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sábado, 1 de julio de 2023

ORACIONES TIEMPO ORD, SEMANA XI,XII, XIII

DOMINNGO XIII DEL TIEMPO ORDINARIO



OPTAR POR CRISTO
Son muchas las cosas que nos atenazan y nos impiden servir con generosidad o con desprendimientos a la causa de Cristo. 
Y, en este inicio del verano, la Palabra del Señor nos recuerda que perdiendo muchas cosas (que ante el mundo pueden parecer importantes) son puntos para adquirir algo más definitivo en el más allá. 
 El padre y la madre (de los que se nos habla en el Evangelio de hoy) tienen muchos rostros con diversos nombres, en la realidad que nos circunda: riquezas, ocio, placer, materialismo, hedonismo, relativismo, miedos, temores, etc...... son aquellos imanes que nos atraen y nos apartan del camino emprendido en el día de nuestro Bautismo y. que nos paraliza y nos impide valorar aquella ganancia de la que Jesús nos habla en este evangelio dominical.
 Cuando uno quiere a alguien, todo esfuerzo y sacrificio, le parece poco. 


 A Dios hay que llevarlo en el fondo de las entrañas. Cuando a Dios se le ama tenemos de estar dispuesto a perder de lo suyo (tiempo, bienes materiales, esfuerzo) para que un día Jesús pueda reconocernos como aquellos que se arriesgaron y arriesgaron abundantemente en su nombre y en favor de los demás.
 --Que los modos de ver las cosas sean los de Dios y no los nuestros
 --Que la voluntad a la hora de vivir, venga condicionada por la voluntad de Dios y no solamente por la nuestra 
 --Que aquello que realicemos se corresponda con los planes de Dios y no exclusivamente con nuestra agenda personal
--Que en el día a día, sepamos morir un poco a nuestro “yo” para que brote un poco Dios.

¡Todo un desafío, hacer de Cristo y a su Evangelio la opción fundamental de mi vida sobre la cual pilote todos los demás valores de mi existencia!
Señor mío y Dios mío. 
Sin ver Señor creo y no te exijo porque se que tus clavos y costado abierto..... tu amor por mi.... tienen mucho que ver. 
Y por qué creo en Ti, el mismo Dios resucitado, yo escucho tu voz y estoy dispuesta a proclamar tus enseñanzas,  tu Evangelio por el mundo. 
M
Cuando te encuentres con la tempestad que te cambia la vida....no pierdas la paz, recuerda que Jesús dirige tu barca y con El eres más fuerte.
X
Mi corazón y mi alma para ti Señor para que el maligno no entre en mi vida viviendo con más paz y siendo el centro de mi vida... Cristo, la fe y el testimonio de los Santos. 
Dame fuerza para cuidar lo que me has dado y dejar de lado lo novedoso. 
J
Si  Señor, mi parálisis espiritual invade mi corazón y mi alma, necesito tu misericordia Dios mío que Cristo nos trajo y mi corazón y mi alma quedarán restauradas y seré testigo de lo grande y fiel que es tu amor. 
V
Tu mirada Señor es toda amor
S
Señor, te agradezco la frescura del evangelio. No habla ni de miedos ni de tristezas. Hablas de bodas, de comidas, de encuentros, de amistad, de fraternidad. Contigo, Señor, se acabó la religión de la distancia, la religión de la tristeza, del sentimiento de culpabilidad, de vivir como esclavos. Contigo está la juventud, la alegría y la fiesta. Contigo, da gusto vivir.



DOMINGO XII


El único temor que debe paralizar a un cristiano es el vértigo que produce el no cumplir la voluntad de Dios. El único pavor que debe sentir un sacerdote y laico comprometidos con su iglesia, es el haber callado cuando más necesaria era una voz denunciante El único miedo que debiéramos de sentir, los cristianos enviados por Jesús, es saber que somos de su equipo, pero no lo defendemos ni jugamos en el terreno de juego con su código en mano. 

 Pidamos a Dios, en este domingo, que nuestra presencia sea más real, menos vistosa y más visible. El escalador, según cuentan, deja de temblar cuanto más arriba está. Los cristianos, tal vez temblamos demasiado, porque igual no estamos donde tendríamos que estar: dando con valentía, la razón y la cara, por nuestra fe.

4.- DÁME TU VALENTÍA, SEÑOR Con valentía decir siempre“sí”con fuerza y sin miedo ¡Sí; Señor! Infunde e esa valentía que solo Tu Palabra transmite

 Otórgame ese valor que sólo la fe da: La que nos hace brindar por un mundo mejor La que nos hace soñar con un corazón nuevo La que, huyendo del egoísmo personal, nos hace descubrir la grandeza de tu amor. 

 Ofréceme esa bravura que me inspira tu presencia: Para no sentirme sóla Para que, ante las burlas, recuerde que, Tú, también fuiste ridiculizado 

 Para que, ante las incomprensiones, no olvide que, Tú, también fuiste rechazado. ¡Sí; Señor! ¡Dame entereza en la lucha! Para que nunca diga ¡basta! Para que huya del derrotismo que todo lo asola Para que avance y nunca retroceda Para que ofrezca al Evangelio mi voz que anuncie y denuncie lo que en el mundo tantas veces se olvida: Tú, tu amor, tu justicia, tu paz, tu Reino, tu voluntad y tu ternura. Amén. 

