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miércoles, 10 de junio de 2015

EL EMPERADOR CARLOS V Y EXTREMADURA

CARLOS V VUELVE A ESPAÑA

El emperador Carlos V desembarcaba en Cantabria, al norte de España, para recorrer 550 kilómetros aproximadamente hasta el Monasterio de Yuste, en Extremadura, donde se retiraría y moriría tras 40 años de un reinado histórico.

-Ruta de Cantabria
-Ruta de Castllla León
- Ruta de Extremadura


El acto oficial de la abdicación del Emperador Carlos fue grandiosa. Tuvo lugar, el 25 de octubre de 1555, en el mismo marco en el que cuarenta años atrás se había producido su nombramiento como soberano de los Países Bajos.

 Carlos, vestido de negro, lucía sobre su pecho, como único brillo, el Toisón de Oro. (Como puede comprobarse, en los cuadros que mostramos se reflejan indumentarias bien distintas para la recreación histórica del acto).


ÚLTIMO VIAJE DEL EMPERADOR

 Tras las abdicaciones de Bruselas (1555–1556), Carlos I dejó el gobierno imperial a su hermano, el rey de romanos Fernando y la de España y las Indias, a su hijo Felipe.

El 28 de septiembre de 1556, protegido por casi 60 barcos y a bordo del “ Espíritu Santo” también apodado por la “Bertendona”, debido a que su capitán se llamaba Martin Jiménez de Bertendona, realizó el viaje de Flessinga hasta Laredo el Emperador




Fue acondicionada la Nao convenientemente para el transporte de tan Regio pasajero y se le prepararon sus aposentos en la zona ubicada entre la popa y la arboladura: siendo la zona más alta de la nave.

Desde ese puente y enfermo, casi no podía desplazarse, tenía una perfecta panorámica de todo a su alrededor. Sentado en ese emplazamiento el Emperador avistó el puerto de Laredo.


Volvía a España para curarse de la gota en La Vera, una tranquila comarca famosa por su buen clima. Tardó un mes y tres semanas en llegar a Jarandilla de la Vera

Carlos V, desembarcando al norte de España con más de 50 buques, tras abdicar. Acompañado por su séquito, emprendió un viaje de más de un mes por Cantabria, Castilla y León y Extremadura hasta llegar a su retiro, en el Monasterio de Yuste.

  Allí se hospedó en el Castillo de Oropesa, actual Parador de Jarandilla, hasta que el 3 de febrero de 1557 finalizaron las obras de la austera casa palacio que mandó construir junto al Monasterio de Yuste.


 En este plácido lugar permaneció un año y medio en retiro, alejado de la vida política, y acompañado por los monjes Jerónimos, quienes guiaron espiritualmente al monarca hasta sus últimos días.

Finalmente, un 21 de septiembre de 1558 falleció de paludismo tras un mes de agonía y fiebres, causado por la picadura de un mosquito de uno de los estanques construidos por el ingeniero hidrográfico Torriani.



Muerte de Carlos V, por Ch. Degroux

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