VISITA A LA CATEDRAL DE BURGOS
Entrada por la Puerta del Sacramental
En el ático, bajo arco de medio punto, se puede ver la imagen de San Enrique Emperador, titular de la capilla.
La capilla esta decorada con preciosos retablos sin dorar,todo un exponente del barroco final del s.XVIII,el rococó.
Capilla que es de las más amplias de la catedral.Aquí se encuentra la sala del Tesoro y la principal sala del Museo de la catedral.
Se accede a ellas por esta preciosa portada del s.XV
La capilla del Condestable o capilla de los Condestables es la denominación habitual de una de las capillas de la catedral de Burgos, (España), aunque su verdadera advocación es Capilla de la Purificación de la Virgen.
La ejecución del proyecto corrió a cargo del artista burgalés Simón de Colonia, entre 1482 y 1494.
Sustituye a la primitiva capilla gótica dedicada a San Pedro.
Antigua capilla de San Pedro conformada como véstibulo, con la Anunciación en las jambas, los dos antiguos sepulcros y la reja de Cristóbal de Andino de 1523 (9)
Es una capilla funeraria de planta centralizada, levantada en la girola de la catedral, en estilo Gótico flamígero y un incipiente Renacimiento.
Fue mandada construir por don Pedro Fernández de Velasco y Manrique de Lara, condestable de Castilla, y doña Mencía de Mendoza y Figueroa, hija del Marqués de Santillana y hermana del Cardenal Mendoza, que dirigió los trabajos durante las ausencias de su marido.
Arquitectura de la capilla
La arquitectura se debe a Simón de Colonia, quien comenzó las obras en 1482.
Una catedral dentro de otra catedral. Al fondo de la nave principal e injertada en el templo se construye esta capilla, la más importante de entre las muchas que engalanan este lugar. Lleva el nombre de los benefactores y de quienes la mandaron construir, don Pedro Fernández de Velasco y su esposa doña Mencía de Mendoza, Condestables de Castilla.
Se trata de una gran construcción que muestra del gótico tardío y la transición del arte gótico al temprano renacentista
Sabemos que esta capilla se levantó sobre una anterior dedicada a San Pedro y sobre las ruinas de un antiguo solar de viviendas. La mano maestra que dirigió esta obra fue la de Simón de Colonia, que la termina en 1496 y la de su hijo Francisco de Colonia, que también puso su firma en la construcción de su sacristía en 1517.
Bóveda
Esta capilla tiene planta hexagonal en su base y octogonal en la parte alta, sobre la que se construye una deslumbrante bóveda calada y acristalada en forma de estrella, mucho más refinada en su ejecución y bella en su impacto que la soberbia estrella del crucero, recién comentada.
Toda ella es de filigrana gótica multiplicando el prodigio de la propia estancia. El autor de esta bóveda de estrella, Simón de Colonia, creó esta fábula de piedra calada –expresión suma del gótico flamígero – entre los años 1482 y 1496.
Se enriquece con tres retablos extraordinarios.
El central,
Que hoy presenta la capilla no sería el primitivo encargado por doña Mencía, pues el contrato para su realización tiene fecha de 1523, cuando la fundadora ya hacía años que había fallecido, firmado por los escultores Diego de Siloe y Felipe Vigarny con policromía de León Picardo, acabado en 1526.
Cuenta con predela con los relieves de la Anunciación, la Visitación y la Natividad, las dos últimas adscritas a Diego de Siloe.
A continuación se ubica un primer cuerpo de gran desarrollo que aloja una gran escena de Presentación en el Templo, bajo dosel y con un aspecto muy teatral.
Después aparece un cuerpo alto flanqueado por las Alegorías de la Ley de Gracia o Iglesia Judaica y la Ley Escrita o Iglesia Cristiana con un tabernáculo central con tres hornacinas que contienen una Oración en el Huerto, Cristo atado a la Columna y la Subida al Calvario.
El retablo derecho, Epistola
Se considera el más antiguo de los tres que decoran la capilla, encargado a Gil de Siloe, que diseñó las trazas y realizó gran parte de la labor escultórica, aunque la muerte de doña Mencía, que provocó la paralización de los trabajos de amueblamiento de la capilla, y la posterior del artista, hicieron que hubiera que esperar más de veinte años para que entre 1523 y 1526 Felipe Vigarny y Diego de Siloe, artífice, entre otras piezas, del Cristo muerto sostenido por ángeles del nicho central del cuerpo bajo, colaboraran en la terminación de la obra.
