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lunes, 31 de julio de 2023

UN CUMPLEAÑOS ESPECIAl

 Tres fechas importantes

1923.   1 de agosto

2003.    12 de diciembre

2023.     1 de agosto



Alguien que para el eras como la abuela que no conoció anoche, sonaron las 12 en el reloj de la plaza, y me dijo.....Maribel ya es 1 de agosto. 

Yo sabía que se acordaba de ti mucho.......anoche, en Siruela y en el patio de su casa, me lo demostró el y toda la familia. Sus flores para ti de ellos. 



Gracias Ignacio,,,,,,,,buenos a todos ................`por vuestro cariños , cerca de vosotros vivo más de lleno su cumpleaños

Yo se muy bien que  en el cielo no es necesario celebrar nada como hacemos en la tierra. 

 Un amigo dice que mientras viven en nuestro corazón nuestros seres queridos significan que siguen vivos, por eso, esta tarde en tu parroquia, ante tu querido Sagrado Corazón de Jesús y tu Madre Dolorosa. 


Ella que no permitió que sufrieras como ella había sufrido por su Hijo, ofreceré una misa especial por tus 100 años



De Hugo y Enzo




y 100 rosas de colores de los demás. 


Feliz cumpleaños mama!!!! 

IGNACIO GUERRERO DE DIOS II



De vuelata de Tierra Santa regresó a España, comenzó a estudiar, 1524. Se dio cuenta que, para ayudar a las almas, eran necesarios los estudios.

Al cabo de dos años de estudios en Barcelona, pasó a la Universidad de Alcalá a estudiar lógica, física y teología; pero la multiplicidad de materias no hizo más que confundirle, a pesar de que estudiaba noche y día. Se alojaba en un hospicio, vivía de limosna y vestía un áspero hábito gris.
Además de estudiar, instruía a los niños, organizaba reuniones de personas espirituales en el hospicio y convertía a numerosos pecadores con sus reprensiones llenas de mansedumbre.


Como Ignacio carecía de los estudios y la autoridad para enseñar, fue acusado ante el vicario general del obispo, quien le tuvo prisionero durante cuarenta y dos días, hasta que, finalmente, absolvió de toda culpa a Ignacio y sus compañeros, pero les prohibió llevar un hábito particular y enseñar durante los tres años siguientes.

 Ignacio se trasladó entonces con sus compañeros a Salamanca.

Pero pronto fue nuevamente acusado de introducir doctrinas peligrosas. Después de tres semanas de prisión, los inquisidores le declararon inocente. Ignacio consideraba la prisión, los sufrimientos y la ignominia como pruebas que Dios le mandaba para purificarle y santificarle.
Cuando recuperó la libertad, resolvió abandonar España. En pleno invierno, hizo el viaje a París, a donde llegó en febrero de 1528.

Tenía 38 años y en Paris siguió estudiando siete años más.
 Pedía limosna a los comerciantes españoles para poder mantener sus estudios, así como a sus amigos. Ahí animó a muchos de sus compañeros universitarios a practicar con mayor fervor la vida cristiana.
 En esta época, 1534, se unieron a Ignacio 6 estudiantes de teología.
Motivados por lo que decía San Ignacio, hicieron con él voto de castidad, pobreza y vida apostólica, en una sencilla ceremonia.
Pedro Fabro, que era sacerdote de Saboya; Francisco Javier, un navarro; Laínez y Salmerón, que brillaban mucho en los estudios; Simón Rodríguez, originario de Portugal y Nicolás Bobadilla.



La ceremonia tuvo lugar en una capilla de Montmartre, donde todos recibieron la comunión de manos de Pedro Fabro, quien acababa de ordenarse sacerdote.
 Era el día de la Asunción de la Virgen de 1534.
 Ignacio mantuvo entre sus compañeros el fervor, mediante frecuentes conversaciones espirituales y la adopción de una sencilla regla de vida.




Poco después, hubo de interrumpir sus estudios de teología, pues el médico le ordenó que fuese a tomar un poco los aires natales, ya que su salud dejaba mucho que desear. Ignacio partió de París, en la primavera de 1535.
 Su familia le recibió con gran gozo, pero el santo se negó a habitar en el castillo de Loyola y se hospedó en una pobre casa de Azpeitia.




viernes, 28 de julio de 2023

SEMANA XVI DEL TIEMPO ORDINARIO

 SABADO

“ Yo soy la resurrección y la vida ”



según san Juan 11, 19-27 

En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. 

 Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedo en casa. 

Se entera de que anda por allí el amigo de su hermano Lázaro y sale a su encuentro, se pone en camino. Y le habla, lo cual ya era revolucionario que una mujer se atreviera a iniciar la conversación con un hombre por muy asiduo de la casa de Betania que fuera Jesús en sus subidas a Jerusalén.

Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá». 

 Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección en el último día». 

Al igual que a Marta, a su hermana y a Lázaro, Jesús te ama a ti, y le encantaría hospedarse en tu casa, es decir, en tu corazón (Cfr. Ap 3,20). ¿Tienes una habitación dispuesta para recibirle?

 Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mi, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».

Marta hace una profesión de fe magnífica. No entiende las palabras de Jesús. Ni le importa. Tampoco a Jesús. El acto de fe de Marta es como un cheque en blanco. Como decir: dime, Señor, lo que te plazca, que a todo lo que me digas dirá que sí, porque creo plenamente en ti.

 Ella le contestó: «Sí, Señor: yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo». 

Se dirige a Jesús con un lamento, como tantas veces hacemos nosotros mismos en la oración, penosos de que la omnipotencia divina no se haya manifestado a nuestro favor. Sólo que en Marta prima la fe en Jesús.

VIERNES


“ El que escucha la palabra y la entiende, dará fruto ”


El protagonismo fundamental del Señor en la proclamación de la Palabra, Él que lo es por antonomasia, pero sin duda también nosotros hemos sido elegidos para sembrar en todos y cada uno de los ámbitos en que nos movemos. En este sentido, yo animaría a reflexionar sobre nuestros ámbitos de predicación, si realmente sembramos o solamente arrojamos las semillas, si nos acercamos con actitud de amor y servicio o nos dejamos llevar por cierta molicie “profesional” a nuestros hermanos los hombres, los próximos y los más lejanos.

evangelio según san Mateo 13,18-23 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. 

Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe. 

Entre la tierra buena y la mala está también el terreno pedregoso, que coincide con “el corazón superficial, que acoge al Señor, quiere rezar, amar y dar testimonio, pero no persevera, se cansa y no “despega”

“Es un corazón sin profundidad, donde las piedras de la pereza prevalecen sobre la tierra buena, donde el amor es inconstante y pasajero. Pero quien acoge al Señor solo cuando le apetece, no da fruto”

Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno».





esta parábola tiene que hacernos reflexionar sobre mi vida y mis actitudes respecto a Dios, el Decálogo, el Mandamiento nuevo del Amor y cómo puedo hacerlo Vida en mi vida y en la de mis hermanos los hombres, tanto los que están en el camino como los que están entre las zarzas... y esperar confiados en que mi palabra y mis actos lleven en verdad al Señor a este mundo difícil al que nos toca amar y servir.

JUEVES

“ Bienaventurados vuestros ojos porque ven ”


Jesús sabe que su palabra es como una semilla que puede caer al borde del camino, o entre pedregales; pero no se cansa nunca de sembrar. Por sembrar que no quede. Pero sueña por encontrar un buen terreno que dé el treinta, el setenta o el ciento por uno. A los que acontece eso son realmente dichosos

según san Mateo 13, 10-17 

En aquel tiempo, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: «¿Por qué les hablas en parábolas?» Él les contestó: «A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. 

Lamentablemente hay hoy día muchos que oyen pero no escuchan; oyen sólo con el oído externo, pero no con el oído interior. También hay muchos que ven, pero no miran. Ven con los ojos del cuerpo, pero no con los ojos del corazón.

Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumple en ellos la profecía de Isaías: “Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure”.

La semilla de la palabra de Dios tiene que encontrar en nosotros una tierra bien labrada, bien regada y bien abonada. Para éstos va dirigida la palabra de Dios en este evangelio. 

 Pero bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron».

Hay que adentrarse en el Misterio de Dios. Un Dios cada vez más grande, más maravilloso, más cercano, más Padre. El acceso al Misterio de Dios no lo tienen los “sabios y entendidos” de este mundo sino la gente humilde y sencilla que, como María de Nazaret, abren de par en par su corazón a Dios, sin poner ningún obstáculo.


