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domingo, 13 de febrero de 2022

LAS BIENAVENTITANZAS EL PROGRAMA DE JESÚS

  


Su Resurrección, que nos trae la nuestra, nos lleva precisamente a meditar y reflexionar con mimo estos cuatro caminos para ser felices. Porque las vías de: la pobreza, el hambre, las lágrimas o la persecución, miradas a la luz de la fe, se convierten en fuente de felicidad. O dicho de otra manera; Dios al final de todo ello nos espera con los brazos abiertos. Parece como si, el Señor, nos estuviera enviando una tarjeta de felicitación con cuatro frases pero con un mismo deseo: ¡felicidades, si….! ¡Felices sois, si….!


Es, en el corazón y con las actitudes de cada persona, donde se desarrolla, se ve y se realizan esos puntos que, el Señor, nos pone en la pantalla de nuestra vida para que, esa vida, la sazonemos de momentos de paz, de felicidad, de realización personal o de justicia.

Poner en el centro a Dios, como nos indica el profeta Jeremías, es saber que, como con El, no vamos a estar con nadie. Por ello mismo, ¡no hagamos zapping de Jesús de Nazaret! ¡No cambiemos la misa por el deporte o el paseo! ¡No sustituyamos la oración por palabras y más palabras! ¡No andemos con evasivas para con las cosas de Dios! ¡No llenemos de colores ni de cosas nuestra existencia! Y, si las llenamos, que las sepamos cargar con esos ingredientes que, al combinarlos, producen un efecto inmediato: ¡la felicidad! 

Nunca, el Señor, con tan pocas letras hizo una tarjeta de felicitación para los que, domingo tras domingo, queremos y deseamos seguir sus huellas: ¡felicidades, si…..!

3.- FELICIDADES, SI… Felicidades, si…. No pones en el centro de tu vida lo secundario: ¡Serás feliz! Recuerdas que Jesús resucitó y que te llama a la vida: ¡Serás feliz! Ante las dificultades de la vida no te acobardas: ¡Serás feliz! La prueba llama a tu casa y no pierdes la calma: ¡Serás feliz! Encuentras en el servicio tu realización: ¡Serás feliz! No caminas por donde todos caminan: ¡Serás feliz! Eliges el camino de las bienaventuranzas: ¡Serás feliz! Compartes algo de lo que tienes con los más pobres: ¡Serás feliz! Olvidas lo que diste y no exiges lo que ofreces: ¡Serás feliz! Llorando por dentro sabes sonreír por fuera haciendo la vida más agradable a los que te rodean: ¡Serás feliz! Siendo incomprendido sigues luchando por tus ideales cristianos: ¡Serás feliz! Aceptando ser amigo de Jesús

tienes que renunciar a ciertas cosas: ¡Serás feliz! Haces frente al dolor con la medicina de la fe: ¡Serás feliz! Ignorándote alguien, con razón o sin razón, no olvidas que Dios jamás te deja de lado: ¡Serás feliz! Sé feliz, haz felices a los demás y, cuando alguien te pregunte dónde está el secreto de tu felicidad, contesta sin temor: ¡Es el Señor! ¡Por El y con El, soy feliz!

3.- Seguimos acompañando al Señor en su vida pública. Hay cosas de su evangelio que nos seducen, otras nos escandalizan. Existen palabras de Jesús que nos reconfortan, otras nos producen vértigo, esperanza o deserción. Pidamos al Señor que nuestra confianza la tengamos puesta siempre en El y, Jesús, nos dará la fuerza necesaria para perseverar y alcanzar esa riqueza de contemplar cara a cara al mismo Dios. Que la próxima cuaresma nos ayude a poner en el corazón de nuestra vida a ese Cristo que se fía de nosotros y camina junto a nosotros para salvarnos. ¿Confiamos en El? ¡Vayamos con El!


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