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lunes, 15 de mayo de 2023

ORACIONES POR LOS DOMINGOS DE PASCIA 5º, 6

SÁBADO

“ Tú, sígueme ”
Este sábado terminamos los evangelios feriales de Pascua, y lo hacemos con la continuación del de ayer donde Jesús nos preguntaba con toda claridad: ¿Mé amas?. Le respondimos como Pedro, con el corazón abierto y entregado.


según san Juan 21, 20-25 

En aquel tiempo, Pedro, volviéndose, vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había apoyado en su pecho y le había preguntado: «Señor, ¿quién es el que te va a entregar?»
 Al verlo, Pedro dice a Jesús: «Señor, y éste, ¿qué?» 

Jesús le contesta: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué? 
Tú sígueme.» Entonces se empezó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no moriría. 

Seguirle siempre a él, debería ser nuestro estilo de vida, nuestro camino cotidiano y nuestra espezanza. Pues él nunca defrauda y nunca se echa atrás cuando nos promete o nos dice algo. Seguirle, es tener vida, es decidirse a vivir desde un amor totalmente entregado y apasionado por la vida y por las historias personales de cada ser humano.
Pero no le dijo Jesús que no moriría, sino: «Si quiero que se quede hasta que yo venga, ¿a ti qué?» 
Este es el discípulo que da testimonio de todo esto y lo ha escrito; y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús. 
Si se escribieran una por una, pienso que ni el mundo podría contener los libros que habría que escribir.



Hoy la invitación es ya casi una obligación. Tú, Sígueme. Así de claro: Sígueme.
Seguirle es ver siempre optimismos y arco iris donde otros solo ven pesimismos y oscuridades. Seguirle es realizarse, es ser feliz y hacer feliz, es amar y sobre todo vivir con amor desde el amor.

VIERNES

“ Cuando seas viejo, otro te ceñirá ”


según san Juan 21, 15-19

 Habiéndose aparecido Jesús a sus discípulos, después de comer, le dice a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?».

 Él le contestó: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». 

El evangelio de hoy sobre el tema del amor, me fascina y, al mismo tiempo, me entristece. Me fascina y emociona que sea el mismo Jesús el que me pregunte personalmente a mí: ¿Me amas?

Jesús le dice: «Apacienta mis corderos». 

Por segunda vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas?». Él le contesta: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero». 

Él le dice: «Pastorea mis ovejas».

 Por tercera vez le pregunta: «Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?».

 Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?» y le contestó: «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero».

Yo creo que soy sincero cuando le digo que sí, como lo era San Pedro. Y esto me produce alegría. Pero me entristece el que me lo pregunte “por tercera vez”, porque me hace recordar que “por tres veces y más de tres” yo no le he sido fiel. Y no es que yo crea que Dios quiere que recuerde mi pasado para humillarme y caminar por la vida con complejo de culpabilidad

Jesús le dice: «Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras». 

«¿Me amas?… Apacienta mis ovejas». Las palabras de Jesús a Pedro en el Evangelio de hoy son las primeras que os dirijo, queridos hermanos. Estas palabras nos recuerdan algo esencial. Todo ministerio pastoral nace del amor… nace del amor.

Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme».


Señor, el tema de mi oración en este día, basado en tu evangelio, me llena de satisfacción porque es tu tema, tu gran tema, el tema del amor. Y yo quiero darte gracias porque has puesto el amor como fundamento del cristianismo

JUEVES

“ Para que todos sean uno ”



según san Juan 17, 20-26 

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo: «No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.

Las palabras del evangelio de hoy son escalofriantes, sublimes, estremecedoras. Jesús ha pedido al Padre que caigamos en la cuenta del amor que ese Padre nos tiene. Y este amor es tan inefable que es el mismo con que el Padre ama a Jesús.

 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.

Personalmente me parece que, además de todos los pecados que tenemos, el gran pecado es que pasamos la vida “sin enterarnos de todo lo que el Padre nos ama”.

 Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste.

 Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».


Por eso Jesús ha rezado al Padre para que esto se pueda cumplir. Cuando el mismo amor de Dios “manifestado a través de su Espíritu” venga a nosotros e inunde nuestros corazones, podremos convertir “el desierto en vergel”, “la tierra en cielo”, y “el infierno en paraíso”. Es el milagro del amor.

MIÉRCOLES

“ Santifícalos en la verdad ”



según san Juan 17, 11b-19


En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo: «Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. 

Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. 

Sabe que ha llegado la hora, la hora de dar la vida a todos los que el Padre ha amado desde el primer día del mundo; la hora de nacer a la vida de Dios.

Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida. 

Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. 

Ha llegado la hora de contemplar la profundidad del amor divino, ese amor que Cristo ha revelado, pues sólo Él ama como Dios puede amar. Cristo, ora por sus discípulos.