Has abierto mis ojos y mis oídos para interiorizar tu palabra. Esa palabra tuya tiene fuerza para cambiarme, para transformarme, para salvarme. ¿Qué sería de mí si Tú no me hablaras? Tu palabra es lámpara para mis pasos, luz para mi oscuridad, miel para mis días amargos. ¡Gracias, Señor, ¡por tu palabra!

MIÉRCOLES

“ El que tenga oídos que oiga ”



según san Mateo 13, 1-9 

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla.

 Les habló mucho rato en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. 

“Salió el sembrador”. No se quedó en casa guardando la semilla en el granero, conservándola. Salió a pesar del riesgo. Salió convencido de que no podía quedarse con la semilla sin sembrarla. Y salió con gozo, con ilusión, con esperanza.

Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron. 

 Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda brotó en seguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. 

Lo sembró todo: No sólo la buena tierra, sino los caminos, las piedras, los espinos. Derrochó la semilla. No se cansó de sembrar. Para indicarnos que lo nuestro es “sembrar”, sembrarlo todo, gastar la vida sembrando.

 Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron. 

 Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra sesenta; otra, treinta. 

el dato más sorprendente de la parábola es la increíble cosecha final de la tierra buena, ya que en la Palestina del siglo I lo normal era esperar una cosecha de siete por uno, pero una cosecha de treinta, sesenta y ciento por uno es exageradamente sorprendente a los oídos de los oyentes de Jesús.

 El que tenga oídos, que oiga».



Señor, yo necesito una siembra de tu palabra. Y necesito que la siembres Tú, el mejor sembrador. Necesito que la semilla de tu palabra caiga sobre mí “como lluvia que empapa la tierra” y la hace fructificar. No me interesa, de momento, la cosecha. Eso es cosa tuya. Me interesa la siembra, el quedar sembrado de verdad, de bondad, de dulzura, de misericordia.

MARTES

“ El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir ”



según san Mateo 20, 20-28 

En aquel tiempo, se acercó a Jesús la madre de los hijos de Zebedeos con sus hijos y se postró para hacerle una petición. 

 Él le preguntó: ¿«Qué deseas?». Ella contestó: «Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda». 

 Pero Jesús replicó: «No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?». Contestaron: «Podemos». 

Santiago no mató ni a moros ni a nadie. Santiago se dejó matar por dar testimonio del Evangelio de Jesús. Ese Santiago que pedía los primeros puestos, fue trabajado por Jesús y fue capaz de “beber la copa del dolor” para parecerse más a él.

 Él les dijo: «Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mi concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre». 

 Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo: «Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. 

No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo. 

Estamos aquí para servir, para lavar los pies, para dar de comer al hambriento, para hacer la vida más agradable a la gente que lo pasa mal, aunque esto suponga que yo debo sacrificarme.

 Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».



“No sabéis pedir”. ¿Es posible que haciendo oración todos los días, me digas que no sé pedir? Con humildad, debo confesar que es así. 

 Dime Tú cómo tengo que pedir. Haz que yo esté dispuesto a beber la copa que Tú ya has bebido.



LUNES

“ Maestro, queremos ver un signo tuyo ”



según san Mateo 12,38-42 

También hoy nosotros le pedimos insistentemente al Señor: «Maestro, queremos ver un milagro tuyo». Queremos presenciar un prodigio de tal magnitud que  nos disipe las dudas.

Queremos ver un milagro. Pero con subtítulos, con una narración en off que nos subraye lo que estamos viendo para que no nos quepan incertezas.

En aquel tiempo, algunos escribas y fariseos dijeron a Jesús: «Maestro, queremos ver un signo tuyo». 

. Es el ojo el que ve el signo, no el prodigio el que salta a la vista. 

 Él les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. 

Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo: pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra. 

 Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen;porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. 

 Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón».

Es la fe la que permite descubrir los signos de cada día en nuestra vida o en la de la gente que tenemos más cerca y no al revés: un milagro que nos conceda la fe. ¿Tú también estás pidiendo un milagro para creer?


 DOMINGO


“ El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo ”




evangelio según san Mateo 13, 24-30 

En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a la gente diciendo: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. 

Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. 

Entonces fueron los criados a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”. 

Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”. 

Los criados le preguntan: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. 

