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miércoles, 24 de enero de 2024

CONVERSIÓN DE SAN PABLO

La iglesia, hoy 25 de enero, celebra la fiesta de la Conversión de San Pablo.
Pablo de Tarso (originalmente Saulo), canonizado como San Pablo Apóstol († 67), no conoció en vida -como los apóstoles- a Jesús
Lucas Jordá,

Nació en Tarso y en su juventud fue mandado a Jerusalén, donde fue rigurosamente formado, en la enseñanza de la Ley, por Gamaliel el Viejo.

 Después de algunos años regresó a Tarso, él no se encontraba en Jerusalén cuando Jesús predicaba. Su regreso tuvo lugar poco años después de la pasión de Cristo.



En esta fase de su vida, Saulo fue un fariseo muy activo: fue testigo de la lapidación de Esteban, pues custodiaba la ropa de los asesinos, como nos lo describen los Hechos de los Apóstoles (8, 1-3).


Recibió poco después el encargo de ir a Damasco para apresar a los cristianos de aquélla ciudad (Hech. 9,2), en dicha tarea fue particularmente celoso en el cumplirla y decidido en ir contra la religión cristiana, que comenzaba a difundirse y afirmarse.



Su conversión sucedió en el camino a Damasco, cuando inesperadamente una luz del cielo lo envolvió y cayendo al suelo, escuchó una voz que le decía: “Saulo, ¿porqué me persigues?”.

Y Él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que has de hacer. Los hombres que le acompañaban estaban de pie atónitos oyendo la voz, pero sin ver a nadie” Saulo se levantó del suelo, y con los ojos abiertos nada veía. Lleváronle de la mano y le introdujeron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver y sin comer ni beber.”

 


Por revelación de Cristo, el cristiano Ananías fue al encuentro de Saulo, quien recuperó la vista y se convirtió, accediendo al bautismo y predicando en las sinagogas al Hijo de Dios, con gran asombro de sus oyentes. Así el antiguo perseguidor blasfemo se convirtió en apóstol y fue elegido por Dios, como uno de sus principales instrumentos para la conversión del mundo.

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