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domingo, 29 de enero de 2023

LAS BIENAVENTURANZAS


Entre otras muchas, hay una frase respecto a la felicidad, que dice algo así: “la felicidad consiste en estar satisfecho contigo mismo, en quererse a uno mismo”. ¿Es cierto? ¿Podemos afirmar que, nuestras satisfacciones, exclusivamente personales e individualistas son fuente de la dicha y de la armonía verdaderas? 

Que cada uno, desde su situación personal, se responda. 

De todas formas hay un elemento clarificador e iluminador: nunca como hoy hemos tenido tantos bienes a nuestro alcance (para el desarrollo personal o colectivo) y nunca como hoy, el hombre, va errando en busca del tren de la felicidad.



Las bienaventuranzas son 8 vagones que, a simple vista, nos pueden parecer sin ventanas abiertas al placer auténtico. Pero, cuando uno se atreve a viajar en ellos, descubre que el dar (más que el recibir) deja una huella eterna en el corazón. 

¡Lo esencial no siempre s perceptible a nuestros ojos! Y es que, Dios, no siempre ve las cosas como nosotros y, por supuesto, no siempre nosotros las observamos como El. 

 El camino de las bienaventuranzas es un sendero atípico y comprometido. Es el mundo al revés. Es saber que, en la pobreza de espíritu (que no significa ser necios ni mucho menos) podemos encontrar una puerta abierta para alcanzar esas cotas de alegría y de paz que el mundo nos roba. 

Frente a la pobreza de espíritu, como siempre, se alza el rascacielos de la soberbia o del engreimiento; la riqueza externa con sus numerosos trajes festivos frente a la vida interior que, a la larga, es la que da consistencia a nuestros ideales, a nuestros criterios y a lo que de verdad nos sostiene frente a los combates de la vida.


 Hoy elegir el programa de las bienaventuranzas nos lleva a ser señalados por el mundo hedonista y caprichoso. Más que bienaventurados, los que lloran, se compadecen, humillados, perseguidos…..son tratados como “mal aventurados” como ingenuos. 

 En cuántas ocasiones no hemos escuchado respecto a una persona que hace el bien aquello de “ya se cansará; ya aprenderá”.

 Lo cierto es que si, el relato de las bienaventuranzas, es una de las páginas más bonitas el evangelio a la fuerza ha de ser el artículo de primera necesidad para dirigir y orientar nuestra vida cristiana. 

¿Qué cuesta mucho? ¿Que es difícil aplicárselo todos los días? ¿Que no es un “maquillaje” que esté muy de moda en la sociedad de hoy? ¿Acaso lo era en tiempos de Jesús? 


ORACIÓN

 


¡HAZME BIENAVENTURADO, SEÑOR! 
Con las antenas de mi vida, en dirección a Ti y, descubriendo que, en la pobreza de espíritu brota la riqueza que tú quieres en mí. Abriéndome a Ti, para no perderme. Que, en el dolor, sepa descubrir tu mano y, en el de los demás, que salga a su encuentro la mía con sencillez y humildad.

¡HAZME BIENAVENTURADO, SEÑOR! Imprime en mi corazón el color de tu amor y, en mi alma, el brillo del Evangelio en mis pies la huella que marcan tus caminos y, en mis ojos, el deseo de mirarte para no perderte 
¡HAZME BIENAVENTURADO, SEÑOR! Feliz, por estar junto a Ti Feliz, de hacer lo que te gusta a Ti Feliz, por ir contracorriente ¡HAZME BIENAVENTURADO, SEÑOR



sábado, 28 de enero de 2023

BENEDICTO XVI SU INFANCIA y ADOLESCENCIA

 INFANCIA Y AÑOS SIGUIENTES



Aschau, Años escolares

A finales de 1932 la familia se  traslada nuevamente de lugar, puesto que en Tittmoning el padre se había arriesgado demasiado contra los nazis. 
En diciembre, poco antes de Navidad, llegan al nuevo hogar de Aschau junto al Inn, un próspero pueblo campesino con grandes y vistosas granjas. 
Aschau municipio en el distrito de Mühldorf.