Pero él les respondió: “No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”».




miércoles, 26 de julio de 2023

A LOS ABUELOS DEL CIELO

EN EL CIELO ES DÍA DE FIESTA

-¿ Cuantos abuelos hay en el cielo, me pregunto un día un niño en el cole?

- Quizás, quizás......tantos como  estrellas.

 Pero  llegó un abuelo espacial, le gustaba mucho organizar fiestas y que los niños lo pasaran chupi, seguro, seguro que hoy ha organizado una gran fiesta.

Además....... hay muchos maestros que con la paciencia que tienen ......enseñaran muchas cosas a los muchos niños que hay en la escuela del cielo.


Y hace poco ha llegado una abuelita  longeva que me quería mucho y le gustaba rezar mucho pues seguro, seguro que hoy esta rezando por todos los que somos abuelos y estamos junto a nuestros nietos.



Nadie muere mientras mantengan un lugar en nuestra memoria y vosotros, abuelos, siempre estais en la nuestra.


MUCHAS FLORES CON AVE MARÍAS PARA ELLOS






GRACIAS ABUELOS......
Vuestra serenidad, lección para los que vamos deprisa Vuestra quietud, una llamada a la paz Vuestra FE, una referencia para ir más allá

sábado, 22 de julio de 2023

MARÍA MAGDALENA

  Evangelio según san Juan (20,1.11-18) 

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.



“ Mujer, ¿a quién buscas? ”

María de Magdala, cuya fiesta celebramos hoy, es una de las mujeres de las que atestigua el Evangelio que sirvieron y siguieron a Jesús durante su vida pública. 

De ella sabemos que liberada de las fuerzas maligna del mal, fue fiel al Señor hasta los pies de la cruz y más allá... 

Mientras lloraba ante el sepulcro vacío del Señor, oyó que el Resucitado la llamaba por su nombre y se convirtió en su primer testigo; y fue enviada por Él a anunciar a los hermanos la victoria Pascual de Cristo. 

Con razón el papa Francisco ha elevado a categoría de fiesta la memoria de María Magdalena reconociéndola apóstol de los apóstoles. Así lo recoge el prefacio creado para la misa de su festividad: "ella lo había amado en vida, lo había visto morir en la cruz, lo buscaba yacente en el sepulcro, y fue la primera en adorarlo resucitado de entre los muertos; y Él la honró ante los apóstoles con el oficio del apostolado para que la Buena Noticia de la vida nueva llegase hasta los confines del mundo". 

María Magdalena es, por lo tanto, prototipo para los que caminamos a la luz de la fe, de alma que busca a Cristo y no tiene otra cosa para ofrecer que las lágrimas del amor.



Qué buena razón la de aquel sacerdote, cuando predicaba así: "Jesús me ha perdonado toda la muchedumbre de mis pecados —¡cuánta generosidad!—, a pesar de mi ingratitud. Y, si a María Magdalena le fueron perdonados muchos pecados, porque amó mucho, a mí, que todavía me ha perdonado más, ¡qué gran deuda de amor me queda!" 

UN DESEO

Que Jesus salga a mi encuentro y me pregunte ......¿a quien buscas? Maestro

ORACIONES DEL TIEMPOO ORD XIV, XV Y XVI


DOMINGO XVI


¿CÓMO SE HACE, SEÑOR? 

Crecer y florecer hacia arriba, hacia el cielo, cuando tantas cosas me empujan a ser pequeño con los alimentos de la tierra 

¿CÓMO SE HACE, SEÑOR? Convivir con lo que no me deja ser ni vivir Sembrar la bondad cuando sólo me responde el mal Animar al que, al lado, desanima mis ilusiones Levantar a un hermano cuando, mirándome, desea mi ocaso…….  Dejar que te acompañe el que piensa de distinta manera Defender el bien, cuando tan de moda está el mal Callar cuando mis labios me piden hablar Hablar, cuando el evangelio me exige callar……  Mirar al mundo con un poco de optimismo Volcarse en el mundo brindando esperanza Andar por el mundo sin juicios ni prevenciones…..

Aparta la cizaña de mi vida. 

¿CÓMO SE CONSIGUE TODO ESO, SEÑOR? Dame valor en la lucha Perseverancia en mis obras Ilusión en mi siembra Comprensión hacia mis adversarios Caridad en mis juicios Seguridad en mis caminos Esperanza en lo que hago, digo, siembro y medito Amén 

Aparta la cizaña de mi vida y que sea levadura para que tu Reino viva en mi y yo pueda transmitirlo en mi mundo. 

