TRIACASTELA-SARRIA
TRIACASTELA
Se deja el albergue y antes de abandoar el pueblo se visita la iglesia.
Este templo románico nació dedicado a Pedro y a Pablo, pero con el paso del tiempo, y visto el éxito de Santiago en la gente que transitaba por el pueblo, cambió de advocación para pasar a honrar a Santiago Matamoros.
Despues se abandona Triacastela por la calle central hasta la salida de la población.
El Camino se bifurca y hay que escoger uno de los itinerarios. A mano izquierda, por la LU-633, progresa el trazado hasta Samos y su monasterio benedictino y de allí continúa hasta Sarria.
A mano derecha parte el itinerario por San Xil, 6,5 kilómetros más corto aunque supera un desnivel de 238 metros los primeros 5,5 kilómetros.
El desvío a San Xil. Lo tomamos y, tras un corto tramo, abandonamos la carretera por la derecha para seguir por una pista asfaltada.
Posteriormente cogemos un camino que conduce hasta A Balsa.
A BALSA
Antes de A Balsa existen un par de cruces, bien señalizados.
El camino, cómodo, y con buen firme, juega con el río hasta llegar a esta pequeña aldea satélite de Triacastela.
A Balsa es una minúscula población que rejuvenece con el paso de los años.
Una inmensa bandera republicana da la bienvenida a los peregrinos a una de las localidades más pintorescas del Camino.
Una reducto galo en el que no existen las prisas.
En A Balsa acaba de abrir sus puertas el Albergue Ecológico El Beso, regentado por Marijn Voogt y Jessica Moro.
Su puesta a punto ha sido posible gracias a las donaciones de 25 euros realizadas por amigos, simpatizantes y futuros huéspedes, y a muchos meses de trabajo, ya que toda la obra la ha realizado esta joven pareja que se conoció hace dos años en Fisterra tras un Camino que les cambió la vida. Marijn rompió con su empleo de informático en Holanda para fijar su residencia en A Balsa.
Todos aquellos que han aportado su granito de arena a través de donaciones, disfrutarán de cena, noche y desayuno de forma gratuita.
Arthur, un artista en el Camino
Unos metros más adelante, una casa de piedra a los pies de la ruta jacobea suele tener sus puertas abiertas de par en par ofreciendo al peregrino descanso y un lugar para la oración.
El inglés Arthur emprendió el Camino en el 2006 desde Saint Jean Pied de Port. Escogió la variante de Samos, aunque quedó prendido de los encantos de la zona y decidió instalarse.
Con la ayuda de un albañil local, rehabilitó un viejo palleiro para construir “una casa para Jesús”, dice con marcado acento británico. La cabeza de Arthur no cesa de crear. En esta etapa se encuentra reescribiendo la Biblia.
Sus pinturas (muchas cuelgan en las paredes) ya son famosas entre los peregrinos. Seguro que miente al decir que solo sabe un acorde.Si las puertas están cerradas, probablemente se encuentre en plena escapada a la costa de Lugo.
“Para comer el arroz con bogavante de Rinlo -se le hace la boca agua- y practicar surf”.
Por cuesta más pronunciada continuamos rodeados de frondosos robles hasta desembocar de nuevo en la carretera, justo a la altura de la Fonte dos Lameiros (Km 3,3).
Un buen repecho por asfalto nos deja a la altura de San Xil.
La población queda a mano izquierda y una máquina de refrescos al pie de la carretera es todo lo que se oferta por estos parajes (Km 3,9).
El itinerario continúa su ascenso por la carretera, al principio en falso llano para endurecerse después, hasta las inmediaciones del alto de Riocabo (Km 5,5). En el alto dejamos la carretera para disfrutar del tramo más bonito de la etapa.
Pasillos cerrados de castaños, robles, y abedules nos escoltan. La bajada a Montán - una aldea que apenas se roza - es peligrosa ya que el piso está formado por lajas de piedra.
A MONTÁN
Iglesia cementerio
Continuamos el descenso hasta la aldea de Fontearcuda, donde el mojón jacobeo nos anuncia los 121,5 kilómetros.
Km 8,5.
FONTEARCUDA
El Camino baja de Fontearcuda hasta la carretera y ésta se cruza (atentos a la señalización porque hay que buscar el mojón) para tomar un camino que evita el largo rodeo de la carretera que pasa por Zoo.
Salvamos un arroyo y avanzamos por la senda que sale de nuevo a la carretera.
Las tupidas manchas de robles y castaños dan paso a los prados. Por asfalto llegamos finalmente a Furela, donde podemos recuperar fuerzas en el bar situado al pie de la carretera.
FURELA
Atravesamos por medio de la población
y cruzamos la carretera junto al cartel que anuncia la entrada al Concello de Sarria (Km 10,7).
Un kilómetro resta para llegar a Pintín, que también ofrece bar y restaurante.
PINTÍN
El Camino sigue arrimado a la carretera LU-5602 y un kilómetro más adelante la cruza para internarse fugazmente por un tramo boscoso que ataja una curva prolongada
. Bajamos de nuevo a la carretera y pasamos en breve junto al albergue público de Calvor. La parroquia del mismo nombre queda por detrás del albergue, a mano izquierda.
CALVOR
Quinientos metros después nos desligamos brevemente de la LU-5602 para entrar en Aguiada.
AGUIADA
Tras la población regresamos a los brazos de la carretera por una senda paralela.
Camino deja a mano derecha un albergue Paloma y Leña rodeado por un jardín (Km 14,3) y continúa por el andadero dejando a un lado el cruce a Airexe.
A la izquierda de la carretera queda la parroquia de San Mamede do Camiño (14,9).
SAN MAMEDE DO CAMIÑO
Con vistas de Sarria, el andadero de tierra sigue progresando al pie de la LU-5602 por pequeños toboganes.
Pasamos el mojón 114 km de Carballal y el cruce a Ferreiros, que se deja a mano derecha.
De inmediato llegamos junto al camping Vila de Sarria, con 12 plazas en litera para peregrinos ubicadas en un par de tiendas (ver apartado observaciones), y dejamos Mendros a la derecha.
SARRIA
Entramos así en Sarria topándonos con el primer albergue.
No en vano esta capital de Concello ostenta el mayor número de albergues del Camino Francés y es el lugar escogido por muchos caminantes para iniciar la peregrinación, ya que se encuentra en la distancia ideal para conseguir la Compostela.
La rúa José Sánchez nos deja al pie de la rúa Calvo Sotelo, que cruzamos para continuar de frente por la rúa do Peregrino.
Salvamos por un puente el río Sarria y cruzamos en Benigno Quiroga para girar junto a la Peregrinoteca.
Elalbergue y descansar.
Una escalinata sube hasta la entrada de la rúa Mayor, que debería cambiar su nombre por el de la "rúa de los Albergues", ya que se contabilizan más de 5, incluido el público.
Fotos de internet
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