PRESENTACIÓN DE LAS HERMANDADES
http://youtu.be/8Mz_rm51G-U
FOTOS
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MISA DE PENTECOSTÉS
SALIDA DE LA VIRGEN DEL ROCIO
La Virgen del Rocío entró en la ermita sobre las 11.50 horas, tras ocho horas recorriendo las calles de la aldea vivitando las sede de todas las Hermandades y donde la organización fue mayor que en años anteriores
Dios te salve, Maria,
del Rocio Señora.
Luna, Sol, Norte y Guia
y pastoro celestial.
Dios te salve, Maria,
todo el pueblo te adora
y repite a porfia:
como Tu no hay otra igual.
Ole, ole, ole, ole, ole,
ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole,
ole
ole, ole, ole, ole, ole, ole,
Al Rocio yo quiero volver
a cantarle a la Virgen con fe con un
ole, ole, ole, ole, ole
ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole,
ole,
ole, ole, ole, ole, ole, ole.
Al Rocio yo quiero volver
a cantarle a la Virgen con fe con un ole.
Dios te salve, Maria,
manantial de dulzura.
A tus pies noche y dia
te venimos a rezar.
Dios te salve,
Maria
un rosal de hermosura.
Eres Tu, Madre mia,
de pureza vrginal.
Ole, ole, ole, ole, ole,
ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole,
ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole,
Al rocio yo quiero volver
a cantarle a la Virgen con fe con un
ole, ole, ole, ole, ole,
ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole,
ole, ole, ole, ole, ole, ole, ole
UNA VENTANA ABIERTA AL ARTE RELIGIOSO,FIESTAS, TRADICIONES,SEMANA SANTA Y MÁS COSAS RELACIONADAS CON MI PUEBLO,SIRUELA.PARA QUE MIS HIJOS Y SOBRINOS SIEMPRE LO RECUERDEN Y DEDICADA AL COFRADE DE LA FAMILIA, HERMANA, AMIGOS Y VECINOS.
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martes, 29 de mayo de 2012
domingo, 27 de mayo de 2012
DECORACIÓN DE LA CAPILLA SIXTINA
DECORACIÓN
La primera etapa de la decoración de la Capilla Sixtina fue la pintura de la bóveda en azul cielo, salpicado de estrellas doradas, y con bordes decorativos alrededor de los detalles arquitectónicos de las pechinas.
Esta decoración fue sustituida por la obra de Miguel Ángel. Del diseño actual, la primera parte fue la decoración de las paredes laterales, que están divididas en tres secciones.
En la sección central hay dos series de paneles que se complementan entre sí: La Vida de Moisés en la pared norte y La Vida de Cristo en la pared sur. Fueron encargadas en 1480 por Sixto IV y realizadas por Perugino, Ghirlandaio, Botticelli y Cosimo Rosselli junto a algunos de sus aprendices. .
Los tres florentinos empezaron a trabajar en la Capilla Sixtina en la primavera de 1481.
Bajo los frescos de La Vida de Moisés y La Vida de Cristo, la parte inferior de las paredes está decorada con cortinajes de oro y plata pintados en trampantojo.
Sobre los frescos de las Vidas, la parte superior está dividida en dos zonas.
En la zona inferior, entre las ventanas, hay una Galería de Papas, pintada al mismo tiempo que las Vidas.
Sobre de los arcos de las ventanas están los lunetos, donde se encuentran los Antepasados de Cristo, pintados por Miguel Ángel como parte de la decoración de la bóveda.
La decoración de la bóveda fue encargada por Julio II y realizada por Miguel Ángel entre 1508 y 1512.
En 1515, Rafael recibió el encargo de León X de diseñar una serie de diez tapices para colgar en la zona inferior de las paredes.
Los tapices representan episodios de la Vida de San Pedro y la Vida de San Pablo tal y como las describen los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles.
El trabajo comenzó a mediados de 1515.
Debido a su gran tamaño, los tapices fueron fabricados en Bruselas a lo largo de cuatro años, por los tejedores del taller de Pieter van Aelst.
Los tapices de Rafael fueron expoliados durante el Saco de Roma de 1527 y quemados por el metal precioso que contenían o distribuidos por Europa.