L

Eres más que Jonas. Eres cercano, capaz de llenar mis vacíos, mis limitaciones. Tu que cargas sobre tus hombros mis sufrimientos, mis enfermedades y tristezas. Gracias y te alabó y te bendigo por morir por mi. 

M

Que en mi oración sepa pedir Señor y olvide mi egoísmo. Enséñame a pedir y comprender que el primer puesto es entrega a Ti servir entrega total al Padre. 

Dame fuerza Señor para beber la copa que tu has bebido. 

X

Señor, yo necesito una siembra de tu palabra. Y necesito que la siembres Tú, el mejor sembrador. Necesito que la semilla de tu palabra caiga sobre mí “como lluvia que empapa la tierra” y la hace fructificar. No me interesa, de momento, la cosecha. Eso es cosa tuya. Me interesa la siembra, el quedar sembrado de verdad, de bondad, de dulzura, de misericordia.

Has abierto mis ojos y mis oídos para interiorizar tu palabra. Esa palabra tuya tiene fuerza para cambiarme, para transformarme, para salvarme. ¿Qué sería de mí si Tú no me hablaras? Tu palabra es lámpara para mis pasos, luz para mi oscuridad, miel para mis días amargos. ¡Gracias, Señor, ¡por tu palabra!

V

Reflexionar sobre mi vida y mis actitudes respecto a Dios, el Decálogo, el Mandamiento nuevo del Amor y cómo puedo hacerlo Vida en mi vida y en la de mis hermanos los hombres, tanto los que están en el camino como los que están entre las zarzas... y esperar confiados en que mi palabra y mis actos lleven en verdad al Señor a este mundo difícil al que nos toca amar y servir.

S




DOMINGO XV


¿Estamos dispuestos hacer algo por Cristo? Para muestra un botón; miremos a nuestro alrededor. ¡Cuántas almas secas! ¡Cuántos corazones que palpitan con todo y de todo, menos con Dios! ¡Cuánto maligno disfrazado de bienestar aparente! 
QUIERO SEÑOR 
 Ser cristianos valientes y convencidos  que sepan en quién creen, por qué y para qué. 
Hay que huir del “cristiano bajo mínimos” y lanzarnos con todas las consecuencias, con audacia y entusiasmo, a la siembra de Cristo en el mundo. Y es que, un domingo más, sale el sembrador….y malo será que nos encuentre al “0” por ciento. 


¡SIEMBRA EN MI, OH SEÑOR!
 Tu PALABRA en el fondo de mi corazón para que, nunca los pájaros de palabras vacías, corrompan y rompan lo que Tú tienes pensado para mí 
Tu PALABRA en mis labios y que, por donde yo avance, sea pregonero de tu Reino y de tu justicia de tu bondad, de tu gracia y de tu poder.
Tu PALABRA en mi mente para que, cuando el maligno me tiente, sepa responder con claridad y fortaleza a todo lo que pretende alejarme de Ti y me confunde. 
  Tu PALABRA en mis pies Donde yo vaya, deje huella de tu presencia Donde yo caiga, tu mano siempre me alcance Donde yo ascienda, sepa encontrarte Donde yo descienda, sepa que Tú me esperas


 Señor en este día que –con virtudes y defectos- aquí tiene mi vidas, mi personas, mis inquietudes, como tierra buena para, que todos los domingos, la siga abonando con su gracia, iluminando con su Palabra y en comunión con El por esta Eucaristía.
 
Señor; --Si tu Palabra queda al borde de mi camino, no dejes de sembrar en mí --Si mi fe no tiene profundidad, no dejes de cavar en mí --Si mi oración no es del todo sincera, no dejes de hablar en mí --Si de lo que me diste, no te doy en abundancia, no me quites lo poco que tengo de Ti --Si me ves aplastado por el camino pedregoso, ayúdame a levantarme a tiempo --Si huyo entre las zarzas y las seducciones, rescátame aunque no te lo pida. Pero, si ves que mi fe tiene posibilidades de crecimiento y de luz, no lo dudes, Señor, sigue regándome para que pueda alcanzar, en una gran cosecha, el ciento por uno.

