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domingo, 29 de noviembre de 2020

MI CORONA DE ADVIENTO

  



Tiene que circular porque no tiene principio, ni fin, es eterno.




Las ramas verdes son la esperanza y la vida. Y el color rojo es el amor de Dios.

Cuatro velas,  que corresponden a las cuatro semanas de este tiempo litúrgico. 




3 son moradas, como las vestiduras litúrgicas de Adviento, y una es rosa, el color litúrgico del día.
En algunos casos se añade una quinta vela blanca en el centro, que se enciende el día de Navidad. De todas formas, el color de las velas no es importante y se pueden usar los colores que se quiera.

AL ENCENDER LAS VELAS

Cada domingo, en las primeras vísperas o en la celebración de la eucaristía, se enciende una vela, indicando que la luz de Cristo crece en los creyentes a medida que se acercan las fiestas de Navidad.


Rezando la oración muy tempranito

Primer domingo.

 Encendemos, Señor, esta luz en este primer domingo de Adviento, para mantenernos despiertos, como centinelas atentos ante el Hijo del Hombre, que viene para despertar nuestra débil y adormilada esperanza. Señor, que en nuestro entorno seamos testigos de tu luz y motivos creíbles de esperanza. ¡Marana tha, ven, Señor, Jesús!



Su sitio definitivo delante de la cristalera de la terraza......................ha estado encendida mientras he escuchado la misa.............................la terraza abierta.

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