SU FIESTA EL 21 DE ENERO
Su nombre aparece en el Canon Romano
Célebre y popular mártir de la Iglesia de Roma. Su nombre, Agnes, es la transcripción latina del adjetivo griego agne que significa pura, casta.
También podría derivar del latín agnus, cordero.
Sufrió el martirio siendo muy joven, quizá a los 13 años, y fue sepultada en la vía Nomentana, donde hoy se levanta la basílica de su nombre.
El papa San Dámaso (366-384) le dedicó, como a otros tantos mártires, un bello poema que se conserva aún en su mármol original, en la basílica de la vía Nomentana.
En el siglo V todos estos detalles de la vida de Inés que recogen las fuentes señaladas fueron fundidos y ampliados en una relación legendaria por un tal pseudo Ambrosio.
No tenemos noticia alguna de su nacimiento ni de su familia, que debió de ser cristiana.
No tenemos noticia alguna de su nacimiento ni de su familia, que debió de ser cristiana.
Igualmente carecemos de noticias acerca de la fecha de su martirio, aunque la mayoría de los historiadores creen que fue una de las víctimas de la persecución de Diocleciano (304).
Otros afirman que murió en la persecución de Valeriano (258-260).
Sobre el motivo del martirio la leyenda habla de su voto de virginidad y de cómo el hijo del prefecto de Roma llegó a enamorarse de ella.
Al pretenderla éste en matrimonio, Inés le rechazó. Ante la negativa, el joven recurrió a su padre, que, en calidad de prefecto de la ciudad, averiguó que Inés era cristiana, por lo que fue llevada ante el tribunal.
No están de acuerdo las fuentes arriba señaladas en cuanto al género de martirio que sufrió, pues si para San Ambrosio y Prudencio murió decapitada, y para el autor del himno Agnes beatae virginis degollada, para San Dámaso, en cambio, murió quemada.
Hay que hacer notar que este papa se preocupaba de dar en sus epitafios la verdad histórica, que antes averiguaba con cuidado.
Aunque las distintas narraciones difieren en los detalles, coinciden, sin embargo, en cuanto al hecho de su martirio, que hay que admitir históricamente como cierto, así como su proclamación como mártir de la virginidad.
El cuerpo de Inés fue sepultado en un campo de su propiedad: in praediolo suo, situado en la vía Nomentana.
Desde el s. VI la iconografía se fija representando una joven con un cordero, bien a los pies o en los brazos, símbolo de la pureza y alusivo a su nombre.
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