L
El verdadero amor viene de Dios hecho hombre....Jesús. 
En mi vida buscando el verdadero amor un desafío... optar por Cristo y su Buena Noticia..... dejando todo lo demás de lado. 
M
El Señor muchos detalles conmigo y yo de vez en cuando con amargura y pesimismo. Aumenta mi  fe Señor para que yo vea tu amor.

X
Cuántas muestras recibimos de su amor! Qué diferente sería nuestra vida si gastáramos cada momento valorando lo que tenemos y diéramos gracias a Dios por todo lo que permite en nuestra vida, fácil o difícil, gozoso o arduo. Dios es bondadoso. Dios es rico en ternura. Dios es Padre. Dios es misericordioso.
J
Tengo que aprender a descansar en  Ti y confiarle todo aquello que me quita la paz y entonces la serenidad vuelva a mi vida.
V
Hoy también nosotros caemos en la tentación de vivir muchas normas y muchos "sábados" en nuestra vida de fe, que nos impiden saborear la libertad que produce la verdadera fe. Acumulamos normas, cumplimos leyes, pero se nos escapa la vida. Preocupados por ser fieles a lo establecido o lo políticamente correcto, nos perdemos lo mejor de la fe: el gusto por la libertad.

S

Que Jesus salga a mi encuentro y me pregunte ......¿a quien buscas? Maestro

María Magdalena es, por lo tanto, prototipo para los que caminamos a la luz de la fe, de alma que busca a Cristo y no tiene otra cosa para ofrecer que las lágrimas del amor.

 DOMINGO XIV






Cuando el verano nos agobia y nos deshidrata, el evangelio de este día, nos da esa frescura de paz y de serenidad que tal difícil nos resulta comprar allá donde nos encontramos. 
 El cara a cara con Dios, el silencio, la contemplación, la comunión con El, son caminos indispensables para lograr ese estado de descanso o de sosiego espiritual que el evangelio de hoy propone.  Pues sé que necesito sentarme junto a Él, para entrar en esa dimensión de eternidad que Él nos trae y beber del agua pura y notar esa fuente que se transforma en cascada en nuestro interior. 

 Señor; Aunque no sea sencillo, hazme descubrir tu grandeza...  Aunque no sea entendido, hazme comprender tu presencia...  Aunque no te conozca, que no sea yo para Ti un desconocido...  Aunque mi vida sea un impermeable, no dejes nunca de revelarte...  Aunque me parezca duro, dame fuerza para llevar el yugo de cada día...  Aunque no te encuentre, guíame para poder descansar en Ti Amén

Que la Virgen María, en este tiempo ordinario que retomamos, nos haga disfrutar del oasis de paz y de energía espiritual y humana que es Jesucristo.
QUÍTAME PESO, SEÑOR 
Del yugo de mis preocupaciones, para que así, pueda también pensar en Ti. 
Del madero de mis ambiciones, para que mirándote a Ti, me sienta afortunado y lleno de tu presencia 
 Del yugo de mis prisas, para que caminando contigo, me detenga ante lo importante y esencial de la vida y pase de largo de aquello que no me deja vivir en paz 
Del yugo de mis cansancios, para que apoyándome en Ti, avance seguro y firme por los senderos de tu verdad. 
L
Levántate. 
Pon Señor tu mano en mi cabeza para curar mi orgullo. Pon Señor tu mano en mi corazón y enséñame amar como tu amas. 
M

X

Hoy sigues llamando con la misma fuerza, con la misma ilusión, con los mismos detalles: les llamaste a cada uno por sus nombres. Cada uno de los apóstoles, todos tan distintos, todos tan singulares y, sin embargo, todos tan queridos por Ti.

 Yo hoy te doy gracias por haberme llamado. Es lo más hermoso que ha ocurrido en mi vida. Intento  Señor reflejar en mi vida diaria qe ek reini  de Dios  está creciendo en mi.

J

En mi caminar Señor solo quieres que lleve tu Palabra, tu mensaje, la Buena Noticia y el aliento del Espíritu Santo....y seré un instrumento eficaz aún en medio de las dificultades. 

 «no os preocupéis», no estamos solos. » yo estaré con vosotros siempre». El Espíritu hablará por vosotros. Confía, abandónate y descansa en el Señor. Es la perseverancia y la fidelidad la que consigue el triunfo. 