No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. 

Han creído en El; le ha dado su confianza y su vida. Ya no son siervos, sino amigos. Son de Dios como lo eran de Cristo. ¡Misterio de amor¡

Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad».

MARTES

“ He manifestado tu nombre ”


El Evangelio de hoy nos presenta la Oración Sacerdotal de Jesús. En esta plegaria el Señor habla del cumplimiento de la voluntad de su Padre, de su esfuerzo por glorificarle sobre la tierra, de su fidelidad para llevar a cabo la obra que le fue encomendada.

según san Juan 17, 1-11a

 En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, dijo Jesús: «Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado. 

Después de lavarles los pies a sus discípulos "para que tengan parte con El", Cristo eleva los ojos y ora.

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. 

Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. 

Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiese.

Sabe que ha llegado la hora, la hora de dar la vida a todos los que el Padre ha amado desde el primer día del mundo; la hora de nacer a la vida de Dios. Ha llegado la hora de contemplar la profundidad del amor divino, ese amor que Cristo ha revelado, pues sólo Él ama como Dios puede amar. Cristo, ora por sus discípulos. Han creído en El; le ha dado su confianza y su vida. Ya no son siervos, sino amigos. Son de Dios como lo eran de Cristo.

 He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. 

Jesús intercede por nosotros sus seguidores. Todos nosotros estamos en el pensamiento de Jesús en su oración al Padre.

Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado.

 Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. 

Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti».


dando gracias a Dios por el amor tan grande que nos tiene. Enviando a Jesús al mundo, el Padre nos ha revelado su cercanía y su amor. “Él nos ha amado primero y sigue amándonos primero; por eso, nosotros podemos corresponder también con el amor” (Benedicto XVI, Deus caritas est, n.17).


 LUNES

“ ¿Ahora creéis? ”



según san Juan 16, 29-33 

En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús: «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones.

 Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios». 

Les contestó Jesús: «¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. 

Sin embargo algo que nos comunica el Evangelio es la victoria sobre el mal, el Señor nos invita a tener paz en Él. A confiar en que Él ha vencido al mundo. Jesús ha vencido al mundo, es decir, ha salido victorioso. “Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo”.

Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. 

Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».

Es todo un camino apasionante pero no sin adversidades, ya señala a sus discípulos que “en el mundo tendréis luchas”, siempre podremos verlas como un reto para poner a prueba nuestra respuesta de amor, se nos brindara la ocasión para dejarnos podar y manifestar nuestra fidelidad, entrega, sacrificio y la importancia que tiene la fe en nuestras vidas.

Recordar que el discípulo no es mas que el maestro, que tenemos que contar con la incomprensión, la burla, el ataque… Y una de las bienaventuranzas ya nos prepara para la persecución como camino de autenticidad: “Dichosos cuando os persigan por mi causa”.


Su Palabra debe de ser donde radique nuestra fuerza. En los momentos de duda, de dolor, de adversidad, cuando tengamos que atravesar las mayores tribulaciones, que indudablemente sobrevendrán, tengamos en cuenta estas palabras del Señor para renovarnos en la esperanza y seguir adelante. Todo es posible con Él.


DIA DE LA ASCENSION

Ante la partida del Maestro, los discípulos no se entristecen. Su alegría se explica porque Jesús les dejó un don: la promesa del Espíritu Santo; y una tarea: ser sus testigos hasta los confines del mundo. Además, aquella despedida fue muy diferente a otras. El Señor Jesús mientras se marchaba les bendecía. Se fue de este mundo con los brazos abiertos, como los tuvo en la cruz, bendiciendo a la humanidad y abriendo definitivamente la senda y las puertas del cielo a todos.

DOMINGO

“ Sabed que yo estoy con vosotros ”


San Mateo, sitúa la escena de la Ascensión en un monte sin nombre. Con esto nos indica que lo interesante de esta escena no es el lugar, sino el simbolismo. 

El monte significa el ámbito de lo divino, donde está Dios y donde el evangelista quiere situar también a Jesús. A ese monte santo donde está Dios, es decir, donde está la plenitud de la verdad, de la belleza, de la libertad, y, sobre todo, del amor, ahí nos invita Jesús a subir para ser felices con Él para siempre.

evangelio según san Mateo 28, 16-20 

En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron. 

Acercándose a ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, 

Id y haced discípulos a todos los pueblos” Lo que nos manda Jesús a todos sus seguidores es que “hagamos discípulos”. Después vendrá el bautizarles. Hacer discípulos es hacer seguidores de Jesús, coger el soplo, el aliento, el talante de Jesús La lectura asidua y meditada del evangelio nos hace cambiar de vida y nos capacita para la misión.

bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».



