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jueves, 29 de octubre de 2020

VISITA A LA CATEDRAL DE BURGOS

 VISITA A LA CATEDRAL DE BURGOS



Entrada por la Puerta del Sacramental

Menos conocida como Puerta Sacramental, esta portada, abierta en el brazo meridional del transepto y asomada a la Plaza del Rey San Fernando, hecha de piedra, desde la que se accede salvando una pronunciada escalinata, fue construida aproximadamente entre 1230 y 1240. Se trata de uno de los mejores conjuntos escultóricos del clasicismo gótico del siglo xiii en España. Está dedicada al tema arcaizante de Cristo en Majestad, aunque empleando una plástica innovadora.

 
 El elemento central y artísticamente más depurado es el tímpano, cuya ejecución se atribuye a un artista franco referido como el Maestro del Beau Dieu de Amiens. Lo que es indudable es la influencia de la escultura de la catedral de Amiens en la magistral portada burgalesa.


y en el precioso parteluz la figura del obispo Mauricio





 En las jambas laterales se encuentran esculpidas seis figuras, posteriores al resto de la portada, cuatro de las cuales representan a Moisés, Aarón, san Pedro y san Pablo; las otras dos no son fácilmente identificables. 






Justamente en frente tenemos la Escalera Dorada



y mirando hacia arriba, el Cimborrio

NAVE LATERAL DE LA EPÍSTOLA




.Puerta del Paraiso 3















Capilla de San Enrique 5







A continuación de la puerta del claustro, se halla el acceso a la capilla de San Enrique, o del Ecce Homo, adosada y paralela a los dos primeros tramos del brazo sur de la girola y que es el resultado de una reforma realizada por los maestros Juan de la Sierra Bocerraiz y Bernabé de Hazas, en 1674, a instancias del arzobispo Enrique Peralta y Cárdenas, y que convirtió en una sola capilla las antiguas capillas de Santo Tomás de Canterbury, o del Ecce Homo, y de la Magdalena y San Andrés. 




La estancia se cubre con dos cúpulas semiesféricas y contiene, en el testero, un retablo barroco con la talla de San Enrique emperador germánico del siglo xi, santo patrono del prelado mecenas, y presidido por una hermosa talla del Ecce Homo,



 obra anónima realizada en Amberes hacia el año 1500; esta imagen ya se hallaba en la capilla antes de la reforma y era muy venerada por los burgaleses, sobre todo en tiempos de grandes calamidades4




En el ático, bajo arco de medio punto, se puede ver la imagen de San Enrique Emperador, titular de la capilla.









 Es también digna de mención la pequeña sillería del coro, con magníficas taraceas de maderas preciosas. Es igualmente digno de admiración el órgano situado a los pies de la capilla. Su preciosa caja barroca y su original conjunto de tubos nos acercan a la música de los siglos XVI y XVII. El órgano estaba concluido en el año 1674.
 


También se hallan en esta capilla otro retablo barroco, conteniendo las tallas de San Andrés y Santa María Magdalena; 




el sepulcro del arzobispo Enrique Peralta, con estatua orante de bronce;














los sepulcros de los canónigos Juan García de Medina de Pomar, de mediados del siglo xv, y Juan Fernández de Abaunza, de mediados del xvi; dos lápidas funerarias, correspondientes a sendos obispos de Oca, y un órgano “positivo” exento, del siglo xviii.




En el centro un bellísimo Cristo yacente anónimo en una urna de maderas nobles









CAPILLAS DE LA GIROLA












Antesacristía y Sacristía Mayor 23

Encajonada entre el lado meridional de la girola, la Capilla de San Juan Bautista y Santiago, la galería septentrional del claustro bajo y la Capilla de San Enrique se encuentra la Sacristía Mayor de la Catedral, a la que se ingresa por un vestíbulo o antesacristía desde la nave. 

En la Antisacristía  encontramos la puerta que da salida al Claustro



Un espacio casi circular construido entre 1762 y 1765 en estilo barroco rococó siguiendo planos de Fray Antonio de San José Pontones.











 En la hornacina veremos esta bella talla de san Fernando



 La arquitectura con cúpula elíptica de seis gajos y linterna así como la abigarrada decoración con yeserías,





 dedicadas al tema de la Coronación de la Virgen como Reina del Cielo,


 La policromía es posterior, del año 1870.




 se deben al maestro carmelita fray José de San Juan de la Cruz.






 El fastuoso mobiliario, integrado por cajonería, retablos sin dorar, tallas y cuadros, constituye igualmente un exponente del barroco final del siglo xviii. Rococó por los cuatro costados, esta sacristía fue objeto de duras críticas por el académico neoclásico Antonio Ponz. 
Además este mobiliario está adornado con pequeñas pinturas de Luca Giordano.