No somos cristianos de un rato, de unas horas, ni para los días de fiesta, el amor es para siempre no es para un tiempo. Un cristiano lleva el uniforme de la bondad, la amabilidad, el cariño, la humildad, el perdón…, desde que inicia la jornada hasta que la remata, es cristiano las 24 horas.

S

No tengamos miedo de apostar por Cristo. De ponerlo como fundamento de nuestra vida. No nos cansemos, ni nos avergoncemos de dar testimonio de Cristo, y sigamos anunciando a plena luz, a los cercanos y a los lejanos, la buena noticia de la salvación que Dios nos ofrece.



viernes, 21 de julio de 2023

DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO

SÁBADO

JUEVES

“ Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas? ”


En el Evangelio de hoy nos aparece el Señor consolando a María, le da un mensaje para los Apóstoles, la hace apóstol de los apóstoles. Y fue María Magdalena y anunció a los discípulos: ¡He visto al Señor!, y a continuación les contó todo lo que había sucedido. Nos imaginamos la alegría con que María pronunciaría estas palabras: ¡He visto al Señor!

según san Juan 20, 1-2. 11-18 

El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.

 Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al señor y no sabemos dónde lo han puesto». 

 Estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. 

 Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?».

A quien más ama María es a Jesús por eso lloraba su ausencia afuera del sepulcro y mientras lloraba ve a los ángeles y luego al Señor, pero el dolor y la pena es tan grande que no lo reconoce; el mismo Jesús le ayuda para que lo reconozca llamándola por su nombre: María; 

 Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».

 Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. 

 Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?». Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré». 

 Jesús le dice: «¡María!». 

ella al escuchar como el Señor pronuncia su nombre, descubre su presencia, la pena se transforma en alegría, la oscuridad en luz, entonces Jesús la envía a anunciarles a los discípulos la gran noticia y María se transforma en la Apóstola, la enviada del Señor, la testigo de Jesús Resucitado.

 Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!». 

 Jesús le dice: «No me retengas, que todavía no he subido al Padre. 

Pero anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”». 

 María la Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto».

VIERNES

“ Quiero misericordia y no sacrificio ”



Según san Mateo 12,1-8 

El sábado, hecho para consagrar un tiempo a Yavé, se convirtió en instrumento de esclavitud al no poder ni siquiera hacer el bien. Jesús quiso descubrir el significado profundo de estas instituciones (Ley, sábado, Templo) al decir que “Él está por encima del Templo y es Señor del Sábado” Por eso, siempre que en el evangelio estas instituciones entran en conflicto con el hombre, Jesús estará a favor del hombre y no a favor de las instituciones.

En aquel tiempo, atravesó Jesús en sábado un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. 

 Los fariseos, al verlo, le dijeron: «Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado». 

 Les replicó: «¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y sus hombres sintieron hambre? Entró en la casa de Dios y comieron de los panes de la proposición, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? 

 Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los inocentes.

 Porque el Hijo del hombre es señor del sábado».



Señor, dame la sensatez necesaria para saber distinguir lo esencial de lo accidental.



JUEVES

“ Venid a mí todos los que estáis cansados ”

La tradición ha puesto a Jesús muchos títulos: el Mesías, el Señor, el Hijo del Hombre…pero la gente sencilla que acudía a Jesús cuando caminaba por las calles de Palestina le llamaría así “Jesús, el quita pesos”; “Jesús el quita cargas”

según san Mateo 11,28-30

 En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 

Porque todo el que se acercaba a Jesús notaba que su vida se aliviaba, se aligeraba. Jesús se dedicaba a eso: a curar, sanar, aliviar, levantar, animar.

Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.

No cabe duda de que Jesús disfrutaba haciendo el bien. Jesús quiere que evitemos el mal, porque nos hace sufrir: y nos dediquemos a aliviar la vida de los que llevan cargas demasiado pesadas que no pueden soportar. Porque hay ocasiones en las que a todos “nos pesa la vida”. 

 Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».


Acudir a Jesús. En realidad, sólo descansamos cuando estamos con las personas que nos quieren. Y Jesús, el hombre del amor, el que vive henchido de la ternura del Padre, quiere que nos acerquemos a Él porque sabe que sólo en Él está nuestro verdadero descanso.

MIÉRCOLES

“ Se las has revelado a la gente sencilla ”



según san Mateo 11,25-27 

En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a los pequeños. 