Mi madre quedó agradablemente sorprendida de la nueva y preciosa casa que nos correspondió. Un agricultor había construido una pequeña casa de campo con terraza y balcones que, para los criterios de entonces, era muy moderna, alquilándola después a la gendarmería. La oficina y la vivienda del segundo gendarme estaban situadas en la planta baja. 




Para nosotros estaba destinado el primer piso, el cual· era un confortable hogar. Formaba parte de la casa un pequeño jardín delantero con un bello crucifijo que daba al camino y un gran prado en el que había un estanque con carpas, donde yo una vez, mientras jugaba, estuve a punto de ahogarme. "Mi Vida"

En medio de la aldea, como es frecuente en Baviera, había una gran fábrica de cerveza. La cervecería de la fábrica era el punto de encuentro de los hombres todos los domingos; la verdadera plaza del pueblo se encontraba al otro lado de la aldea, con otra gran cervecería, la iglesia y la escuela.

La graciosa iglesita neogótica del pueblo no podía resistir la comparación con la que estábamos habituados en Tittmoning. 

Las tiendas eran sencillas y el dialecto demasiado rudo, de tal modo que al principio no entendíamos algunas palabras. No obstante, muy pronto empezamos a amar a nuestro pueblo y a valorar sus bellezas propias. 

A la edad de cinco años, Ratzinger estaba con un grupo de niños que dieron la bienvenida al visitante cardenal arzobispo de Múnich con flores.

 Impresionado por la vestimenta del cardenal, más tarde anunció que quería llegar a ese cargo.
Allí es donde el pequeño Joseph asistió a la escuela primaria, donde recibió su primera comunión y en donde comenzó a estudiar piano. 

1933
El 3 noviembre , Hindenburg confió a Hitler el cargo de canciller del Reich; lo que en el lenguaje del partido nazi se llamó «toma del poder»,
El nuevo régimen espiaba y tenía bajo control a los sacerdotes hostiles al régimen.
En aquella situación cada vez más difícil para él, por su condición de gendarme, el padre de familia de los Ratzinger protegía y ayudaba a los sacerdotes que corrían peligro,

Fueron implantadas la «Hitlerjugend» (Juventudes hitlerianas) y la ..Bund deutscher Madchen» (Liga de muchachas alemanas), asociadas a la escuela, de tal modo que Georg y María tuvieron que tomar parte en sus manifestaciones.

Al principio, el maestro, como es costumbre en Baviera, siguió ejerciendo de organista y director del coro de la iglesia y continuó dando las clases de Biblia, mientras el catecismo le correspondía al párroco. Al principio parecía que esto podía ser garantizado por el Concordato, pero bien pronto se pudo comprobar que para los nuevos patrones la fidelidad a los convenios no contaba para nada.

 Los obispos llevaron a cabo con dureza la lucha en defensa de la escuela confesional, la lucha por la observancia del Concordato: han quedado muy grabadas en mi memoria las cartas pastorales sobre este asunto que el párroco leía durante las celebraciones dominicales. "Mi Vida"

Joseph en su clase de primer grado, 1933




1934




Fue precisamente en una Navidad, la de 1934, con solo siete años, cuando el futuro Papa escribió una carta muy especial pidiendo tres regalos al Niño Jesús. 

 Encontrada en 2012, en la casa de la familia Ratzinger en Baviera, la carta fue conservada por María, la hermana del Papa, ya fallecida. Este valioso documento se conserva en la casa-museo del municipio del sudeste alemán de Marktl am Inn. 

 Así rezaba la carta del niño Joseph: "Querido Niño Jesús, pronto descenderás a la tierra. Quieres traer alegría a los niños. También a mí me traerás alegría. Quisiera el Volks-Schott, una casulla verde y un Corazón de Jesús. Siempre quiero ser bueno. Saludos de Joseph Ratzinger".


 La carta está escrita en caligrafía gótica manuscrita, que empezó a caer en desuso a mediados del siglo XX. En la carta, escrita en Sütterlin, antigua caligrafía alemana que ya no se utiliza, el futuro Papa pide a Jesús un Volks-Schott ("Misal del pueblo"), misal alemán que se usaba en 1934.