A finales del siglo XX se reunió una colección a partir de varias series que fueron realizadas después de la primera, y fueron usados de nuevo en la Capilla Sixtina en 1983. Los tapices continúan utilizándose ocasionalmente en ceremonias de particular importancia.
Los cartones o bocetos preparatorios para siete de los diez tapices son conocidos como Cartones de Rafael y se conservan en el Museo de Victoria y Alberto de Londres.
En este punto, toda la decoración seguía un programa iconográfico consistente. En el diseño para la bóveda ideado por Julio II, los retratos de los Papas hubieran quedado bajo los de los apóstoles, simbolizando la sucesión apostólica. Existe la teoría de que el diseño de la decoración fusionaba los dos Testamentos bíblicos, con el Antiguo profetizando el Nuevo, sintetizando de esta manera la lógica de la Biblia cristiana.
Sin embargo, esto fue alterado cuando posteriormente, Miguel Ángel recibió el encargo de decorar la pared del altar con el El Juicio Final, que realizó entre 1536 y 1541.
Pintar este mural exigió que se eliminaran dos escenas de las Vidas (que representaban La Natividad y El Hallazgo de Moisés), varios de los Papas y dos lunetos de Ancestros.
Frescos laterales Pared sur
La pared sur está decorada con los frescos de La vida de Moisés, pintados entre 1481 y 1482. Partiendo desde el altar, son:
Vuelta de Moisés a Egipto y circuncisión de Eliezer, de Pietro Perugino y ayudantes
Pruebas de Moisés, de Sandro Botticelli y ayudantes
Paso del Mar Rojo, de Cosimo Rosselli, Domenico Ghirlandaio o Biagio d'Antonio
Descenso del Sinaí, de Cosimo Roselli y ayudantes
Castigo de los rebeldes, de Sandro Boticelli
Testamento y muerte de Moisés, de Luca Signorelli y Bartolomeo della Gatta
Pared norte
La pared norte alberga los frescos de La vida de Cristo, también pintados entre 1481 y 1482 y que incluyen:
Bautismo de Cristo, de Pietro Perugino y ayudantes
Tentaciones de Cristo, de Sandro Boticelli
Vocación de los Apóstoles, de Domenico Ghirlandaio y ayudantes
Sermón de la montaña, atribuido a Cosimo Rosselli
Entrega de las llaves a San Pedro, de Pietro Perugino
Última Cena, de Cosimo Rosselli
Pared oeste
En la pared oeste hay dos frescos que sustituyen a los originales, pintados por Ghirlandaio y Luca Signorelli respectivamente, que fueron destruidos por el hundimiento del arquitrabe de la puerta en 1522:
Resurrección de Cristo, de Hendrick van den Broeck (1572), sobre el original de Ghirlandaio
Disputa sobre el cuerpo de Moisés, de Mateo Pérez de Alesio (1574), sobre el original de Luca Signorelli
LOS FRESCOS DE MIGUEL ANGEL
En 1508, Miguel Ángel recibió el encargo de Julio II de repintar el techo de la capilla. Originalmente estaba pintado como un cielo azul con estrellas doradas.
El trabajo comenzó el 10 de mayo de 1508 y se prolongó hasta el 31 de octubre de 1512.
Años más tarde, Miguel Ángel pintó también El Juicio Final sobre la pared del altar, entre 1536 y 1541, por encargo de Paulo III.
Miguel Ángel quedó intimidado por las dimensiones del encargo y dejó claro desde el principio que prefería rechazarlo. Él se consideraba escultor antes que pintor, y sospechaba que algunos de sus rivales habían aconsejado al papa que le encargase un proyecto de tan gran escala para verle fracasar.
Bóveda
Para alcanzar el techo, Miguel Ángel necesitaba un soporte que fuera fácil de desmontar para no entorpecer las celebraciones en la capilla. La primera idea fue del arquitecto del papa, Donato Bramante, que diseñó un andamio colgado del techo con cuerdas. Miguel Ángel consideró esta idea totalmente inadecuada, ya que dejaría el techo agujereado una vez terminado el trabajo, y decidió diseñar el andamio él mismo. El lugar de sujeción del andamio se aprecia en este luneto. El problema fue presentado al Papa, que autorizó a Miguel Ángel que construyera su propio andamio.