L

No juzgues y no serás juzgado...antes contar hasta diez y me dará tiempo a mirar la cruz y mi boca callara.

Si podré juzgar los actos y por tanto estar junto a ellos y rezar por ellos. 

M

En las cosas pequeñas es donde te puedo encontrar a Ti Señor y podré entrar por la puerta estrecha. 

X

Los frutos del espíritu de Dios -nos recuerda S. Pablo- son: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad amabilidad y dominio de sí.

¿Y cuales son los frutos por los que se conoce al discípulo de Jesús? La practica de las bienaventuranzas, el perdón y el amor a todos, -incluso a los que nos desean mal-, la limosna, el desprendimiento, la oración, el no juzgar… 

J

Quiero ser un pilar. 

Como Pedro Señor te digo eres el Mesías el Hijo de Dios vivo

Y como Pablo viviendo mi religión a mi manera caí del caballo y mi vida cambió. 

V

Has venido Señor a sanar los corazones desgarrado y curar sus heridas. 

Quiero estar limpio y en caso de suciedad limpiar mis actos  y procurar no ensuciar a fama de los demás.

En muchos momentos veo tu mano Señor en mis actos poor eso no solo te doy gracias sino que además con mis obras te doy gracia. Gracias mi Dios por tanto amor.

S

"Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero di una sola palabra y mi criado quedará sano". Maravillosa afirmación que, desde entonces, continua resonando en la boca de los creyentes, llamados a acoger como huésped al Señor en el misterio eucarístico. Jesús, exalta esta actitud de humildad y de fe, y le concede lo que pide, proclamando así que él ha venido para todos, judíos y paganos.


 DOMINGO XI



DAME FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA, SEÑOR Para que, orando, me olvide de todo lo que me rodea y, viviendo, sepas que Tú habitas en mí. Para que, creyendo en Ti, anime a otros a fiarse de Ti A moverse por Ti A no pensar sino desde Ti ¿Me ayudarás, Señor? ¿Será mi fe como el grano de mostaza? Dame la capacidad de esperar y soñar siempre en Ti Dame el don de crecer y de robustecer mi confianza en TI Dame la alegría de saber que, Tú, vives en mí Dame la fortaleza que necesito para luchar por TI 

 DAME FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA Sencilla, pero obediente y nítida Radical, pero humilde y acogedora Soñadora, pero con los pies en la tierra Con la mente en el cielo, pero con los ojos despiertos Con los pies en el camino, pero con el alma hacia Ti ¿Me ayudarás, Señor? Dame fe, como un grano de mostaza ¿Será suficiente, Señor?

L

 Señor, hoy necesito que me abras de par en par el oído interno, el oído del corazón, para que yo no responda al mal con otro mal sino que responda al mal con bien.

Y tú, ¿has tenido un encuentro personal con Jesús? Él te ha llamado por tu nombre y tan solo está esperando tu respuesta. Anda, ábrele la puerta. Y cuando te diga: “Sígueme”, no lo pienses; ¡síguelo! Créeme, no te arrepentirás.

M

Jesús nos propone amar a la medida de su amor:"sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto".

"Si sólo amáis a quienes os aman, ¿qué mérito tenéis? Para actuar así no se necesita la fe. Si ser cristiano es solo cuestión de bondad ¿para qué serviría el Espíritu Santo? El amor es una apuesta, una fe, un compromiso de vivir como vive Dios, sin más seguridad que la del Espíritu de Dios. 

Sin esperar nada a cambio, ni por parte de los hombres ni por parte de Dios, a no ser la gracia más allá de toda medida.

X

Señor, hoy mi oración se dirige a Ti para que me enseñes a orar. Sé que Tú, cuando rezabas al Padre, buscabas el sitio y el momento más adecuado. Te retirabas…buscabas la soledad de la noche…y ahí te encontrabas con tu Padre.

 Después, durante el día, te metías en el ajetreo de la vida, en los problemas de la gente, en el cuidado de los enfermos. Todo tenía sentido para Ti después de haberte encontrado con el Padre. Precisamente por retirarte a orar en la soledad de la noche, podías dedicarte al fecundo servicio de los hermanos durante el día.

J

Hoy, Señor, te pido que me enseñes a orar. Los judíos rezaban mucho, pero estaban muy lejos de la oración de Jesús. Yo te pido que me enseñes a orar como Tú orabas: con aquella sencillez, humildad, confianza y ternura con que un niño habla con su Papá. De esta manera mi oración me llevará hasta el mismo corazón del Padre.

V

Ahora te toca elegir qué quieres acumular en tu tesoro porque eso será lo que lleves en el corazón. Donde este tu tesoro está tu corazón........donde esta tu corazón ojala este tu tesoro Podemos imitar a María poniendo nuestro corazón donde Ella lo tenía..........el tesoro de María era Jesús

El tesoro tenemos que abrillantarlo y se abrillanta con la oración, la Eucaristía, la confesión, la caridad y sobretodo con esperanza. Tenemos que caminar por la senda de la fe siendo el Señor el centro de mi corazón.

S

Tú que te adentraste en el desierto para encontrarte frente a Dios, intercede para que también nosotros huyamos de aquello que nos impide estar frente Aquel que nos dio la vida. Tú, que con tan poco, fuiste feliz descúbrenos los caminos que conducen no a la riqueza y sí a la felicidad

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