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sábado, 17 de octubre de 2020

CATEDRAL DE BURGOS, FACHADAS

LA PRIMERA CATEDRAL GÓTICA DE LA PENINSULA

Este templo, que ahora te acoge y que vas a conocer desde dentro, no es la primera catedral que se levantó en este lugar. Anteriormente hubo aquí una catedral románica, edificada entre 1080 y 1095, en el espacio que ocupó el palacio de los Reyes de Castilla, donado por el Rey Alfonso VI al obispo, D. Jimeno.
 En ella se celebró un acontecimiento muy significativo, la boda del Rey de Castilla, Fernando III, el Santo, con Beatriz de Suavia, hija del Emperador europeo Federico II de Suavia. 
Burgos era una ciudad regia, moderna y en constante expansión hacia Europa a través de las alianzas políticas y del Camino de Santiago. Por ello se necesitaba una nueva Catedral, acorde con el rango e importancia de la ciudad, que era la capital del Reino Castellano-Leonés. 


 

El Rey Fernando y el Obispo D. Mauricio deciden de mutuo acuerdo levantar una catedral según el nuevo estilo, el gótico, que se extendía ya por Europa. 

Colocan la primera piedra el día 20 de Julio de 1221. 
El obispo había estudiado en París y conocía las grandes catedrales francesas, alguna de ellas ya concluida. Con arquitectos y maestros franceses, traídos a Burgos por el obispo D. Mauricio, se inicia la primera construcción, que sigue el modelo de Notre Damme, en París, o las de Reims, Amiens, …, logrando para Castilla y León la primera catedral gótica de la Península, que serviría de modelo a las siguientes construcciones del Reino Castellano-Leonés.

La construcción de la catedral se inició por la cabecera y el presbiterio, lugar éste donde se sepultó al obispo fundador, cuyos restos fueron posteriormente trasladados al centro del coro capitular.

Empezó por la cabecera, e la que se celebró el culto divino desde 1230.



 Etapas Constructivas

La construcción fue muy rápida; en los nueve primeros años ya estaban concluidos el coro-ábside, la cabecera y las naves de la girola con sus capillas absidales, quedando dispuesta para el culto en 1230, año en que se realizó la primera consagración. A partir de esa fecha se comienza a derribar la catedral románica, intacta hasta ese momento. Las obras continúan con la conclusión de la nave del crucero y sus portadas y se inician la nave central y las laterales, que quedarían rematadas en 1260, año de la consagración de todo el templo. 

 Habían pasado 39 años, un record de construcción de una catedral. No obstante, este templo se sigue ampliando y se enriquece con nuevas edificaciones. Se construye un claustro nuevo al lado de la nave sur de la girola en el último tercio del siglo XIII y se remodelan las capillas absidales; además, se van construyendo capillas desde finales del siglo XIV hasta el XVIII.

 En la segunda mitad del siglo XV se construyen tres obras fundamentales en la catedral: La Capilla de los Condestables, las agujas y el cimborrio, que, es sustituido a partir de 1539 por el actual. Las ampliaciones se dan por concluidas en el siglo XVIII con la nueva sacristía y la Capilla de las Reliquias.

 Catedral de Burgos desde el Castillo.jpg


BURGOS



Catedral de Santa María


Burgos fue convertida en sede episcopal en 1075 por el rey Alfonso VI, quien dio así una continuidad canónica a la tradición episcopal de la vieja diócesis de la Oca, cuyo prelado figura ya en 589 como signatario del III Concilio de Toledo, en época visigótica.



Existe constancia documental de que el monarca donó para la magna obra el recinto que ocupaban un palacio real que había pertenecido a su padre Fernando I y una pequeña iglesia dedicada a Santa María y que se hallaba en construcción.




La primera piedra de la nueva catedral se colocó el 20 de julio de 1221 en presencia de los promotores del templo: el rey Fernando III de Castilla y el obispo Mauricio, prelado de la diócesis burgalesa desde 1213.
Fue consagrada en 1260





EXTERIOR DE LA CATEDRAL DE BURGOS

Salvo las puertas de la fachada principal, reformadas en soso estilo neoclásico en el siglo XVIII, el resto del templo muestra una bella galanura gótica por doquier. Los principales grupos escultóricos se concentran, como es habitual en el gótico, en las portadas pero también en la Galería de los Reyes.

Fachada






Al descender por las escaleras que bajan a la plaza de Santa María se puede contemplar la fachada occidental del templo, inspirada en las de las catedrales de París y Reims.

 En el cuerpo inferior se abre la Portada de Santa María, formada por tres arcos apuntados y abocinados que cobijan la Puerta Real, o del Perdón, el central, y las de la Asunción y la Inmaculada, los laterales.






 


Esta portada era obra del siglo xiii y, con su iconografía dedicada a la Virgen, estaba considerada como la más importante manifestación escultórica de estilo gótico en Castilla, pero su grave deterioro obligó a reconstruir austeramente las puertas laterales, en 1663 por Juan de Pobes, y la central, en estilo neoclásico, con vano adintelado y frontón triangular, en 1790; en los tímpanos de las laterales se colocaron los relieves de la Concepción y la Coronación, salidos de la mano de Juan de Pobes, y en las enjutas, dos arquillos laterales dobles que cobijan sendas estatuillas. Fachada de la catedral iluminada.









 El segundo cuerpo de la calle central de la fachada es obra del siglo xiii y en él se abre un rosetón de aire cisterciense, con tracería de estrella de seis puntas, o de sello de Salomón. 




En el tercer cuerpo de la misma calle se abre una elegante galería, jalonada por sendas agujas y varios pináculos, y formada por dos grandes ventanales con maineles y tracería de tres óculos cuadrilobulados; bajo los ocho arquillos que forman los maineles de ambos arcos están colocadas las estatuas de los ocho primeros reyes de Castilla, de Fernando I a Fernando III. 







