Lunes 2 de diciembre de 2019
Lunes de Adviento.
Lectura del santo evangelio según san Mateo 8, 5-11
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».
El adviento es considerado uno de los tiempos fuertes para prepararnos interiormente al encuentro con el Señor. Pero tenemos que ser consientes de que la iniciativa es siempre suya; Él nos encuentra en el camino, en nuestra propia historia, en esos acontecimientos diarios que nos descolocan, nos hieren, nos encierran en nosotros mismos y nos impiden ser libres para entregarnos a Él.
Adviento es saber que vendrá porque cumple sus promesas. Esta viniendo nuestras vidas y hoy nos recuerda el evangelio que vendran de oriente y occidente al Reino de los cielos.
No viene amanezando sino a salvar lo que estaba perdido. Viene a toda la humanidad de oriente y occidente. Su fin es vivir nuestra vida para que nosotros vivamos la suya.
Su salvación está cerca. Tenemos que estar preparados. Es la insintencia de este tiempo. Estad vigilantes y atentos al que se acerca para llenarnos con su Ternura
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