 Un misal con dos columnas, una en alemán y otra en latín. Una petición que reflejaba una curiosa y piadosa diversión del pequeño Joseph. 
Se prepara para su primera comunión y su padre le compra su misal Schott.


"El año litúrgico daba al tiempo su ritmo y yo lo percibí ya de niño, es más, por ser niño, con gran alegría y agradecimiento.


Un niño que pasó, durante una infancia que él describe como feliz, por un período caótico, el de la guerra, y que, sin embargo, se mantuvo fiel a su vocación: la de convertirse, un día, en sacerdote.

AÑO LITURGICO DESDE PEQUEÑO
 En el tiempo de Adviento, por la mañana temprano, se celebraban con gran solemnidad las misas Rorate en la iglesia aún a oscuras, sólo iluminada por la luz de las velas. La espera gozosa de la Navidad daba a aquellos días melancólicos un sello muy especial.
 Cada año, nuestro Nacimiento aumentaba con alguna figura, y era siempre motivo de una gran alegría ir con mi padre al bosque a coger musgo, enebro y ramitas de abeto. "

Los jueves de Cuaresma se organizaban unos momentos de adoración llamados del "Huerto de los Olivos», con una seriedad y una fe que siempre me conmovían profundamente. 
Impresionante era la celebración de la Resurrección, la noche del Sábado Santo.
 Durante toda la Semana Santa las ventanas de la iglesia se cubrían de cortinas negras, de modo que el ambiente, aun a pleno día, resultaba inmerso en una oscuridad densa de misterio. Pero apenas el párroco cantaba el versículo que anunciaba "iCristo ha resucitado!», se abrían de repente las cortinas de las ventanas y una luz radiante irrumpía en todo el espacio de la iglesia: era la más impresionante representación de la Resurrección de Cristo que yo consigo imaginarme.


Georg Ratzinger, hermano de Benedicto XVI, ya fallecido, siempre recordaba cómo jugaba con Joseph: "Los dos hacíamos el pesebre juntos, y luego entre los juegos más frecuentes estaban los juegos espirituales, lo llamábamos el 'juego del párroco' y lo hacíamos los dos, nuestra hermana no participaba".



"Mi padre sufría mucho por estar al servicio de un poder estatal cuyos representantes consideraba unos criminales, si bien, gracias a Dios, en aquel tiempo su trabajo en el pueblo apenas se vio afectado" (Mi vida).
1935




En la segunda fila, tercero desde la izquierda, se puede ver a Joseph Ratzinger con sus compañeros de clase del tercer grado del colegio Aschau am Inn. 


  "Primero mi hermano se hizo monaguillo; después, 1935 (...) seguí sus pasos, aunque no podía compararme a él en capacidad y empeño". (Mi vida)
 
1936
Joseph Ratzinger ingresa como monaguillo en la parroquia de Aschau.

En marzo, el pequeño Joseph hace la primera comunión




Recibió la Primera Comunión de la misma manera que San Luis Gonzága Así como San Luis Gonzaga recibió la Primera Comunión de un cardenal, el Cardenal Carlos Borromeo; Benedicto XVI experimentó lo propio de la mano del Cardenal Von Faulhaber.



1937     TRAUNSTEIN
Esta peregrinación continua concluyó en el año 1937 cuando, cumplidos los sesenta años de edad, se jubiló el padre 
Nos establecimos entonces en una casa en Hufschlag, junto al Traunstein, que se convirtió en ese momento en nuestro verdadero hogar.
  


"Pocos días despues de nuestra llegada, la escuela abrió sus puertas: empecé entonces el bachillerato humanístico, que corresponde al actual en lenguas clásicas. Para llegar a la escuela debía caminar cerca de media hora, tiempo suficiente para contemplar los alrededores y reflexionar, pero también para ir repitiendo lo que había aprendido en clase" (Mi vida)

El padre de Joseph compró una pequeña casa de campo en Hufschlag en Traunstein; este lugar es recordado por Ratzinger como



"el verdadero hogar" de su familia.
Las ventanas del dormitorio donde dormíamos los dos hermanos varones daban al sur. Por la mañana, cuando descorríamos las cortinas, veíamos delante nuestro el Hochfellen y el Hochgern, las dos «montañas domésticas» de Traunstein, tan cercanas que parecía que podíamos tocarlas.

