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lunes, 15 de mayo de 2017
PATIO DE LOS NARAJOS II, CATEDRAL DE SEVILLA
En cada lado menor se abrirían tres puertas a la calle, de la que sólo queda practicable la llamada Puerta del Lagarto, al pie de la Giralda.
Se supone, por restos encontrados, que se cubría todo con armadura de par y nudillo.
El acceso de esta Puerta del Lagarto conserva aún una pequeña bóveda de mocárabe, que nos da una idea de la decoración que tendría la antigua mezquita.
En el patio de los naranjos, en la nave del lado Este justo antes de acceder por la puerta de la granada y colgados en la parte superior a la entrada, se encuentran cuatro objetos:
de las vigas del techo se suspende un cocodrilo de madera de tamaño natural y adosados a la pared superior de la puerta se encuentran:
un bocado de caballo,
un colmillo de elefante y un bastón de mando.
Existen varias leyendas populares referidas a estos objetos que narraremos a continuación. Por el año 1260, el sultán de Egipto envió una embajada al rey Alfonso X “el sabio” para pedir la mano de su hija Berenguela. La embajada trajo diversos presentes, entre ellos: un hermoso colmillo de elefante, un cocodrilo del Nilo vivo y una jirafa o animal similar, domesticada con su montura, su freno y bridas.
El rey castellano rechazó la petición de mano de su hija, devolvió la embajada cargada de buenas palabras y de regalos para el sultán y aquí se quedaron: el cocodrilo, la jirafa y los presentes. Pasando el tiempo y muerto el cocodrilo, se disecó y su piel rellena de paja fue colgada en el patio de los naranjos junto con el freno, las bridas y el colmillo de elefante.
Años después se colgó como recuerdo, la vara del embajador castellano que había regresado de Egipto.
El cocodrilo actual está tallado en madera por autor desconocido y se estima del siglo XVI. Por su tamaño y por haber estado forrado de tela que al partirse y desde abajo, daba la impresión de ser piel a jirones, popularmente en Sevilla siempre se ha creído que el animal era auténtico y estar disecado. Hoy en día sólo se conserva la estructura restaurada del animal en madera, popularmente llamado “lagarto” por no conocerse en aquel momento espécimen mayor que dicho animal y dando nombre tanto a la nave del patio que lo contiene como a la puerta de acceso desde el exterior a dicha parte del patio.
Popularmente, existe la leyenda de que esos objetos fueron puestos en este lugar y de esa forma en representación de las virtudes cardinales: el cocodrilo como la prudencia, el colmillo como la fortaleza, el bocado como la templanza y la vara como la justicia, dando explicación de su designación específica la característica de cada objeto.
INTERIOR DEL PATIO DE LOS NARANJOS
Parte interna de la Puerta del Perdón
Reloj de Sol
En dicha nave, la única situada bajo soportales en la actualidad (antiguamente estaban cubiertos tres de los cuatro lados del patio), se sitúan, a modo de exposición una serie de lápidas, columnas y otros objetos aparecidos durante anteriores excavaciones.
Capilla de la Virgen de la Granada
El pilar central de la arcada de esta nave aloja un púlpito de mármol, del siglo XVII. Bajo éste una lápida nos informa que desde allí predicaron personajes de la importancia de los santos Vicente Ferrer y Francisco de Borja o los beatos Diego José de Cádiz y Juan de Ávila.
En el lado puesto la capilla del Sagrario
En 1618 se derribó el ala oeste para erigir la Iglesia del Sagrario.
Las naves del lado de levante se cerraron y se levantó un piso intermedio para habilitar una sede a la biblioteca de más de cinco mil volúmenes que donó el canónigo Hernando Colón, hijo del descubridor de América,
y que desde entonces lleva como nombre Biblioteca Colombina. Actualmente es administrada por la Institución Colombina, y mantiene su sede en la nave exterior de este lado, junto con la parte colindante del lado norte, quedando abierta la nave interior que da al patio.
La distribución actual del Patio de los Naranjos se debe al arquitecto barcelonés Félix Hernández, que llevó a cabo la obra a finales de los años cuarenta del siglo pasado.
Derribó una serie de construcciones añadidas de cualquier manera a lo largo de los siglos, desplazó ligeramente la fuente central (es la original de la mezquita)
para que coincidiera con la intersección de los ejes principales del patio, alineó los alcorques de los naranjos con los contrafuertes de los muros, sustituyó el pavimento original por una solería de ladrillos
Destaca una fuente cuya taza superior visigoda.
colocados en forma de espina de pez, aprovechando para soterrar la instalación eléctrica de la Catedral, instaló las cuatro pequeñas fuentes de mármol en las esquinas y renovó por completo el tejaroz de la Puerta del Perdón.
Los naranjos que dan nombre al patio son tradicionales en las mezquitas árabes, aunque los actuales son del siglo XX, plantados en el marco de la intervención de Félix Hernández.
La otrora sala de oración de la mezquita es el emplazamiento donde hoy se levanta la Puerta de la Concepción.
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