Sueño de José

Navidad



Epifanía

La capilla esta decorada con preciosos retablos sin dorar,todo un exponente del barroco final del s.XVIII,el rococó.







Algunos de sus cuadros son una pura delicia ,como este de la entrada de la Sacristía que acoge una preciosa tabla flamenca anónima del s.XV








Seguimos por la girola cierres del prebisterio









,en otras entradas veremos el final del maravilloso trasaltar



En frente, Santos


Una preciosas Navidad


Siguiendo nuestra visita , dejamos en el lado derecho Capilla de San Juan y Santiago 29

Capilla que es de las más amplias de la catedral.Aquí se encuentra la sala del Tesoro y la principal sala del Museo de la catedral.

Se accede a ellas por esta preciosa portada del s.XV

de bellisimo tímpano,con pinturas góticas y esta hermosísima Virgen con Niño



Las Capillas del Claustro en


Capilla de los Condestables 22

La capilla del Condestable o capilla de los Condestables es la denominación habitual de una de las capillas de la catedral de Burgos, (España), aunque su verdadera advocación es Capilla de la Purificación de la Virgen.

La ejecución del proyecto corrió a cargo del artista burgalés Simón de Colonia, entre 1482 y 1494.

 Sustituye a la primitiva capilla gótica dedicada a San Pedro.


Antigua capilla de San Pedro conformada como véstibulo, con la Anunciación en las jambas, los dos antiguos sepulcros y la reja de Cristóbal de Andino de 1523 (9)



 Es una capilla funeraria de planta centralizada, levantada en la girola de la catedral, en estilo Gótico flamígero y un incipiente Renacimiento.

 Fue mandada construir por don Pedro Fernández de Velasco y Manrique de Lara, condestable de Castilla, y doña Mencía de Mendoza y Figueroa, hija del Marqués de Santillana y hermana del Cardenal Mendoza, que dirigió los trabajos durante las ausencias de su marido.

Arquitectura de la capilla 

La arquitectura se debe a Simón de Colonia, quien comenzó las obras en 1482. 




 Una catedral dentro de otra catedral. Al fondo de la nave principal e injertada en el templo se construye esta capilla, la más importante de entre las muchas que engalanan este lugar. Lleva el nombre de los benefactores y de quienes la mandaron construir, don Pedro Fernández de Velasco y su esposa doña Mencía de Mendoza, Condestables de Castilla.

 Se trata de una gran construcción que muestra del gótico tardío y la transición del arte gótico al temprano renacentista

Sabemos que esta capilla se levantó sobre una anterior dedicada a San Pedro y sobre las ruinas de un antiguo solar de viviendas. La mano maestra que dirigió esta obra fue la de Simón de Colonia, que la termina en 1496 y la de su hijo Francisco de Colonia, que también puso su firma en la construcción de su sacristía en 1517.

Bóveda




 Esta capilla tiene planta hexagonal en su base y octogonal en la parte alta, sobre la que se construye una deslumbrante bóveda calada y acristalada en forma de estrella, mucho más refinada en su ejecución y bella en su impacto que la soberbia estrella del crucero, recién comentada. 




Toda ella es de filigrana gótica multiplicando el prodigio de la propia estancia. El autor de esta bóveda de estrella, Simón de Colonia, creó esta fábula de piedra calada –expresión suma del gótico flamígero – entre los años 1482 y 1496. 

Se enriquece con tres retablos extraordinarios.

 El central, 

Que hoy presenta la capilla no sería el primitivo encargado por doña Mencía, pues el contrato para su realización tiene fecha de 1523, cuando la fundadora ya hacía años que había fallecido, firmado por los escultores Diego de Siloe y Felipe Vigarny con policromía de León Picardo, acabado en 1526.


Cuenta con predela con los relieves de la Anunciación, la Visitación y la Natividad, las dos últimas adscritas a Diego de Siloe.

A continuación se ubica un primer cuerpo de gran desarrollo que aloja una gran escena de Presentación en el Templo, bajo dosel y con un aspecto muy teatral.





Después aparece un cuerpo alto flanqueado por las Alegorías de la Ley de Gracia o Iglesia Judaica y la Ley Escrita o Iglesia Cristiana con un tabernáculo central con tres hornacinas que contienen una Oración en el Huerto, Cristo atado a la Columna y la Subida al Calvario.





