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sábado, 14 de octubre de 2023

15 DE OCTUBRE: SANTA TERESA DE JESÚS II

 Hoy 15 de octubre, conmemoramos a Santa TERESA DE ÁVILA, Doctora de la Iglesia.



SANTA TERESA DE ÁVILA (28 DEMARZO DE1515-1582) nació en el seno de una familia noble de Ávila, España, en el contexto de la expansión española en el siglo XVI.

Santa Teresa de Ávila, conocida también como Santa Teresa de Jesús, vino al mundo con el nombre de Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada. Fue la tercera de doce hijos; su padre era descendiente de judíos conversos, y su madre estaba emparentada con ilustres familias de Castilla.



Mientras que uno de sus hermanos se lanzó a la conquista de América a Nicaragua y luego a Perú, Santa Teresa dio muestras de santidad desde que era muy pequeña, igual que de una inteligencia fuera de lo común


Profesó en 1534 en el convento de la Encarnación de Ávila, pero los primeros años padeció una misteriosa enfermedad que un tiempo la mantuvo paralítica.


20 años después, los jesuitas Juan de Prádanos y Baltasar Álvarez fundaron en Ávila un colegio de la Compañía (1555).
 Teresa confesó con Prádanos; al año siguiente (1556) comenzó a sentir grandes favores espirituales y poco después se vio animada (1557) por san Francisco de Borja.



Tuvo en 1558 su primer rapto y la visión del infierno. Tomó por confesor (1559) a Baltasar Álvarez, que dirigió su conciencia durante unos seis años, y disfrutó, dice, de grandes favores celestiales, entre los que se contó la visión de Jesús resucitado. Hizo voto (1560) de aspirar siempre a lo más perfecto. San Pedro de Alcántara aprobó su espíritu y san Luis Beltrán la animó a llevar adelante su proyecto de reformar la Orden del Carmen, concebido hacia dicho año.




 Teresa quería fundar en Ávila un monasterio para la estricta observancia de la regla de su orden, que comprendía la obligación de la pobreza, de la soledad y del silencio.
 Por mandato de su confesor, el dominico Pedro Ibáñez, escribió su vida (1561), trabajo que terminó hacia junio de 1562; añadió, por orden de fray García de Toledo, la fundación de San José; y por consejo de Soto volvió a escribir su vida en 1566. 

A fines de 1561 recibió Teresa cierta cantidad de dinero que le remitió desde el Perú uno de sus hermanos, y con ella se ayudó para continuar la proyectada fundación del Convento de San José.




 Esta, a principios de 1562, marchó a Toledo a casa de Luisa de la Cerda, en donde estuvo hasta junio. En el mismo año conoció al padre Báñez, que fue luego su principal director, y a fray García de Toledo, ambos dominicos.
 Descontenta con la «relajación» de las normas que en 1432 habían sido mitigadas por Eugenio IV, Teresa decidió reformar la orden para volver a la austeridad, la pobreza y la clausura que consideraba el auténtico espíritu carmelitano.

 Pidió consejo a Francisco de Borja y a Pedro de Alcántara que aprobaron su espíritu y su doctrina. Después de dos años de luchas llegó a sus manos la bula de Pío IV para la erección del convento de San José, en Ávila, ciudad a la que había regresado Teresa.

Avila - Convento de San Jose o de las Madres 55.jpg

Se abrió el monasterio de San José (24 de agosto de 1562); tomaron el hábito cuatro novicias en la nueva Orden de las Carmelitas Descalzas de San José; hubo alborotos en Ávila; se obligó a la santa a regresar al convento de la Encarnación, y, calmados los ánimos, vivió Teresa cuatro años en el convento de San José con gran austeridad.

 Las religiosas seguidoras de la reforma de Teresa, dormían sobre un jergón de paja; llevaban sandalias de cuero o madera; consagraban ocho meses del año a los rigores del ayuno y se abstenían por completo de comer carne.



Teresa no quiso para ella ninguna distinción, antes bien siguió confundida con las demás religiosas no pocos años. La reforma propugnada por Teresa junto a san Juan de la Cruz, que, como se verá, comprendió también a los hombres, se llamó de los Carmelitas Descalzos, y progresó rápidamente, no obstante los escasos recursos de que disponía la santa.

 El padre Rossi, general del Carmen, visitó (1567) el convento de San José, lo aprobó, y dio permiso a Teresa para fundar otros de mujeres y dos de hombres.