La familia se acercába con más frecuencia a la vecina Salzburgo  siempre que íbamos, hacíamos peregrinaciones a Maria Plain, visitando sus luminosas iglesias y dejándonos inundar por la atmósfera de esta ciudad única.

Durante dos años el pequeño Joseph iba a la escuela a pie, día tras día, con gran ilusión, pero el párroco insistió en que yo entrase en el seminario menor para poder ser introducido de manera sistemática en la vida eclesiástica. 
Para elpadre, cuya pensión era verdaderamente exigua, se trataba de un gran sacrificio. 

Entró por la Pascua de 1939, feliz y lleno de expectativas porque mi hermano me había hablado estupendamente de él y porque yo tenía óptimas relaciones con los seminaristas de mi clase. 

Al estallar la guerra el seminario fue requisado como hospital militar y los hermanos volvieron a casa.
Pero el director encontró unos alojamientos provisionales, primero en el centro termal de la ciudad (que por deseo del párroco Kneipp debiera haber sido un gran "Centro de Salud Kneipp»), después en el Colegio Femenino de las Damas Inglesas en Sparz, en lo alto de la ciudad. La casa estaba completamente vacía, ya que los nazis habían cerrado todas las escuelas religiosas, de modo que los seminaristas y el cuerpo docente pudimos encontrar alojamiento. Pero no había un campo deportivo y, en lugar de deporte, caminábamos juntos por las tardes por los bosques de los alrededores y jugábamos en el cercano lago de montaña. "Mi Vida"
Pero definitivamente tuvieron que volver a casa. Mi hermano tenia 19 años y yo 14

En el verano de 1942 Gerorg tuvo que entrar en el llamado ..Servicio laboral del Reich.. , en otoño lo llamaron a filas en las Fuerzas Armadas, donde fue destinado en el Servicio Militar de las Comunicaciones como radiotelegrafista. Después de algunas permanencias en Francia, Holanda y Checoslovaquia, en el año 1944 le destinaron al frente italiano. Allí fue herido y enviado afortunadamente, de manera sorprendente, al seminario de Traunstein -habilitado como hospital militar-, el lugar de tantas gozosas experiencias. Pero, apenas reestablecido, fue nuevamente enviado al frente italiano

A pesar de la situación , el futuro Papa. era feliz en casa estudiando.

SERVICIO MILITAR Y PRISIÓN





La guerra frenó en seco su formación. 
En 1943
A los dieciséis años, fue llamado a filas, como tantos jóvenes que al final de la guerra fueron militarizados (los llamados Flakhelfer: ayudantes de artillería antiaérea) y fue destinado a la defensa de la fábrica de BMW en Traunstein, en las afueras de Múnich, ciudad que fue bombardeada masivamente. Prestó servicio entre abril de 1943 y septiembre de 1944.

Tres veces a la semana podíamos ir a la ciudad para asistir a las clases del instituto Maximiliano, pero era terrible tener que constatar cada vez nuevas destrucciones y experimentar cómo la ciudad iba convirtiéndose en ruinas piedra a piedra. "Mi Vida"
 En 1944 comenzó su entrenamiento básico en Hungría, tomó parte en el Reichsarbeitsdienst que era una organización para el apoyo del ejército alemán, donde él, junto con otros compañeros, construyeron barreras antitanque. Ratzinger desertó en los últimos días de la guerra, pero fue hecho prisionero por soldados aliados en un campo cerca de Ulm en 1945.
Después de ser puesto en libertad, en cuanto alumno del seminario menor, entonces situado en Traunstein, hizo su examen de bachillerato en el Chiemgau-Gymnasium (Instituto Chiemgau) en Traunstein.