Miguel Ángel creó una plataforma de tablas de madera sujetas sobre soportes creados a partir de agujeros de las paredes, a la altura de las ventanas. Al contrario de lo que se cree, no tenía que tumbarse sobre el andamio para pintar, sino que pintaba de pie.
Miguel Ángel usó colores vivos, fácilmente visibles desde el suelo. En los lunetos situados sobre las ventanas pintó a los antepasados de Cristo.
Sobre ellos, en las pechinas, pintó en orden alternativo a los profetas y a las sibilas, con Jonás sobre el altar y Zacarías en el otro extremo.
En la parte central pintó nueve escenas del Génesis. Originalmente solo se le encargó pintar doce figuras, los Apóstoles.
Rechazó el trabajo porque él se consideraba escultor, no pintor.
El papa le dio permiso para pintar las escenas y figuras bíblicas que él eligiera como compensación. Cuando terminó el trabajo, había pintado más de 300 figuras, que mostraban la Creación, Adán y Eva en el Jardín del Edén y el Diluvio Universal.
La bóveda tiene unas dimensiones de 40 metros de largo por 13 de ancho, lo que significa que la superficie pintada por Miguel Ángel ocupa unos 460
El Juicio Final fue pintado por Miguel Ángel entre 1536 y 1541, tras el Saqueo de Roma de 1527 por las fuerzas mercenarias del Sacro Imperio Romano Germánico, que terminaron con el Renacimiento romano, poco antes del Concilio de Trento.
El trabajo fue hecho en una gran escala, y ocupa toda la pared este, situada tras el altar de la capilla. El Juicio Final es una representación de la segunda venida de Cristo y el Apocalipsis.
Las almas de la humanidad se elevan o descienden, juzgadas por Cristo. La pared en la que El Juicio Final está pintado se inclina ligeramente sobre el espectador en su parte alta, y está pensado así para que el fresco infunda temor y respeto al poder de Dios.
A diferencia de los otros frescos de la capilla, las figuras son muy musculosas y parecen algo torturadas, incluso la Virgen María, en el centro junto a Cristo, parece estar encogida.
El Juicio Final fue objeto de disputa entre el cardenal Gian Pietro Carafa y Miguel Ángel. Como representó figuras desnudas, el artista fue acusado de inmoralidad y obscenidad. Carafa y Monseñor Sernini (embajador de Mantua) organizaron una campaña de censura (conocida como la "campaña de la hoja de parra") para borrar los frescos.
Cuando el maestro de ceremonias del papa, Biagio da Cesena, dijo que era vergonzoso que en un lugar tan santo se hubieran representado todas esas figuras desnudas, y que era una decoración propia de un baño público o de una taberna, pero no de una capilla papal,
Miguel Ángel le representó en el fresco como Minos, el juez del infierno. Se dice que cuando Cesena se quejó al Papa, el pontífice respondió que su jurisdicción no incluía el infierno, por lo que el retrato se mantendría.
Los genitales del fresco fueron cubiertos más tarde por el artista Daniele da Volterra,
al que este trabajo le hizo ganarse el apodo de "Il Braghettone" ("El Pintacalzones").
La primera etapa de la decoración de la Capilla Sixtina fue la pintura de la bóveda en azul cielo, salpicado de estrellas doradas, y con bordes decorativos alrededor de los detalles arquitectónicos de las pechinas.
Esta decoración fue sustituida por la obra de Miguel Ángel. Del diseño actual, la primera parte fue la decoración de las paredes laterales, que están divididas en tres secciones.
En la sección central hay dos series de paneles que se complementan entre sí: La Vida de Moisés en la pared norte y La Vida de Cristo en la pared sur. Fueron encargadas en 1480 por Sixto IV y realizadas por Perugino, Ghirlandaio, Botticelli y Cosimo Rosselli junto a algunos de sus aprendices. .
Los tres florentinos empezaron a trabajar en la Capilla Sixtina en la primavera de 1481.