En el Evangelio de hoy, el Señor nos da ejemplo de agradecimiento para que nosotros vivamos con la misma actitud. ¡Cuántos motivos tenemos para dar gracias a Dios! (detente un poco en la oración personal de hoy y aprovecha para ser agradecido con Él, piensa cuantos dones, acontecimientos, situaciones, personas… son una bendición y lo ves como normal porque gozas de ellos, aprovecha para darle gracias)¡

Cuántas muestras recibimos de su amor! Qué diferente sería nuestra vida si gastáramos cada momento valorando lo que tenemos y diéramos gracias a Dios por todo lo que permite en nuestra vida, fácil o difícil, gozoso o arduo. Dios es bondadoso. Dios es rico en ternura. Dios es Padre. Dios es misericordioso.

Si, Padre, así te ha parecido bien. Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».



Cuántas muestras recibimos de su amor! Qué diferente sería nuestra vida si gastáramos cada momento valorando lo que tenemos y diéramos gracias a Dios por todo lo que permite en nuestra vida, fácil o difícil, gozoso o arduo. Dios es bondadoso. Dios es rico en ternura. Dios es Padre. Dios es misericordioso.

MARTES


MARTES

“ ¡Ay de ti Corozain, ay de ti Betsaida! ”




según san Mateo 11,20-24 

En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho la mayor parte de sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! 

Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. 

 Pues os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. 

 Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. 

 Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Pues os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti».


LUNES

LUNES

“ No es digno de mí ”



según san Mateo 10, 34-11,1 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espada. 

He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa. 

jesús quiere asegurarse que los apóstoles tienen plena consciencia del compromiso que implica el aceptar la misión, y lo difícil, conflictiva y peligrosa que va a ser la misma. Ha utilizado toda clase de ejemplos y alegorías, pero antes de concluir, por si no han entendido el alcance de sus palabras, les habla en lenguaje más duro: “No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz, sino espadas. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa”.

 El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mi; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mi no es digno de mi; y el que no carga con su cruz y me sigue, no es digno de mi. 

Jesús quiere asegurarse que los apóstoles tienen plena consciencia del compromiso que implica el aceptar la misión, y lo difícil, conflictiva y peligrosa que va a ser la misma.

. El que os recibe a vosotros, me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo. 

Él no admite términos medios; nos quiere “calientes” o “fríos”, porque los “tibios” no tienen cabida en el Reino (Cfr. Ap 3, 15-16). Ya lo había dicho el anciano Simeón cuando llevaron al Niño a presentar al Templo: “Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel; será signo de contradicción”

 El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, sólo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa». 

 Cuando Jesús acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en sus ciudades.

Para enfatizar la radicalidad en el seguimiento que espera de los apóstoles, Jesús lo contrapone a uno de los deberes más sagrados del pueblo judío y del nuestro el amor paterno y el amor filial: “El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí”.




 DOMINGO



evangelio según san Mateo 13, 1-23 

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla. Les habló muchas cosas en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron.

 Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. 

Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron. Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta. 

El que tenga oídos, que oiga». Se le acercaron los discípulos y le preguntaron: «Por qué les hablas en parábolas?». Él les contestó: «A vosotros se os han dado a conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. 

Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumple en ellos la profecía de Isaías: “Oiréis con los oídos sin entender; miraréis con los ojos sin ver; porque está embotado el corazón de este pueblo, son duros de oído, han cerrado los ojos; para no ver con los ojos, ni oír con los oídos, ni entender con el corazón, ni convertirse para que yo los cure”. 

Pero bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen. En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron.

 Vosotros, pues, oíd lo que significa la parábola del sembrador: si uno escucha la palabra del reino sin entenderla, viene el Maligno y roba lo sembrado en su corazón. Esto significa lo sembrado al borde del camino. Lo sembrado en terreno pedregoso significa el que escucha la palabra y la acepta enseguida con alegría; pero no tiene raíces, es inconstante, y en cuanto viene una dificultad o persecución por la palabra, enseguida sucumbe. 

Lo sembrado entre abrojos significa el que escucha la palabra; pero los afanes de la vida y la seducción de las riquezas ahogan la palabra y se queda estéril. 

Lo sembrado en tierra buena significa el que escucha la palabra y la entiende; ese da fruto y produce ciento o sesenta o treinta por uno».