingo del Año litúrgico del rito romano.
Por lo tanto, su fecha varía u oscila entre los días 20 y 26 de noviembre.
El sacerdote catalán José Gras y Granollers, preceptor de los hijos de los marqueses de Peñaflor y fundador de las Hijas de Cristo Rey, celebró en la parroquia de Santa María de Écija un triduo solemne a la Realeza de Cristo, siendo éste el primer culto público en el mundo que se realizó en honor a Cristo Rey
Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin.
Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio.
Su reino se hizo presente en la tierra a partir de su venida al mundo hace casi dos mil años.
En la fiesta de Cristo Rey celebramos que Cristo puede empezar a reinar en nuestros corazones en el momento en que nosotros se lo permitamos, y así el Reino de Dios puede hacerse presente en nuestra vida.
De esta forma vamos instaurando desde ahora el Reino de Cristo en nosotros mismos y en nuestros hogares, empresas y ambiente.
DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
SÁBADO
“ No es Dios de muertos, sino de vivos ”
«No es Dios de muertos, sino de vivos: por que para Él todos están vivos». Con esta afirmación, Jesús nos recuerda que la muerte no tiene la última palabra en nuestras vidas, sino que todos estamos llamados a una vida resucitada con Él. Pues Dios Padre que nos ama profundamente, nos ha creado para la vida y no para la muerte. Y la vida que nos espera, es la vida en Dios: donde todo llega a su plenitud y todo queda transformado.
según san Lucas 20,27-40
En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y dé descendencia a su hermano». Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».
Jesús les dijo: «En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre ¡os muertos no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio.
Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección. Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”.
No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos». Intervinieron unos escribas: «Bien dicho, Maestro».
Si bien la muerte es una realidad en nuestras vidas que todos pasaremos, sabemos por la fe que no es nuestro destino final, como creían los saduceos. Porque Cristo con su pasión ha destruido la muerte de una vez para siempre; gracias a ÉL la muerte y el pecado ya no tienen ningún poder sobre nosotros. Por Jesús, todos estamos llamados a ser partícipes de la resurrección y del mundo futuro. Pues Él por puro amor nos hizo dignos de esta gracia.
Señor, tu que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
VIERNES
“ Mi casa es casa de oración ”
según san Lucas 19,45-48
En aquel tiempo, Jesús entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Escrito está: “Mi casa será casa de oración”; pero vosotros la habéis hecho una “cueva de bandidos”».
Jesús se une a tantos profetas que denuncian a quienes se creen en paz con Dios porque acuden con asiduidad al culto del Templo, despreocupándose de la justicia y de los prójimos.
Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los principales del pueblo buscaban acabar con él, pero no sabían qué hacer, porque todo el pueblo estaba pendiente de él, escuchándolo.
También nosotros estamos supuestos a estar pendientes de sus palabras; como el centurión romano: Basta que lo digas de palabra… (Mt 8, 8). Su Palabra otorga luz y fuerza para cumplir con su mandamiento y con el auténtico culto. Su Palabra convierte nuestra casa en casa de oración, de acogida, de servicio al Señor y a los hermanos.
La religión judía había entrado en un proceso de degradación y había convertido en impuro el Templo. También nuestra Iglesia experimenta la tentación de la mundanidad y de un poder que no es el poder de Jesucristo
JUEVES
“ No reconociste el momento de mi venida ”
según san Lucas 19, 41-44
A Jesús le salen de muy dentro, de su corazón, las lágrimas ante Jerusalén. Muchos de sus habitantes le han rechazado. Les ha ofrecido, su luz, su amor, el camino que lleva al sentido, les ha hablado de Dios como el buen Padre que siempre nos ama, nos perdona y nos acoge… pero muchos de sus habitantes le han rechazado.
En aquel tiempo, al acercarse Jesús a Jerusalén y ver la ciudad, lloró sobre ella, mientras decía: «Si reconocieras tú también en este día lo que conduce a la paz!