Hoy día, más que nunca, la Iglesia necesita “testigos de la fe”, gente que nos hable de Jesús con alegría, con entusiasmo, con ilusión. Gente que suba al monte de Dios y nos cuente las bellezas que, desde allí ha contemplado. Gente que ha respirado el aire sano y limpio de la montaña e invite a subir a los que sólo respiran aire contaminado de la ciudad.

SEXTO DOMINGO DE PASCUA 
Tu Amor Señor....... Dos segundos para decirlo, horas para explicarlo y la cruz para demostrarlo. 




POR TI, SEÑOR, LO HARÉ
 Guardaré tus mandamientos, porque al hacerlo así, soy consciente de que cuido lo más santo y noble que Dios, en tu comunión contigo, nos legó. Amaré tus mandamientos, porque al amarlos, sabré que amó lo que Tú, estando con nosotros, amaste, defendiste y llevaste en tu mente y corazón 

Esperaré al Espíritu Santo, porque en esa espera, residirá la fuerza que me auxiliará en el duro combate de mi vida y de mis luchas Viviré, bajo el soplo de tu Espíritu, porque en la carrera de mis días siento que no puedo llegar al final si, ese Espíritu, lo dejo de lado agarrándome a otros huracanes. 

POR TI, SEÑOR, LO HARÉ Miraré hacia el cielo cada vez que me encuentre en cruel batalla con mi soledad Buscaré respuestas en tu Palabra cuando el discurso del mundo sea promesa hueca Aceptaré tus mandamientos, porque al aceptarlos, reverenciarlos y vivirlos sé que se encuentra el secreto para dar contigo para amar al Padre y vivir en el Espíritu 
POR TI, Y PORQUE LO NECESITO, LO HARÉ SEÑOR


Todos los diminngos  de la Pascua son un eco de la Resurrección de Criato y no ayudan a recordar las Palabras de Cristo, nos animan en el camino de la fe y nos conducen por los  caminos  que  Jesús penso y quiere para nosotros.
No  podemos  decir que amamos a Jesus y a continuacion vuvur de espaldas a sus mandamientos,



J Jesús saliste del Padre solo, pero ahora retorna al Padre con todos nosotros. Hoy el Señor anuncia a sus discípulos su inminente partida y su pronto retorno, que cambiara la tristeza de los suyos en alegría. Para ellos y para nosotros, a Cristo Jesús lo hace presente el Espíritu de Dios, y la fe nos sumerge en la alegría de esa presencia” Concedenos Señor el Espíritu Santo en medio de este mundo que está al reves para seguir adelante. .
  V
Volveré a veros.... nadie os quitara vuestra alegría. Señor vives para siempre y vives en mi aunque vengas noches negras no desaparecerá esa alegría Tu estas conmigo.
Dios no es masoquista que disfrute con el sufrimiento, pero sin embargo, si sabe iluminar nuestros sufrimientos, y nos da la fuerza para que se puedan convertir en medicina de nuestras heridas.
S
 
L
Espiritu Santo, haz que mi corazón este abierto  a la Palabra de Dios, abierto a la Verdad y el Bien, a la Belleza de Dios todos los dias de mi vda.
Que tu bondad. amor y luz Dio mío, pueda verse a través de mi. 
M

El Espíritu Santo es el “supremo don” que nosotros podemos pedir y Dios nos puede dar en este mundo. Dame, Señor, ese Don, lléname de tu Santo Espíritu para que pueda ser otro Cristo. 
Intento Señor ser sarmiento siempre unido a Ti y que nunca me faltes en mi hacer diario. Gracias por tanto. 
X
Tengo que ser humilde y desear de todo corazón el Espíritu de Dios para dejarme moldear por El. Solo El me llevará a la verdad plena. Y navegar mar adentro


J Jesús saliste del Padre solo, pero ahora retorna al Padre con todos nosotros. Hoy el Señor anuncia a sus discípulos su inminente partida y su pronto retorno, que cambiara la tristeza de los suyos en alegría. Para ellos y para nosotros, a Cristo Jesús lo hace presente el Espíritu de Dios, y la fe nos sumerge en la alegría de esa presencia” Concedenos Señor el Espíritu Santo en medio de este mundo que está al reves para seguir adelante. .
  V
Volveré a veros.... nadie os quitara vuestra alegría. Señor vives para siempre y vives en mi aunque vengas noches negras no desaparecerá esa alegría Tu estas conmigo.
Dios no es masoquista que disfrute con el sufrimiento, pero sin embargo, si sabe iluminar nuestros sufrimientos, y nos da la fuerza para que se puedan convertir en medicina de nuestras heridas.
S