Finalmente, el retablo está rematado por un ático con el habitual Calvario, aunque el Crucificado y los ladrones se cree que pertenecerían a aquel primer retablo iniciado por Gil de Siloe, lo mismo que una serie de pequeñas escenas relacionadas con el Ciclo de la Pasión de Cristo ubicadas entre las columnas laterales, algunas parcialmente tapadas, que además de presentar diferencias estilísticas, son piedra policromada, mientras que el resto es de madera. El Crucificado está flanqueado por la Virgen y San Juan, tallas realizadas en el segundo periodo y que completan la escena.



 El retablo derecho, Epistola

Se considera el más antiguo de los tres que decoran la capilla, encargado a Gil de Siloe, que diseñó las trazas y realizó gran parte de la labor escultórica, aunque la muerte de doña Mencía, que provocó la paralización de los trabajos de amueblamiento de la capilla, y la posterior del artista, hicieron que hubiera que esperar más de veinte años para que entre 1523 y 1526 Felipe Vigarny y Diego de Siloe, artífice, entre otras piezas, del Cristo muerto sostenido por ángeles del nicho central del cuerpo bajo, colaboraran en la terminación de la obra.



Consta de tres cuerpos terminados en un alto dosel ,parecido a las agujas de la catedral. Presidido por una imagen de Santa Ana con la Virgen niña y el Niño



Protagonizado por santas, con Santa Ana Triple como figura principal, se cree que buscaba mostrar las cualidades de la condesa y la mayoría de las esculturas presentan un estilo claramente flamenco, con ajustados corpiños, faldas ampulosas, ricos tocados y unas actitudes llenas de delicadeza e ingenuidad. También se le conoce como “de las Once Mil Vírgenes” por las figuritas de santas que aparecen, aunque no está claro que su iconografía esté relacionada con Santa Úrsula, que no ha podido identificarse con ninguna de ellas.

rodeada por tallas de santas excepto de un Cristo muerto sostenido por dos ángeles obra de Diego de Siloe




 A la derecha de este retablo destaca el cuadro de María Magdalena, obra de Gianpetrino, que lo ejecutó entre 1520 y 1530. 






El retablo izquierdo, Evange


En cuanto al retablo de San Pedro en el brazo del Evangelio, patrón del Condestable, además de una deferencia por la antigua advocación de la capilla gótica, muestra una traza de características renacentistas que se considera diseño de Diego de Siloe, con esculturas de éste y de Felipe Vigarny y policromía de León Picardo, lo mismo que la terminación del de Santa Ana.




Cuenta con las esculturas de San Pedro



 y los Apóstoles, San Andrés como patrono y protector de la familia Velasco, y los santos Francisco, Jerónimo, Benito y Domingo, fundadores de las principales órdenes religiosas que la familia había protegido.

y una bellisima predela,con san Jerónimo y san Sebastian entre los santos que he creído identificar






A la izquierda de este retablo se halla el tríptico de la Virgen con el Niño, del “bello País”, realizado por el conocido “Maestro del follaje bordado”, en el último cuarto del siglo XV y que, durante algún tiempo, se atribuyó a Hans Memling.

Nos queda admirar la belleza de los ornamentos con escudos nobiliarios de los condestables que tiene la capilla
















También son de reseñar los respectivos y grandiosos escudos decorativos de las familias de los Condestables, labrados en piedra y dispuestos de forma inclinada sobre la pared.


 Sepulcros Fundadores

Ocupa el centro de la capilla, frente al altar mayor. La obra se atribuye a Felipe Vigarny, realizada entre 1525 y 1532, en jaspe rojizo con forma troncopiramidal y sin ornamentación, lo que hace resaltar la blancura de las esculturas de los yacentes en mármol de Carrara.

A los pies de la escalera de acceso al presbiterio están las estatuas yacentes de los fundadores, la Condesa de Haro, Doña Mencía de Mendoza y su marido, D. Pedro Fernández de Velasco, condestables de Castilla.


Las figuras de los yacentes se cree que son de dos épocas distintas y su autoría no está clara. El de la condesa podría haber sido realizado por Juan de Lugano por encargo del IV Condestable, su nieto. Ambos muestran ricas vestiduras como símbolo de su prestigio social, él con armadura, y van acompañadas de sus atributos, don Pedro con las manos cruzadas sobre su pecho sujetando la empuñadura de la espada y doña Mencía con un rosario que cae sobre su túnica. También destacan las cartelas a los pies con los epitafios.



 Están talladas en mármol de Carrara, al parecer por Felipe de Vigarny, bastantes años después de la muerte de ambos. No son retratos de los fundadores sino, más bien, exponentes de la grandeza de los mismos. Justo debajo de estas esculturas hay una pequeña cripta donde yacen sus restos mortales.