El 19 de junio de 1945 tuve que pasar diversos controles y reconocimientos hasta que, loco de alegría, me encontré en mis manos con la hoja de libertad: el fin de la guerra se hacía también realidad para mí.
Llegué inesperadamente a mi ciudad antes del ocaso; la Jerusalén celestial no me hubiera parecido más bella en esos momentos. En la iglesia se oía cantar y rezar, era la noche del viernes del Sagrado Corazón. No quise molestar y, por eso, no entré, sino que me dirigí todo lo rápido que pude a casa
"Mi Vida"






No perteneció a las Juventudes Hitlerianas, aunque el régimen inscribió a todos los seminaristas.

  

viernes, 27 de enero de 2023

TERCER DOMINO DEL T ORDINARIO

SÁBADO

“ ¿Aún no tenéis fe? ”




según san Marcos 4,35-41 

Aquel día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos: «Vamos a la otra orilla». 

El atardecer es el momento que se va luz y, con la falta de luz, la desorientación, el no saber uno donde está. Y esta sensación de oscuridad, de no ver con claridad, de hallarse uno como perdido en la vida, es una experiencia que sentimos todos.

Dejando a la gente, se lo llevaron en barca, como estaba; otras barcas lo acompañaban. 

Hay que pasar “a la otra orilla”, a la orilla de la fe, de la oración, de la presencia de Dios.

Pero Jesús es tan condescendiente que no nos deja nunca solos. No dice: “Pasa a la otra orilla” sino “Pasemos”. Él siempre viene con nosotros y nos acompaña.

Se levantó una fuerte tempestad y las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba en la popa, dormido sobre un cabezal. 

Lo despertaron, diciéndole: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?». 

Por eso se extraña de la poca fe de los discípulos en la barca. Jesús duerme para probar su fe.

Es muy difícil poder dormir con fuerte viento y unas olas que ya han entrado en la barca hasta mojar sus pies.

Se puso en pie, increpó al viento y dijo al mar: «¡Silencio, enmudece!». 

El viento cesó y vino una gran calma. 

Él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo? ¿Aún no tenéis fe?». 

Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: «¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!».



Jesús pide a los discípulos de todos los tiempos “que se fíen de Él” Es más, cuando arrecian los vientos de las dificultades y las olas amenazan con hundir la barca de la Iglesia, no hay que pensar en otra barca. Sólo hay una solución: “embarcarse con Jesús, aunque nos parezca que Él está dormido”. Hay que poner a Jesús en el centro de la vida

VIERNES

“ El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra ”





según san Marcos 4,26-34

Las parábolas que se nos comunican hoy nos invitan a seguir trabajando en la construcción del Reino, aunque a veces no veamos los frutos de la siembra

 En aquel tiempo, Jesús decía al gentío: «El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. 

Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.

Son una invitación a no estar ansiosos o dependientes de los supuestos éxitos o de inmediatas respuestas a nuestros esfuerzos.

Se nos presenta por partida doble para abundar en la virtud de la paciencia, tan ligada a la humildad y, en última instancia, a la esperanza.

 La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. 

El Reino crece, lentamente, ocultamente, y cuando menos lo esperamos vemos sus frutos. Hoy más que nunca debemos tener confianza y creerle a Dios, pues no somos nosotros quienes hacemos crecer la semilla, sino Él.

Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».

 Dijo también: «¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después de sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra». 

También hay que aguardar con paciencia que el grano de pimienta se convierta en un frondoso arbusto bajo cuyas ramas cobijarse

Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.

La construcción del reino de Dios también precisa de santa paciencia, de esa espera confiada en que la siembra produzca su fruto llegado el momento. Pero sin angustiarse de que no lo veamos crecer ni, mucho menos, segar.

A veces nos cohibimos de sembrar pensando que nuestra “semilla” es pequeña, no nos atrevemos a anunciar el Reino de Dios, porque “tenemos poco que decir”. 

Ninguna semilla es demasiado pequeña. Si hemos recibido la Palabra de Dios anunciando el Reino, tan solo tenemos que arriesgarnos, atrevernos a regar la semilla. No olvidemos que esa Palabra tiene poder creador, capaz de hacerla germinar aún en las condiciones más desfavorables

JUEVES

“ ¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín? ”



Jesús nos pone un ejemplo bien comprensible. Un candil, una lámpara no se pone debajo de la cama, sino bien a la vista para que cumpla su misión, alumbrar, dar luz, vencer las tinieblas. Así hemos de predicar el evangelio.

según san Marcos 4,21-25 

En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: -«¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? 