 QUINTO DOMINGO DE PASCUA



Si Jesús está en el Padre, nosotros no podemos estar permanentemente en las nubes. Si Jesús nos descubre a Dios, no podemos seguir mirando hacia otro lado. ¿Y todavía decimos que no conocemos a Jesús? Cambiemos el “chip”, la forma de pensar (para andar en la verdad), la velocidad en nuestro caminar (para descubrir el camino que mejor nos encaja) y la forma de vivir (para intentar hacerlo con bríos renovados). ¡Feliz camino! ¡Feliz verdad! ¡Feliz vida!...con Jesús, claro¡¡



No sé cómo ni cuando, pero una tarde pensé en la vida y en la muerte, reflexioné sobre la muerte y la vida, y, al mirarme a mí mismo, comencé a sentir llagas de preocupación heridas de sufrimiento cicatrices de dolores y de debilidad. Levanté mis ojos a tu cruz, Señor, y me quedé asombrado de la VIDA de tu VIDA de la fuerza de tu VIDA del amor de tu VIDA. Por eso, Señor, no puedo menos en este día que decirte y pregonar a los cuatro vientos: TÚ, SI QUE ERES CAMINO, VERDAD Y VIDA. Y, ¿sabes, Señor? En mi camino, mi verdad y mi vida, siempre me haces falta porque eres verdad ante tanta falsedad, erees vida ante tanta muerte y eres camino ante tantos atajos.



POR TU CAMINO, SEÑOR 
Aunque me tiemble el pulso, seré de los tuyos, anunciaré tu Palabra apoyaré, con mis débiles fuerzas, la Verdad que tu camino me indica.
Creeré y esperaré en la eternidad que me brindas Soñaré que, más allá de la noche incierta, aguarda un paraiso
 POR TU CAMINO, SEÑOR Entenderé que, más allá de la casa en la tierra, me esperas con un sitio cerca del Padre.
Descubriré que, avanzando Tú por delante, eres la vía que lleva al rostro del Padre eres el sendero iluminado por el Espíritu Santo eres Aquel que, cuando se mira, encuentra frente a frente al que en el cielo espera.
L
Pon hoy atención a todo lo que ocurra en tu corazón, no te despistes y te entretengas con otros afanes y tareas, solo una te traerá la paz y la felicidad que tanto ansias: permanecer en tu corazón, porque solo ahí te encontraras con el Dios de la Vida
Cantare el amor que hay en mi  porque me haces feliz, pones  paz en mi  corazón y das vida a mi ida Señor,
Ayudame a  sacar todo lo malo que hay en mi para que pueda entrar lo mejor y lo mjor eres tu Señor.
M. 
Te marchas Sor y me dejas tu paz. 
Concedeme Señor, en este mundo desnortado, ser verdadero instrumento de tu  paz y transmitir tu amor. 
Tu paz y tu Evangelio inunda mi corazón y mi alma. 
X. 
Se que vivo unida a Ti como el sarmiento a la vid. Pero lo importante es vivirlo, experimentarlo y disfrutarlo.
Contigo estoy vivo, sin ti estoy muerto. Contigo lo soy todo sin ti no soy nada. Señor atame a ti para que no sea un sarmiento cortado y sin fruto.
Que tu Palabra me una a ti, con la Eucaristía me alimente de ti y el nuevo mandamiento me una a mis hermanos dando frutos de calidad y podame con tu palabra y sostén mi compromiso de frutos duraderos. 

J

Permanece en mi para que mi alegría esté en ti" Mi encuentro contigo Señor me conduce a la alegría y el gozo que lo llena todo porque Tu eres la fuente de donde mana la alegría y e gozo y que nos anima a mirar al cielo, de soñar y esperar en lo que tu nos ofreces. Que nada ni nadie me quite esa alegría que la trae tu Palabra Señor que al hacerse carne se hizo eterna en la tierra.

 Yo también tengo que cumplir la voluntad del Padre siendo discípulo que vive por Jesu y en El y mi fe permanecerá en el amor que he sido engendrado y con amor llegará la alegría pase lo que pase.
V
Amar como yo te amo... hasta el final. 

Abre tu corazón al amor incondicional de Dios y serás verdadero discípulo y testigo del amor de Dios. Es difícil pero con tu ayuda Madre lo intento. 
Entonces la alegría de mi entrega  la podres repartir a raudales con todos.....el amor es contagioso.
S. 
La persecución poor seguir a Cristo es mitivo para los cristianos. Como la Virgen de Fatima dijo rezar el rosario para el final de la persecución.

Todo ese mundo es maravilloso. Pero hay otro mundo, “el mundo ése” el que rechazó a Jesús, el que llevó a Jesús a la muerte. Ese mundo que ha odiado a Jesús, nos puede seguir odiando también a nosotros hoy. 

 El verdadero discípulo de Jesús acepta ese rechazo porque así se parece más a Jesús. Cada uno de nosotros puede decir: “Me ama a mí”. “Conoce mi nombre”. Para saber qué significa ser llamado por nuestro propio nombre, habría que acudir a


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