Consta de tres cuerpos terminados en un alto dosel ,parecido a las agujas de la catedral. Presidido por una imagen de Santa Ana con la Virgen niña y el Niño
Protagonizado por santas, con Santa Ana Triple como figura principal, se cree que buscaba mostrar las cualidades de la condesa y la mayoría de las esculturas presentan un estilo claramente flamenco, con ajustados corpiños, faldas ampulosas, ricos tocados y unas actitudes llenas de delicadeza e ingenuidad. También se le conoce como “de las Once Mil Vírgenes” por las figuritas de santas que aparecen, aunque no está claro que su iconografía esté relacionada con Santa Úrsula, que no ha podido identificarse con ninguna de ellas.
rodeada por tallas de santas excepto de un Cristo muerto sostenido por dos ángeles obra de Diego de Siloe
A la derecha de este retablo destaca el cuadro de María Magdalena, obra de Gianpetrino, que lo ejecutó entre 1520 y 1530.
El retablo izquierdo, Evange
En cuanto al retablo de San Pedro en el brazo del Evangelio, patrón del Condestable, además de una deferencia por la antigua advocación de la capilla gótica, muestra una traza de características renacentistas que se considera diseño de Diego de Siloe, con esculturas de éste y de Felipe Vigarny y policromía de León Picardo, lo mismo que la terminación del de Santa Ana.
Cuenta con las esculturas de San Pedro
y los Apóstoles, San Andrés como patrono y protector de la familia Velasco, y los santos Francisco, Jerónimo, Benito y Domingo, fundadores de las principales órdenes religiosas que la familia había protegido.
y una bellisima predela,con san Jerónimo y san Sebastian entre los santos que he creído identificar
A la izquierda de este retablo se halla el tríptico de la Virgen con el Niño, del “bello País”, realizado por el conocido “Maestro del follaje bordado”, en el último cuarto del siglo XV y que, durante algún tiempo, se atribuyó a Hans Memling.
Nos queda admirar la belleza de los ornamentos con escudos nobiliarios de los condestables que tiene la capilla
También son de reseñar los respectivos y grandiosos escudos decorativos de las familias de los Condestables, labrados en piedra y dispuestos de forma inclinada sobre la pared.
Sepulcros Fundadores
Ocupa el centro de la capilla, frente al altar mayor. La obra se atribuye a Felipe Vigarny, realizada entre 1525 y 1532, en jaspe rojizo con forma troncopiramidal y sin ornamentación, lo que hace resaltar la blancura de las esculturas de los yacentes en mármol de Carrara.
A los pies de la escalera de acceso al presbiterio están las estatuas yacentes de los fundadores, la Condesa de Haro, Doña Mencía de Mendoza y su marido, D. Pedro Fernández de Velasco, condestables de Castilla.
Las figuras de los yacentes se cree que son de dos épocas distintas y su autoría no está clara. El de la condesa podría haber sido realizado por Juan de Lugano por encargo del IV Condestable, su nieto. Ambos muestran ricas vestiduras como símbolo de su prestigio social, él con armadura, y van acompañadas de sus atributos, don Pedro con las manos cruzadas sobre su pecho sujetando la empuñadura de la espada y doña Mencía con un rosario que cae sobre su túnica. También destacan las cartelas a los pies con los epitafios.
Están talladas en mármol de Carrara, al parecer por Felipe de Vigarny, bastantes años después de la muerte de ambos. No son retratos de los fundadores sino, más bien, exponentes de la grandeza de los mismos. Justo debajo de estas esculturas hay una pequeña cripta donde yacen sus restos mortales.
Pero no se terminan ahí las maravillas de esta capilla de los Condestables:
En la capilla permanecen varios sepulcros góticos que pertenecían a la primitiva capilla de San Pedro y que los condestables respetaron al construir la suya. Ambos están a la entrada, en bellos arcosolios, y corresponden a los obispos Pedro Rodríguez de Quexada
y Domingo Arroyuelo
La capilla tiene pocas pinturas,pero todas ellas son auténticas joyas para los sentidos ,veremos ,como os decía cuando veíamos el Museo catedralicio, un bellísimo Cristo crucificado de Mateo Cerezo ,realmente impresionante
la entrada a la sacristía de la capilla ,que no es visitable y es obra de Francisco de Colonia pues se le añadió a la capilla en 1517, la puerta es puro renacimiento
La capilla cerrada por una preciosa reja
La gran reja de cierre de la Capilla del Condestable fue la obra que más fama le dio a este artista. Integrada por dos cuerpos de balaustres, bellamente cincelados, entre hermosas pilastras y anchos frisos, remata en un templete clasicista en el que dos angelitos tenantes sujetan las armas del patrono de la capilla.
Terminó su construcción en 1523 y quedó tan orgulloso que decidió firmarla y en una cartela se puede leer: Ab Andino.
Esta realización causó gran impacto. Diego de Sagredo, en su tratado arquitectónico Medidas del Romano, dijo por boca de León Picardo que esa reja que labra Andino para su señor el Condestable [...] tiene reconocida ventaja a todas las del reino.
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