Corona la calle una fina barandilla-crestería de arquillos ojivales sobre la que se alza una estatua de la Virgen con el Niño, acompañada de la leyenda, alusiva a la Madre de Cristo, Pulchra es et decora. Este remate fue realizado a mediados del siglo xv por Juan de Colonia.









Virgen con el Niño


 Sobre las puertas laterales del primer cuerpo se alzan dos torres casi gemelas del siglo xiii y de tres cuerpos, con pilastras decoradas con pináculos y estatuas en sus ángulos, y con decorados vanos ojivales en cada cara de cada cuerpo: uno abocinado con mainel y tracería de óculo, tapado con vidrieras, en el primero; dos geminados sin mainel y sin tracería, en el segundo; y otros dos geminados con mainel y tracería, en el tercero. 





 Sobre estas torres, a mediados del siglo xv, Juan de Colonia elevó sendas agujas o chapiteles piramidales de base octogonal y de finos calados que configuraron definitivamente la silueta de la seo burgalesa.
Su progenie suevoalemana coincide con el proyecto de la catedral de Colonia, que pudo conocer el maestro Juan, si bien las agujas de la ciudad alemana no se realizaron hasta el siglo xix. 




Los chapiteles burgaleses fueron levantados con las aportaciones económicas del obispo Alonso de Cartagena y de su sucesor en la sede, Luis de Acuña, cuyos blasones, junto con los de la monarquía castellano-leonesa, aparecen en los antepechos que conectan con las cúspides de las torres.
 En estos antepechos el maestro Juan dispuso también la leyenda pax vobis y la escultura de Cristo mostrando las huellas de su Pasión, en uno, y la leyenda ecce agnus dei ( he aquí el Cordero de Dios) y una escultura de San Juan Bautista, en el otro.


 Jalonan el conjunto de la fachada dos torrecillas poligonales, decoradas con arquillos lobulados, con pináculos y con estatuas y rematadas en agujas piramidales que ascienden hasta el arranque de las agujas de las torres; en su interior albergan sendas escaleras de caracol que ascienden al triforio y a las bóvedas de la catedral

Fachada y Puerta Sacramental





Cabe suponer que el primer maestro de obras fue un anónimo arquitecto francés -si bien algunos investigadores dan el nombre del canónigo Johan de Champagne, citado documentalmente en 1227-, muy probablemente traído a Burgos por el propio obispo Mauricio, tras el viaje que había realizado por Francia y Alemania para concertar el matrimonio del monarca con Beatriz de Suabia, ceremonia nupcial que se realizó precisamente en la vieja catedral románica.



Menos conocida como Puerta Sacramental, esta portada, abierta en el brazo meridional del transepto y asomada a la Plaza del Rey San Fernando, hecha de piedra, desde la que se accede salvando una pronunciada escalinata, fue construida aproximadamente entre 1230 y 1240. Se trata de uno de los mejores conjuntos escultóricos del clasicismo gótico del siglo xiii en España. Está dedicada al tema arcaizante de Cristo en Majestad, aunque empleando una plástica innovadora. 




 El elemento central y artísticamente más depurado es el tímpano, cuya ejecución se atribuye a un artista franco referido como el Maestro del Beau Dieu de Amiens. Lo que es indudable es la influencia de la escultura de la catedral de Amiens en la magistral portada burgalesa.




En este espacio casi triangular se representan a Jesús sedente como Pantocrátor mostrando el Libro de la Ley y, rodeándole, los Cuatro Evangelistas, en su caso representados de doble manera: icónicamente, con ellos mismos inclinados sobre sus pupitres de escritura redactando los Evangelios, y simbólicamente, por el Tetramorfos.





 Debajo, separado por un dintel, aparece un Apostolado al completo en pose sedente, atribuido a otro artista francés conocido como el Maestro del Sarmental.
 El tímpano es rodeado por tres arquivoltas que ocupan los 24 ancianos del Apocalipsis, tocando o afinando instrumentos musicales medievales, varios coros de ángeles y una alegoría de la Artes. Este conjunto iconográfico debió ser tallado por escultores locales dirigidos por los maestros franceses. Fachada del Sarmental. 



La puerta está dividida por un parteluz en el que aparece, cubierta por un dosel sobre el que se efigia al Cordero, una moderna estatua (sustituyendo a la deteriorada original, que pudo ser tallada también por el Maestro del Sarmental) representando a un obispo; es tradición identificar al retratado como Mauricio, aunque bien pudiera tratarse de Asterio o de san Indalecio, primer obispo de Almería, mártir y cristianizador de las tierras burgalesas.




 En las jambas laterales se encuentran esculpidas seis figuras, posteriores al resto de la portada, cuatro de las cuales representan a Moisés, Aarón, san Pedro y san Pablo; las otras dos no son fácilmente identificables. 













 Aunque la Portada concentra todo el interés, no puede pasarse por alto el resto del hastial, que escoltan robustos contrafuertes rematados en pináculos. 




Es trabajo posterior, de finales del siglo xiii. Sus dos cuerpos superiores, estructurados a semejanza del cuerpo central de la Fachada de Santa María, están ocupados por un rosetón y sobre él un conjunto de galería abierta con tres arcos con intradoses calados con triple cuatrifolio y apoyados en maineles frente a los que asoma una estatuaria interpretada como la Divina Liturgia, donde Cristo administra la Eucaristía flanqueado por doce ángeles ceriferarios y turiferarios.




 En la actualidad, las visitas turísticas acceden a la Catedral por la Puerta del Sarmental.






































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