Las buenas noticias no se pueden silenciar, la buena noticia de Jesús hay que extenderla a los cuatro vientos para que alegre el corazón a cuanta más gente mejor y les haga saborear la felicidad que todos deseamos.

Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. 

El que tenga oídos para oír, que oiga».

Jesús quiere que vivamos la fe con tal limpieza y transparencia; que nunca tengamos nada que ocultar. Lo que más convencía al pueblo que seguía a Jesús era la coherencia. Entre lo que predicaba y lo que vivía nunca había ningún desajuste. Eso le diferenciaba de los fariseos hipócritas que compaginaban perfectamente la doble vida.

 Les dijo también: -«Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces.

Jesús remacha el mensaje de la parábola del sembrador con esta otra imagen del candil que se pone en alto para que alumbre en vez de ponerlo debajo de un celemín para que su luz se vea amortiguada y no cumpla su función.
 La misión del candil es alumbrar y es de locos ir contra ese cometido.

 Porque al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”.


Si escondemos a Dios con nuestras actitudes y pensamientos, Dios se descubrirá por su propia luz. La vida siempre se hace presente, nunca es un recuerdo. La vida no se oculta, ni tampoco se destruye, la vida como la luz saldrá de las penumbras humanas y mostrarán una realidad diferente.


 La misión del cristiano es anunciar la buena nueva que Jesús vino a traer al mundo, la salvación que nos redime del pecado y es de locos ir contra ese cometido. No se nos ha dado la palabra de vida para que la ocultemos, celosos o medrosos, sino para que la gritemos como el día al día le pasa el mensaje, la noche a la noche se lo susurra. El que tenga oídos para oír, que oiga. Y ya sabe lo que tiene que hacer.  

MIERCOLES

“ Id por todo el mundo,…a toda la creación ”


según san Marcos 16, 15-18 

El Evangelio de hoy nos presenta el mandato de la misión: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”. Todo cristiano participa de esta misión de evangelizar, mientras quede alguien, -aunque solo sea uno- , que no conozca el amor de Dios.

En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. 

El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado. 

A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. 

Encontrarse con el tesoro, que no es otro, que Cristo, el Señor, el cual, puede dar plenitud a su existencia, y la fe se hace contagiosa, no se puede ocultar, el gozo, la alegría, la esperanza, la paz, el estilo de vida, … tantos dones nos aporta, que es imposible disimularlos o disfrazarlos.

El encuentro con el Señor nos transforma.

Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».



Recordando que Él los envió a todas las gentes. Y en ese “todos” de hace más de dos mil años estábamos también nosotros. Jesús nos señala también a no seleccionar quién es digno y quién no de recibir su mensaje y su presencia.

Dios ama a todos y quiere salvar a todos, y por eso llama a algunos, «conquistándolos» con su gracia, para que a través de ellos su amor pueda llegar a todos. La misión del pueblo de Dios es la de anunciar las maravillas del Señor.

MARTES


“ El que cumple la voluntad de Dios, ese es mi hermano... ”

según san Marcos (3,31-35) 

Poco antes, sus parientes habían salido a calmarlo porque decían que estaba fuera de sí (Mc 3, 21). Parece que vuelven ahora con parecida intención y le mandan llamar. No le entienden. No entran en la casa. Se quedan fuera, esperando. Están convencidos de que lo hacen por cariño. No se dan cuenta de que el suyo es un cariño tóxico, porque no le permiten a Jesús ser Él mismo.

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dice: «Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». 

Jesús no desestima sus relaciones familiares sanguíneas. Al contrario, le da un nuevo significado. El Señor tiene un corazón universal, no se deja limitar. Las únicas fronteras de su familia son las fronteras del mundo; se siente hermano de todo aquel que hace la voluntad de Dios; así desde ahora, todos somos familia de Jesús.

Él les pregunta: «¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?».

 Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

La respuesta de Jesús puede parecer poco delicada para con su madre que acompaña, medio secuestrada, a los parientes. A María, sin embargo, las palabras de Jesús le suenan a hermoso y delicado piropo. Las palabras de Jesús podrían parecer también un menosprecio de los vínculos familiares.



En la gran familia de los unidos por el vínculo de la fe, todos somos madres y padres, hermanos y hermanas, bajo el Padre común de todos. A nadie se le excluye. A nadie se le cierra la puerta. Los lazos de la sangre son buenos porque son imprescindibles. Los lazos de la fe son mejores porque nos abren a horizontes mucho más amplios y luminosos.

LUNES

“ El que blasfeme contra el Espíritu Santo ”


según san Marcos 3, 22-30

A Jesús le están dando palos por todas partes. Le cuestionan todo y van a la yugular. Lo acusan de pertenecer a la esfera del mal, que sus obras por muy buenas que parezcan vienen del reino del Mal

Le disputan a Jesús su obra, imputándola a Satanás en vez de a Dios. Pero el Señor, que lee los corazones de sus oponentes dialécticos, le da la vuelta al argumento con sutileza: si los prodigios que observan son obra de Belzebú, entonces es que le queda poco de reinado al príncipe de este mundo puesto que está contra sí mismo

 En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: «Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios». 

El reino de Dios está presente y al hacerse presente inaugura un tiempo nuevo en el que el pecado, el mal que es propio de Satanás, está siendo vencido.

Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. 

Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. 

En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre». 

Quien niega el amor implícito que trae la Trinidad es quien merece la condena eterna. Blasfemar contra el Espíritu Santo es tanto como negar su capacidad para convertir el corazón propio y volverlo hacia Dios.

Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.


Jesús con su palabra y obra está dando por finalizado el poder del mal en la vida de los hombres. El mal tiene ya fecha de caducidad.
 Ahora bien, hay que optar, la vida siempre nos obliga a tomar partido. Los maestros de la ley con su sabiduría han hecho su opción, han decidido no crecer, no aceptar la novedad del Reino,.
 En cambio, Jesús se ha puesto de parte de la vida y nos recuerda la otra cara de la elección: el sacrificio que nunca es gratuito. Lo que en última instancia se elige es ser más, ser mejor. Y Jesús optó por un determinado estilo de vida, y eso le costó la vida misma: su vida estuvo tejida de múltiples sacrificios y la cruz es la firma final con la que él rúbrica su proyecto de amor.

 DOMINNGO


“ Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos ”


según san Mateo 4, 12-23 

El Evangelio de hoy nos recuerda el momento en que Jesús comenzó a predicar. El evangelista Mateo nos lo presenta como el momento en que se cumple una antigua profecía de Isaías: “El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande”. Y esa luz es Él mismo, es su presencia y su palabra.

Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.

 El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló». 

Jesús llega como con prisa: apremiando, sacudiendo por el hombro a los soñolientos, a los demasiados tranquilos, a los instalados. Para que quede bien claro, desde el principio, que hay mucha tarea por delante. Que el Reino de Dios no es una fruta silvestre, al alcance de la mano del primero que pasa; sino más bien el final de un largo esfuerzo, donde se han ido amasando, codo a codo, el pequeño sudor del hombre y la gracia vivificante del Señor. Que no hay tiempo que perder. Que hay que poner manos a la obra.

Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos». 

¿Y cuál es la tarea? Nada más y nada menos que esta: "convertíos" Así de claro, así de radical. Convertíos es tanto como decirnos que nos hemos equivocado de camino, que igual llevamos demasiado tiempo dando vuelta a la noria de nuestro yo, que no podemos seguir acumulando riquezas que terminaran pudriéndose un día en nuestras manos. 

 Convertirse es cambiar de vida, hacer borrón y cuenta nueva.

Paseando junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, llamado Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el mar, pues eran pescadores. 