Llora más por ellos que por él. No van a disfrutar del tesoro que le ofrece, del gran regalo de su amor y de su luz.
Pero ahora está escondido a tus ojos. Pues vendrán días sobre ti en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán, apretarán el cerco de todos lados, te arrasarán con tus hijos dentro, y no dejarán piedra sobre piedra.
Porque no reconociste el tiempo de tu visita».
Hace tiempo, cuando salió a nuestro encuentro, nos pidió que le siguiéramos y… le hemos seguido hasta el día de hoy. Con nuestra fortaleza y nuestras flaquezas, le hemos reconocido y le seguimos reconociendo como nuestro Dios, como nuestra luz, como nuestro el amor de nuestra vida. Y queremos darle gracias cada día que pasa.
MIERCOLES
“ Al que tiene se le dará ”
Jesús se dirige a Jerusalén y, para algunos, ese propósito indica que el reino de Dios está cerca. Él quiere persuadirlos de que esa llegada no es inminente y de que hay que seguir trabajando.
La parábola prepara a los discípulos para lo que se avecina.
según san Lucas 19,11-28
En aquel tiempo, Jesús dijo una parábola, porque estaba él cerca de Jerusalén y pensaban que el reino de Dios iba a manifestarse enseguida. Dijo, pues: «Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguirse el título de rey, y volver después.
Es una profecía de la ausencia de Jesús.
Para los discípulos de entonces, la ausencia de su muerte; para los de ahora, la ausencia del tiempo que transcurre hasta su venida definitiva. La tarea del discípulo durante la ausencia del Señor es: Negociad hasta que yo vuelva.
Llamó a diez siervos suyos y les repartió diez minas de oro, diciéndoles: “Negociad mientras vuelvo”. Pero sus conciudadanos lo aborrecían y enviaron tras de él una embajada diciendo: “No queremos que este llegue a reinar sobre nosotros”.
Cuando regresó de conseguir el título real, mandó llamar a su presencia a los siervos a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo que había ganado cada uno. El primero se presentó y dijo: “Señor, tu mina ha producido diez”. Él le dijo: “Muy bien, siervo bueno; ya que has sido fiel en lo pequeño, recibe el gobierno d
El segundo llegó y dijo: “Tu mina, señor, ha rendido cinco”. A ese le dijo también: “Pues toma tú el mando de cinco ciudades”.
El otro llegó y dijo: “Señor, aquí está tu mina; la he tenido guardada en un pañuelo, porque tenía miedo, pues eres un hombre exigente que retiras lo que no has depositado y siegas lo que no has sembrado”.
Es la lección fundamental de la parábola: El tercero de los siervos, al no conocer a su amo, no tiene una relación de confianza. No negocia y no arriesga. Tiene miedo y conserva. Podría perder el dinero y exponerse al castigo del amo.
Él le dijo: “Por tu boca te juzgo, siervo malo. ¿Conque sabías que soy exigente, que retiro lo que no he depositado y siego lo que no he sembrado? Pues ¿por qué no pusiste mi dinero en el banco? Al volver yo, lo habría cobrado con los intereses”.
Entonces dijo a los presentes: “Quitadle a este la mina y dádsela al que tiene diez minas”. Le dijeron: “Señor, ya tiene diez minas”.
“Os digo: al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y en cuanto a esos enemigos míos, que no querían que llegase a reinar sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia”».
Dicho esto, caminaba delante de ellos, subiendo hacia Jerusalén.
MARTES
“ El Hijo del Hombre ha venido a salvar lo que estaba perdido ”
Los publicanos eran mal vistos en tiempo de Jesús, ellos eran quienes recaudaban los impuestos para el Imperio Romano y muchos se enriquecían a costa de oprimir a sus hermanos. Zaqueo no solamente era uno de ellos, sino que era uno de los jefes de los publicanos… pero a pesar de su pecado, Zaqueo se dejó alcanzar por el Amor de Jesús (Lucas 19, 1-10).
según san Lucas 19, 1-10
Alguna vez nos hemos acomodado en el pecado y hemos experimentado el vacío, la soledad y la tristeza que el pecado trae. Hasta que tomamos la decisión de subirnos al árbol a buscar a Jesús como hizo Zaqueo.
