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domingo, 22 de agosto de 2021

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE ALTAGRACIA, NOVENO DIA

 Bienaventurada Madre ante los ojos de Dios y, hermosa, fiel, pura y radiante ante los oojos de todos nosotros, que Tu Madre dia a dia nos contemplas desde tu trono.





Tu pueblo de Siruela que, desde  hace muchos años, te ve como un sendero para llegar a Dios, 

Madre si estomos contigo tenemos a Dios, tenemos a Tu Hijo y tenemos al Espíritu Santo.
Si nos alejomos de Ti lo  perdemos todo.


Siempre es necesario un camino para no perderse y un horizonte en el que clavar mis ojos,ese camino le recorro  de tu mano Madre.


Eres nuestra Madre y como tus hijos venimos a ofreerte nuestro corazón


NOVENO DIA...........................CORONADA DE ESTRELLAS Y LA LUNA A TUS PIES

Algunos dicen que esta imagen de María coronada de estrella es la imagen de la Iglesia.
Pero en realidad esta imagen  de María coronada de estrella es la lucha del bien y del mal.
Una teoria u otra.................lo que  seguro es que María siempre vence al mal. 
Ella es la Madre que puede  con todo.
Sufrió en Belén, sufrió en la huida a Egipto, sufrió al perder al Niño Jesús....................y más sufrimmiento y dolor en el Calvario.
Pudo  con todo y es Nuestra Madre y nis enteiende cuando sufrimos ,cuando lloramos. Cada una de nuestra historia  ya la vivió María desde que el Angel le dijo que iba a ser la Madre de Dios, hasra el Calvario y despues Pentecostes.
Nosotros cogida de sus manos también podemos vencer el mal que en estos tiempos dificiles nos rodea y vivir con esperanza.

Ya sé que eres buena cual madre lo ha sido, por eso rendido te vengo a implorar. 


 Petición 

Madre de Altagracia ruega por nosotros no nos abandones solo en Ti esperamos haz que hoy tus hijos te veneren y como un tesoro conserven tu devoción. Amen

A Ti venimos, Señora de Altagracia, Siruela entera te reza en su canción. Te está diciendo que eres nuestra Madre, Que cada hijo te da su corazón. 
 Tu imagen, Madre, es muy hermosa, Tu rostro vello es una flor. Mas el tesoro que nos ofreces, No está en tu imagen, está en tu amor. Cuando nacimos, tu gran ternura, Desde la ermita nos acogió.

 En nuestra muerte queremos Madre, En tu regazo, hallar a Dios. Aunque tus hijos se vayan lejos, Jamás reniegan de tu calor. Tú sabes, Madre, que te recuerdan, En la alegría y en el dolor. A hombros vienes como una Reina, Entre cantares como mujer. Y Dios te mira como a su Madre, Como este pueblo te quiere ver.​

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