Les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan, su hermano, que estaban en la barca repasando las redes con Zebedeo, su padre, y los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron. Jesús recorría toda Galilea enseñando en sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

¿Y cuál es la tarea? Nada más y nada menos que esta: "convertíos" Así de claro, así de radical. Convertíos es tanto como decirnos que nos hemos equivocado de camino, que igual llevamos demasiado tiempo dando vuelta a la noria de nuestro yo, que no podemos seguir acumulando riquezas que terminaran pudriéndose un día en nuestras manos. Que ya está bien de desigualdades y guerras, de pisar al otro, de las mentiras, odios y violencias. Convertirse es cambiar de vida, hacer borrón y cuenta nueva.

Escucha, acoge y anuncia la Palabra de Dios. Y el amor de Dios se extenderá en el corazón de muchos por la acción del Espiritu Santo.

ORACION PARA USO PRIVADO A BENECICTO XVI

Oración para uso privado* por intercesión de Benedicto XVI. 

Dios Todpoderoso y eterno, que inspiraste en el corazón de tu siervo, el Papa Benedicto XVI, el sincero deseo de encontrarte y anunciarte, haciéndose un humilde “Cooperador de la Verdad” y ofreciéndose como siervo, para Cristo y para la Iglesia. 

Haz que también yo sepa amar a la Iglesia de Cristo y pueda seguir en mi vida las verdades eternas que ella proclama. Dígnate, Señor, glorificar a tu siervo, el Papa Benedicto XVI y concede, por su intercesión, la gracia que ahora te pido (hágase el pedido). Amén.



 Rezar el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria.

  Autorizada por Mons. Carlos Rossi Keller, Obispo de Frederico Westphalen, en el estado de Río Grande del Sur (Brasil). 

 En conformidad con los decretos del Papa Urbano VIII, declaramos que en nada se pretende prevenir el juicio de la Autoridad eclesiástica y que esta oración no tiene finalidad alguna de culto público. -

 Las gracias atribuidas a la intercesión del Papa Benedicto XVI deben ser comunicadas al Vicariato de Roma, con una carta escrita a la siguiente dirección: Emmo. Sr. Cardenal Vicario para la Diócesis de Roma Piazza di S. Giovanni in Laterano 6, 00184 Roma RM, Italia. 

jueves, 26 de enero de 2023

LA COLA DE CABALLO ORDESA

 La ruta de la cascada de Cola de Caballo comienza en el aparcamiento de la Pradera de Ordesa, que se encuentra a 8 kilometros del pueblo de Torla. 



 Para acceder a la Pradera de Ordesa sólo hay dos opciones dependiendo de la época del año:  ​

 En verano, Semana Santa o Puente del pilar, para acceder a la Pradera de Ordesa (comienzo de la ruta) hay que coger un AUTOBUS en el pueblo de Torla desde el Centro de Visitantes del Parque Nacional. 



La llegada a al aparcamiento de entrada del Valle de Ordesa, conocido como la Pradera de Ordesa, es ya de por si impactante, se eleva ante nosotros la pared de la Fraucata imponente.



Sobre todo en Otoño, dejarse envolver por un colorido espectacular y embelesarse con tanta belleza.


 El resto del año y por lo tanto en temporada baja se puede acceder en coche sin ningún problema, eso sí, en invierno el acceso puede estar restringido temporalmente por riesgo de aludes, infórmate. 




 ​ El límite del Valle de Ordesa es de 1800 personas simultaneas, a partir de ese número se suspende el servicio de autobuses. Nuestro consejo es que en pleno Agosto o la última semana de Julio llegues pronto por la mañana.

Kilómetros e información de la ruta 







Como hemos dicho más arriba, la ruta clásica hasta la Cola de Caballo no tiene dificultad pero sí es larga. Sobre todo para gente que no suele hacer caminatas de este tipo. Casi todo el trayecto es por pistas en muy buen estado y la subida no es muy pronunciada, por lo que, pese a ser subida, se hace fácilmente. 

 Tiene unos 17,5km y se suele tardar en torno a 5’30h-6h. 






La altitud mínima son 1305m y la altitud máxima son 1755m. 



El desnivel acumulado es de 500m. 



No es una ruta circular, por lo que la vuelta se hace por el mismo sendero que la ida.



Y al fondo Peña Otal, perteneciente ya a la Sierra de Tendeñera.





Las fotos de nieve tomadas el dia 26 de Enero de 2023 por mi hijo