LAS LECTURAS DE HOY

HOY LA IGLESIA CELEBRA LA SOLEMNIDAD DE LS INMACULADA  CONCEPCIÓN

Génesis 3, 9-15. 20

«La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí». El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Qué has hecho?». La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí».

Carta del apóstol San Pablo a los Efesios 1, 3-6. 11-12.

Según san Lucas 1, 26-38

La mirada de María irradia Luz sobre la oscuridad que genera el primer pecado de nuestros primeros padres.

María es la “mujer” de la promesa del Génesis que nos presenta la primera lectura de hoy (3,9-15.20): “establezco enemistad entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón” (v. 15).

 María, la Inmaculada, la llena de gracia, se convierte así en la “nueva Eva”, madre de la “nueva humanidad” inaugurada en Cristo.

 Como nos dice san Ireneo: “Eva, por su desobediencia, creó el nudo de la desgracia para la humanidad; mientras que María, por su obediencia, lo deshizo…”

El pecado no fue el comer una manzana. El pecado fue que Adán quiso comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, es decir, el árbol prohibido por Dios.

 Ellos no aceptaron ser criaturas, y quisieron ser como Dios. Dijeron NO A DIOS.

NO A DIOS, EL PECADO DE HOY DIA Y TIENE GRANDES CONSECUENCIAS

1 El hombre se siente perdido 

Hace de todo, investiga, crea pero que no es capaz de trasplantar amor, cariño, paz, concordia.

2 El hombre desnudo

Todos, niños, jóvenes, adultos,  tenemos demasiadas  cosas y trastos.

 Mucho ruido por fuera pero poco silencio por dentro. Y nunca tan vacíos de valores.

Hombre desnudo en la Biblia significa “angustia vital”. Es la que se vive cuando se pierde el sentido de la vida. Cuando ya no hay valores por dentro que sostienen la existencia.

3 El hombre insolidario

 Dios  regala al hombre una compañera le dio pena y le hizo el precioso regalo de la mujer.

 Adán al verla dijo: Esto sí, esto es carne de mi carne y hueso de mis huesos… 

Pero al pecar, comienza a acusarla: “Esta que me diste por compañera, me ha engañado”… 

Empiezan las acusaciones surgen las culpas.

FRENTE A ESTAS PERSONAS ALEJADAS DE  DIOS  APARECE  MAÍA

María, la mujer centrada en Dios y, desde Dios en los demás. 

María es “la llena”. Llena de gracia. Llena de Dios.

 Todo en ella suena a plenitud, está llena de Dios,  todo lo  hace bien o mejor perfecto.

Va contra unas vidas a medio hacer, a medio llenar de sentido… María recibe el mensaje del Ängel; No tengas miedo… Dios te mira con mucho agrado…

María, la mujer solidaria. Acaba de saber que es la Madre de Dios. Pero esto no se le sube a la cabeza…Sigue siendo la misma.

 La sirviente, la esclava… la que sólo sirve para servir…Y se va a servir a su anciana prima Isabel que la necesita…

 Y después servirá a los reyes, a los pastores y a todo el mundo…

Y sigue… desde el cielo… ¿Quién de nosotros, cuando nos hemos visto mal, no hemos acudido a Ella y hemos sentido su apoyo, su presencia?…

 En este día tan especial, enmarcado dentro del Adviento, pidamos al Señor nos conceda un corazón puro que, como María, espere, ansíe y añore solo a Dios.

 Si queremos amar y venerar a María, tenemos que reproducir la imagen de María en nuestro corazón y en la vida. 

 Se trata de imitar su vida, que es el mejor modo de ser discípulos de Cristo.

 La luz que  irradian sus ojos nos dará fuerza para esperar al Niño que nos traerá AMOR volviendo a conectar con Dios