MONUMENTO A SAN IGNACIO DE LOYOLA EN PAMPLONA
Situado en la avenida pamplonesa de su mismo nombre, conmemora el lugar y el momento en que San Ignacio de Loyola cayó herido en la defensa del castillo de Pamplona.
Compuesto por cuatro figuras humanas y un perro, centra la composición el joven Iñigo de Loyola tendido en una camilla.
Su autor, el artista catalán Joan Flotats, se inscribe dentro de la corriente figurativa realista, patente sobre todo en sus obras de naturaleza religiosa que trabaja en diversos materiales.
En los primeros años del siglo XX, Flotats modeló en bronce un grupo escultórico que representaba el momento en el que Iñigo de Loyola, tras ser herido, llegaba a las puertas de su casa conducido por sus servidores.
Esta pieza se emplazó a la entrada de la casa natal de San Ignacio en el Santuario de Loyola, en Azpeitia (Guipúzcoa).
En 1950, el escultor Áureo Rebolé realizó una copia en argamasa y piedra artificial del bronce original, que se colocó en Pamplona.
Y en 2005, la escultura de Rebolé fue sustituida por un grupo en bronce, que sigue fielmente el modelo original en escayola de Joan Flotats localizado en una casa de ejercicios de Manresa.
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