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jueves, 17 de diciembre de 2020

FERIAS MAYORES DE ADVIENTO

 A partir de HOY inician las “Ferias Mayores de Adviento”, que son los ocho días previos a la Solemnidad de la Natividad del Señor, y la liturgia se centra con mayor énfasis en la preparación de la conmemoración anual del nacimiento del Redentor.



 En los primeros siete días, durante el rezo de las Vísperas, con el Magníficat se cantan o recitan las Antífonas Mayores de Adviento, también conocidas como “Antífonas de la O”.

 Las Antífonas de la O se llaman así porque todas empiezan en latín con la exclamación “O”, en castellano “Oh”. Fueron compuestas hacia los siglos VII-VIII, como un resumen de los deseos de salvación de toda la humanidad, como un compendio del espíritu del Adviento. 

Cada antífona empieza por una exclamación, “Oh”, seguida de un título mesiánico tomado del Antiguo Testamento: el 17, Sapientia (Sabiduría); el 18, Adonai (Señor poderoso); el 19, Radix (Raíz); el 20, Clavis (Llave); el 21, Oriens (Oriente); el 22, Rex (Rey); y el 23 Emmanuel (Dios con nosotros). Si la primera letra después de la “O” se lee en sentido inverso forman el acróstico “ero cras”, que significa “seré mañana o vendré mañana”.

Orígenes 

Se desconoce el origen exacto de las antífonas de Adviento.

 Boecio (480–524/5) hace una breve referencia a ellas, sugiriendo de este modo su existencia en su época.

 En la Abadía benedictina de san Benito, en Fleury (cerca de Orleans), recitaban estas antífonas el abad y otros superiores de la abadía en rango descendente, y luego se entregaba un obsequio a cada miembro de la comunidad. Ya en el siglo VIII se utilizan en las celebraciones litúrgicas en Roma. 




El uso de las antífonas de Adviento en los monasterios era tan frecuente que expresiones como «no olvides las O» y «las grandes antífonas de Adviento» formaban parte del habla común. 

De este modo, podemos concluir que de alguna manera las antífonas de Adviento han sido parte de la tradición litúrgica desde los primeros tiempos de la Iglesia. 

 Los monjes benedictinos disponían estas antífonas con un propósito definido.1​ Si se empieza por el último título y se toma la primera letra de cada una —Emmanuel, Rex, Oriens, Clavis, Radix, Adonai, Sapientia— se forman las palabras latinas «ERO CRAS» , que significan «Mañana vendré». 

Así Jesús, para cuya venida se han preparado los cristianos durante el Adviento y a quien se dirigen con estos siete títulos mesiánicos, les habla ahora: «Mañana vendré». De este modo, las antífonas de Adviento no sólo infunden intensidad a la preparación del Adviento, sino que lo conducen hacia su alegre fin. Varias de estas antífonas han sido encontradas en algunos breviarios medievales

 17 DE DICIEMBRE Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad: ven y muéstranos el camino de la salvación. 

18 DE DICIEMBRE Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley: ven a librarnos con el poder de tu brazo. 

19 DE DICIEMBRE Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos; ante quien los reyes enmudecen, y cuyo auxilio imploran las naciones: ven a librarnos, no tardes más. 

20 DE DICIEMBRE Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel; que abres y nadie puede cerrar; cierras y nadie puede abrir: ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

 21 DE DICIEMBRE Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia: ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

 22 DE DICIEMBRE Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo: ven y salva al hombre, que formaste del barro de la tierra.

 23 DE DICIEMBRE Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos: ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.

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