 Pero no se terminan ahí las maravillas de esta capilla de los Condestables: 

En la capilla permanecen varios sepulcros góticos que pertenecían a la primitiva capilla de San Pedro y que los condestables respetaron al construir la suya. Ambos están a la entrada, en bellos arcosolios, y corresponden a los obispos Pedro Rodríguez de Quexada



y Domingo Arroyuelo


La capilla tiene pocas pinturas,pero todas ellas son auténticas joyas para los sentidos ,veremos ,como os decía cuando veíamos el Museo catedralicio, un bellísimo Cristo crucificado de Mateo Cerezo ,realmente impresionante



Bellos ventanales


la entrada a la sacristía de la capilla ,que no es visitable y es obra de Francisco de Colonia pues se le añadió a la capilla en 1517, la puerta es puro renacimiento


La capilla cerrada por una preciosa reja


La gran reja de cierre de la Capilla del Condestable fue la obra que más fama le dio a este artista. Integrada por dos cuerpos de balaustres, bellamente cincelados, entre hermosas pilastras y anchos frisos, remata en un templete clasicista en el que dos angelitos tenantes sujetan las armas del patrono de la capilla.





 Terminó su construcción en 1523 y quedó tan orgulloso que decidió firmarla y en una cartela se puede leer: Ab Andino. 




 Esta realización causó gran impacto. Diego de Sagredo, en su tratado arquitectónico Medidas del Romano, dijo por boca de León Picardo que esa reja que labra Andino para su señor el Condestable [...] tiene reconocida ventaja a todas las del reino.


En las jambas interiores una bella Anunciación.















Capilla de San Gregorio 20



La Capilla de San Gregorio, también se llamó anteriormente de los Ángeles, de S. Juan Evangelista, y, aunque no está totalmente documentado, también de Santiago Apóstol, como lo acredita la clave de su bóveda con la representación del patrono de España combatiendo a los árabes.




 Desde el siglo XVI (1576), en que el Papa Gregorio XIII, le concedió altar privilegiado, ha prevalecido la denominación de San Gregorio.


 Es esta capilla, una de las dos que quedan de la girola de los últimos años del s. XIII y que a su vez había sustituido a otra anterior de 1230-35. Es de planta similar a su gemela de la Anunciación y se cubre con bóveda sexpartita. A través del tiempo ha sufrido modificaciones en sus muros y ventanales. Fue alterado el muro del Este al construir la capilla colindante del Condestable en el s. XV. Se suprimió un ventanal y el otro fue mutilado en sus tracerías con el fin de lograr más iluminación en el interior. 

En el transcurso del tiempo ha tenido tres retablos, hechos expresamente para la capilla. En todos ellos presidía la imagen de San Gregorio, que ahora puede verse sobre el pedestal situado a la izquierda del retablo. Esta imagen es la que presidía el último retablo realizado por el escultor Manuel Romero.





 El actual procede de la Iglesia de Castromorca, en esta Diócesis de Burgos, y es obra de Pedro de Robledo. Las esculturas son de Toribio Fernández y los relieves fueron tallados por Marcos Díez.


 Dentro de esta capilla son obras de gran calidad artística los sepulcros de los Obispos D. Gonzalo de Hinojosa, que murió en el año 1237, y el de D. Lope de Fontecha, fallecido en el año 1351. 

El primero, adosado al muro norte, es un sepulcro con motivos alusivos a la muerte y a la liturgia funeraria del Obispo bajo dosel gótico corrido. Sobre él sobresale la figura yacente del Obispo, vestido de pontifical.


Sobre el mismo sepulcro aparece la inscripción histórica de la concesión de Altar Privilegiado. 



 Más arriba se halla un lienzo de grandes dimensiones del martirio de San Pedro, copia de Guido Reni, realizada por Mateo Cerezo, padre, en 1646. 






 El otro sepulcro tiene carácter de monumento funerario y se halla en el muro de la derecha.













Consta de arcosolio, en cuyo frente se hallan en relieve el Nacimiento de Jesús y la Adoración de los Magos. Sobre ella descansa el obispo, yacente, con atuendo pontifical, y en el fondo el relieve de la liturgia funeraria y una Déesis, Cristo de la Misericordia con San Juan y la Virgen orantes y, envolviendo el arco un alto gablete con los doce apóstoles, la Coronación de la Virgen y una bella imagen de Cristo Pantocrátor bendiciendo. 

El cerramiento de la verja conserva el escudo del Cabildo
Al salir


Mirando al frente podemos contemplar, en la nave central, lo alto de la puerta de la fachada principal, el rosetón, la vidriera ms antigua de esta catedral,






 que fue elaborada en el siglo XIII con la representación del obispo en el centro; se halla en su cátedra proclamando el mensaje evangélico
















 






























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