La santa, en aquel año, marchó a Medina del Campo para posesionarse de otro convento; estuvo en Madrid, y en Alcalá de Henares arregló el convento de descalzas fundado por su amiga María de Jesús. Por entonces se empezó a tratar de la reforma para hombres.






1562 llegó a Malagón y fundó otro monasterio de la reforma. El monasterio fue bendecido en su inauguración el día de Ramos (11 de abril) de 1568. Como anécdota y dato curioso cabe decir que en la celda del monasterio que ocupó santa Teresa hay una imagen suya sentada escribiendo en una pequeña mesa y que sólo se expone una vez cada 100 años en esa iglesia. Actualmente, en el monasterio viven carmelitas de clausura.

De Malagón se trasladó Teresa a Toledo, a donde llegó enferma (1568), y tras una corta residencia en Escalona, regresó a la ciudad de Ávila.



De ella salió para Valladolid; allí dejó establecido otro convento, y por Medina y Duruelo de Blascomillán (Ávila), volvió al de Ávila (1569).


Pasó a Toledo y Madrid; de aquí otra vez a Toledo, ciudad en la que experimentó muchas dificultades para la fundación de un convento, la cual quedó hecha a 13 de mayo, y vencidos otros obstáculos, tomó posesión del Convento de la Concepción Francisca de Pastrana (9 de julio).


"Santa Teresa de Jesús da el hábito a Juan Narduch y Mariano Azzaro". Detalle. Óleo sobre lienzo. Museo Franciscano. Pastrana.
 De vuelta en Toledo, allí permaneció un año, durante el cual hizo algunas breves excursiones a Medina, Valladolid y Pastrana. En Duruelo de Blascomillan (Ávila) se había fundado el primer convento de hombres (1568). Se afirma que vio Teresa milagrosamente el martirio del Padre Acevedo y otros 40 Jesuitas asesinados (1570) por el pirata protestante Jacobo Soria.

Tras una visita a Pastrana, de donde regresó a Toledo, entró en Ávila (agosto). Poco después se fundaba en Alcalá el tercer convento de descalzos, y en Salamanca, ciudad en que estuvo la santa, el séptimo de descalzas, al que siguió otro de mujeres en Alba de Tormes (25 de enero de 1571).
 De Alba volvió Teresa a Salamanca, siendo hospedada en el palacio de los condes de Monterrey; pasó a Medina, y de vuelta en Ávila, aceptó el priorato del convento de la Encarnación, cuya reforma consiguió. El priorato duró tres años.
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Se fundaron varios conventos más de descalzos; algunos en Andalucía abrazaron la reforma, y comenzó la discordia entre calzados y descalzos, todo ello en 1572, año en que Teresa recibió muchos favores espirituales en el convento de la Encarnación: tales fueron su desposorio místico con Jesucristo y un éxtasis en el locutorio cuando conversaba con san Juan de la Cruz. Teresa, que en el transcurso de su vida escribió muchas cartas, estuvo en Salamanca en 1573. Allí, obedeciendo a su director, el jesuita Ripalda, redactó el libro de sus fundaciones.




En 1582, luego de haber fundado 17 conventos de Carmelitas Descalzas, cayó enferma el Alba de Tormes, cerca de Salamanca.






Donde finalmente falleció el dia 4 de octubre de 1582, según el calendario juliano y que fue sustituidio por el calendario gregoriano en España, por lo que ese día pasó a ser viernes 15 de octubre.



Su cuerpo fue enterrado en el convento de la Anunciación de Alba de Tormes, exhumado el 25 de noviembre de 1585, quedó allí un brazo y se llevó el resto del cuerpo a Ávila, donde se colocó en la sala capitular; pero el cadáver, por mandato del Papa, fue devuelto al pueblo de Alba de Tormes
.Muchos años después se confirmo que su cadáver permanecía incorrupto.





Fue beatificada  en 1614 por Paulo V, e incluida entre las santas por Gregorio XV el 12 de marzo de 1622.
En 1627 fue designada  para patrona de España por Urbano VIII.
 En 1626 las Cortes de Castilla la nombraron copatrona de los Reinos de España, pero los partidarios de Santiago Apóstol lograron revocar el acuerdo.




 Fue nombrada Doctora honoris causa por la Universidad de Salamanca y posteriormente fue designada patrona de los escritores.
En 1970 se convirtió -junto con Santa Catalina de Siena- en la primera mujer elevada por la Iglesia Católica a la condición de Doctora de la Iglesia, bajo el pontificado de Pablo VI. 


Felicidades a todas  las Teresas.
Juan Pablo II en una de sus viajes a España visito los lugares donde santa Teresa vivió.



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