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad. En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura.
Ante esto, la respuesta de Jesús es clara: “baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”. Y Zaqueo decide hacer unos cambios concretos en su vida.
Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y le dijo: «Zaqueo, date prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa».
Él se dio prisa en bajar y lo recibió muy contento.
El Evangelio nos muestra a un Jesús que quiere sanar, que quiere entrar en tu vida y la de tu familia hoy. Así mismo dice la Palabra “hoy”. No dejes pasar ni un día más para que Él se aloje en tu corazón.
Al ver esto, todos murmuraban diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador».
Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más».
Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa, pues también este es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».
Anda, dale la oportunidad a Jesús para que se aloje en tu corazón hoy. ¡Adelante, con fe!
LUNES
“ ¿Qué quieres que haga por ti? ”
según san Lucas 18,35-43
Cuando se acercaba Jesús a Jericó, había un ciego sentado al borde del camino pidiendo limosna. Al oír que pasaba gente, preguntaba qué era aquello; y le informaron: «Pasa Jesús el Nazareno». Entonces empezó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!».
Es muy sencillo identificarnos con el ciego. ¿Quizá por lo de la ceguera? ¿O quizá porque, cansados del seguimiento de Jesús, hemos decidido sentarnos junto al camino y conformarnos con las migajas que caen de la mesa del Padre? En este caso, nos veremos pronto necesitados de pedir socorro: Jesús, hijo de David, ten compasión de mí.
Los que iban delante lo regañaban para que se callara, pero él gritaba más fuerte: «Hijo de David, ten compasión de mí!».
Es muy posible que nuestro grito se encuentre con el muro de quienes están cerca de Jesús y parece que abren camino. Será necesaria una muy determinada determinación. Será necesario no dejarnos condicionar por las obstrucciones de los buenos.
Jesús se paró y mandó que se lo trajeran. Cuando estuvo cerca, le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?».
Jesús se detuvo y dijo: Mirad allí, traedlo a mí. Así hace que los discípulos giren la cabeza hacia las periferias que sufren. No me miréis solo a mí. Sí, tenéis que mirarme, pero no solo a mí. Miradme también en los demás, en los necesitados.
Él dijo: «Señor, que recobre la vista».
Jesús le dijo: «Recobra la vista, tu fe te ha salvado».
Vuelve la luz, vuelve la vida, y el ciego se pone en camino. Ahora sí que vale la pena vivir. El ciego ve ahora lo que muchos de los que siguen a Jesús no ven todavía. Es fruto de su fe o confianza en Jesús. La fe que abre los ojos a la más auténtica visión del mundo y de la vida. La fe que hace que lo veamos todo con los ojos de Dios y apreciemos todo, personas y cosas, en su justo valor.
Y enseguida recobró la vista y lo seguía, glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alabó a Dios.
DOMINGO
“ Has sido fiel en lo poco, entra en el gozo de tu señor
santo evangelio según san Mateo 25, 14-30
Los talentos no son un derecho. Son un regalo que el Señor nos hace. Un regalo se recibe para usarlo, ponerlo en acción, compartirlo. No lo recibo para guardarlo sin destapar y mantenerlo ajeno a mi vida. Esto fue lo que hizo aquel siervo del evangelio.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus siervos y los dejó al cargo de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó.
El que recibió cinco talentos fue enseguida a negociar con ellos y ganó otros cinco.
El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno fue a hacer un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo viene el señor de aquellos siervos y se pone a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: “Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco”. Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: “Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos”. Su señor le dijo: “Bien, siervo bueno y fiel; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; entra en el gozo de tu señor”.
Se acercó también el que había recibido un talento y dijo: “Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo”.
El señor le respondió: “Eres un siervo negligente y holgazán. ¿Conque sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses.
Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene.
Y a ese siervo inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes”».