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lunes, 1 de febrero de 2021

EXPLICACIÓN AL EVANGELIO DEL 31 DE ENERO

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,21-28) 

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaúm, y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina, porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad. 



.– LA SINAGOGA.


 Sinagoga, en hebreo, significa punto de reunión, cita, asamblea. Allí no se podía celebrar sacrificios como se hacía en el Templo.

 Éstos se conservaban para el templo de Jerusalén.

 La sinagoga era el lugar de culto que, después del exilio, se habían difundido por los centros y aldeas. Eran suficiente 10 miembros para construir legalmente una sinagoga.

 En Cafarnaúm, Jesús se presenta en la casa de oración insertándose así en la vida religiosa del pueblo.

Lo curioso del caso es que allí en la sinagoga “estaba un hombre que tenía un espíritu inmundo y se puso a gritar”. Sin duda que este hombre se les “coló” a los judíos ya que les distraía en la oración. 

Al que no molestaba era a Jesús, que no podía ver sufrir a nadie. En este evangelio de Marcos, y puesto en el capítulo uno, este episodio tiene una fuerte carga simbólica. 





Las instituciones religiosas: Sinagoga, Ley, doctores…no son capaces de liberar al hombre de sus esclavitudes más profundas.

 El hecho de que aquel hombre “se retuerce, “grita”, “increpa”, significa el poder terrible del mal. En el hombre, en todo hombre, el poder del mal es tan fuerte que no le deja al hombre ser hombre.

 Pero Jesús es más fuerte que el fuerte. Por eso, con Jesús las fuerzas del mal tienen que ceder. No olvidemos que estamos en la Sinagoga, lugar de oración. 



De ahí precisamente nos debe venir la fuerza para erradicar de nosotros nuestras esclavitudes y poder gozar de la libertad de los hijos de Dios

Se quedan asombrados

La sorpresa de aquellas gentes sencillas les venía de que Jesús hablaba con “autoridad”. Siempre ponía la vida por delante. Jamás hablaba de lo que antes Él no había experimentado

Tan pronto como Jesús inicia su ministerio público, la gente se pregunta:

¿Que es esto?

Jesús es alguien que, por donde pasa, levanta preguntas entre la gente. Unos le odiarán de muerte, pero otros le seguirán entusiasmados. A nadie dejará indiferente.

Jesús habla con autoridad y era libre

Le seguían por su autoridad, no tenía poder, pero mucha autoridad y era completamente  libre.

Libre sin temer al Imperio Romano, a los gobernadores, a los zelotes, un movimiento político-nacionalista. a los escribas ni a los fariseos

 Primero hacía, practicaba, vivía… y después hablaba. 

Por eso sus palabras eran, como decía Santa Teresa, “palabras heridoras”. O, como decían los discípulos de Emaús: “llevaban fuego”. Debemos aprender de Jesús a hablar con “autoridad”, con la fuerza del testimonio.




Y nosotros

Sin capacidad de admiración, de estupor, de asombro, no puede calar en nosotros la “buena noticia de Jesús”. 

Cada día escuchamos la Palabra del Señor, cada día celebramos la Eucaristía, pero lo hacemos con tanta rutina, con tanta frivolidad, que no sucede nada en nosotros. Y pasan días, meses, años y no notamos ningún avance espiritual.

Por lo  tanto tenemos que cambiar....................Es domingo, el día del Señor, una oportunidad para crecer en su amor, para celebrar la fe, para el encuentro con Él en el sacramento de la eucaristía.

 Esa sed de verdad, de amor, de infinito, de trascendencia, que Dios ha puesto en el corazón humano, ya no sirve para despertar en nosotros el deseo de Dios. La Catequesis de hoy tiene que cambiar.

El pasaje de hoy nos recuerda aquella bienaventuranza lanzada como piropo a su madre, la Santísima Virgen María, nadie como Ella cumplió el plan de Dios en su vida e hizo de su vida un HAGASE a la voluntad de Dios, que se cumpla en mí y nos invita a hacer lo que Él nos diga: “Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen”.

 La Palabra de Dios es viva y eficaz, espera que nuestro terreno sea favorable para que ella pueda germinar y dar fruto, nuestra acogida es fundamental para que no se nos quedemos solo en el campo de las ideas. Si la intentamos hacer vida, nos ira configurando con nuestro Señor, ira modelando nuestro corazón a semejanza del suyo, nos llevara a la plenitud de la existencia, y entraremos en la voluntad de Dios.



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