ASÍ SERÁ EL VIA CRUCIS
A las siete y media de la tarde del viernes 19 de agosto comenzará el Vía Crucis de la JMJ en el Paseo de Recoletos, entre las madrileñas plazas de Cibeles y Colón. El Vía Crucis en la tarde del viernes es ya un clásico de las JMJ, si bien en la edición de Madrid se aportará la singularidad de la Semana Santa española con la presencia de quince tallas de la mejor imaginería religiosa.
El cortejo que recorre el Vía Crucis portando la Cruz está formado por dos hachones de cada cofradía y diez jóvenes de distintas procedencias. Al hacer memoria del sufrimiento de Jesucristo en su camino con la cruz a cuestas hasta el Calvario, se evocará también el sufrimiento y el dolor que padecen tantos jóvenes en diversos lugares del mundo a causa de la guerra, los enfrentamientos fratricidas, la persecución religiosa, la marginalidad, la drogodependencia. También se recordarán las víctimas del aborto, del terrorismo o de las catástrofes naturales.
Al comienzo de la celebración, el Papa saludará a los participantes en la misma y exhortará a hacernos presentes en el sufrimiento de tantos hermanos nuestros. “Hoy –dirá el Santo Padre- queremos hacernos cirineos que, abrazados a la cruz de Cristo, acogen también en la plegaria y en la caridad el dolor de nuestros hermanos”
A continuación, comenzará el Vía Crucis. La Cruz de los Jóvenes, la Cruz de las JMJ, llevada en cada estación por jóvenes de continentes y situaciones distintas hace el recorrido ante los 15 pasos de Semana Santa, intercalándose el texto del Vía Crucis compuesto para la ocasión por las Hermanas de la Cruz de Santa Ángela de la Cruz, a la par que entre estaciones se interpretará una canción
LAS ESTACIONES
Primera estación: La Última Cena: Obra de Francisco Salzillo (1763), de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Murcia.
Segunda estación: La traición de Judas: Obra de Antonio Castillo Lastrucci (1961), de la Hermandad del Prendimiento de Málaga.
Tercera estación: Las negaciones de Pedro: Obra de Federico Coullart-Varela (1947), de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de Orihuela (Alicante).
Cuarta estación: Jesús sentenciado a muerte: Obra anónima del siglo XVII, de la archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Madrid (Jesús de Medinaceli).
Quinta estación: Jesús carga con la cruz: Obra de José R. Fernández-Andrés (1942), de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder de Madrid.
Sexta estación: Jesús cae bajo el peso de la cruz: Obra de Mariano Benlliure (siglo XX), de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Caída de Úbeda (Jaén).
Séptima estación: El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la cruz: Obra anónima del siglo XVII de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno de León.
Octava estación: La Verónica enjuga el rostro de Jesús: Obra de Francisco Pino (1976), de la Hermandad de la Candelaria de Jerez de la Frontera.
Novena estación: Jesús es despojado de sus vestiduras: Obra de Manuel Ramos Corona (1989), de la Hermandad de Jesús despojado de sus vestiduras de Granada.
Décima estación: Jesús es clavado en la cruz: Obra de Ramón Álvarez (1884), de la Cofradía de Jesús Nazareno de Zamora.
Undécima estación: Jesús muere en la cruz: Obra de Francisco Palma Burgos (1942), de la Cofradía del Cristo de Mena de Málaga (El Cristo de los Legionarios).
Duodécima estación: El Descendimiento: Obra de Luis Marco Pérez (1945), de la Hermandad del Descendimiento de Cuenca.
Decimotercera estación: Jesús en brazos de su Madre: Obra de Gregorio Fernández (1625), de la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad de Valladolid.
Decimocuarta estación: Jesús es sepultado: Obra de Gregorio Fernández (siglo XVII), de Segovia
Decimoquinta estación: Dolorosa, obra de Luisa Roldan, S. XVII
Tras las quince estaciones, será la alocución del Papa y la oración a la Virgen María, cuya imagen está situada a su izquierda en el último Paso del Vía Crucis. Tras esta oración, el Papa impartirá la bendición final.
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