Bajo los frescos de La Vida de Moisés y La Vida de Cristo, la parte inferior de las paredes está decorada con cortinajes de oro y plata pintados en trampantojo.
Sobre los frescos de las Vidas, la parte superior está dividida en dos zonas.
En la zona inferior, entre las ventanas, hay una Galería de Papas, pintada al mismo tiempo que las Vidas.
Sobre de los arcos de las ventanas están los lunetos, donde se encuentran los Antepasados de Cristo, pintados por Miguel Ángel como parte de la decoración de la bóveda.
La decoración de la bóveda fue encargada por Julio II y realizada por Miguel Ángel entre 1508 y 1512.
En 1515, Rafael recibió el encargo de León X de diseñar una serie de diez tapices para colgar en la zona inferior de las paredes.
Los tapices representan episodios de la Vida de San Pedro y la Vida de San Pablo tal y como las describen los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles.
El trabajo comenzó a mediados de 1515.
Debido a su gran tamaño, los tapices fueron fabricados en Bruselas a lo largo de cuatro años, por los tejedores del taller de Pieter van Aelst.
Los tapices de Rafael fueron expoliados durante el Saco de Roma de 1527 y quemados por el metal precioso que contenían o distribuidos por Europa.
A finales del siglo XX se reunió una colección a partir de varias series que fueron realizadas después de la primera, y fueron usados de nuevo en la Capilla Sixtina en 1983. Los tapices continúan utilizándose ocasionalmente en ceremonias de particular importancia.
Los cartones o bocetos preparatorios para siete de los diez tapices son conocidos como Cartones de Rafael y se conservan en el Museo de Victoria y Alberto de Londres.
En este punto, toda la decoración seguía un programa iconográfico consistente. En el diseño para la bóveda ideado por Julio II, los retratos de los Papas hubieran quedado bajo los de los apóstoles, simbolizando la sucesión apostólica. Existe la teoría de que el diseño de la decoración fusionaba los dos Testamentos bíblicos, con el Antiguo profetizando el Nuevo, sintetizando de esta manera la lógica de la Biblia cristiana.
Sin embargo, esto fue alterado cuando posteriormente, Miguel Ángel recibió el encargo de decorar la pared del altar con el El Juicio Final, que realizó entre 1536 y 1541.
Pintar este mural exigió que se eliminaran dos escenas de las Vidas (que representaban La Natividad y El Hallazgo de Moisés), varios de los Papas y dos lunetos de Ancestros.
Frescos laterales Pared sur
La pared sur está decorada con los frescos de La vida de Moisés, pintados entre 1481 y 1482. Partiendo desde el altar, son:
Vuelta de Moisés a Egipto y circuncisión de Eliezer, de Pietro Perugino y ayudantes
Pruebas de Moisés, de Sandro Botticelli y ayudantes
Paso del Mar Rojo, de Cosimo Rosselli, Domenico Ghirlandaio o Biagio d'Antonio
Descenso del Sinaí, de Cosimo Roselli y ayudantes
Castigo de los rebeldes, de Sandro Boticelli
Testamento y muerte de Moisés, de Luca Signorelli y Bartolomeo della Gatta
Pared norte
La pared norte alberga los frescos de La vida de Cristo, también pintados entre 1481 y 1482 y que incluyen:
Bautismo de Cristo, de Pietro Perugino y ayudantes
Tentaciones de Cristo, de Sandro Boticelli
Vocación de los Apóstoles, de Domenico Ghirlandaio y ayudantes
Sermón de la montaña, atribuido a Cosimo Rosselli
Entrega de las llaves a San Pedro, de Pietro Perugino
Última Cena, de Cosimo Rosselli
Pared oeste
En la pared oeste hay dos frescos que sustituyen a los originales, pintados por Ghirlandaio y Luca Signorelli respectivamente, que fueron destruidos por el hundimiento del arquitrabe de la puerta en 1522:
Resurrección de Cristo, de Hendrick van den Broeck (1572), sobre el original de Ghirlandaio
Disputa sobre el cuerpo de Moisés, de Mateo Pérez de Alesio (1574), sobre el original de Luca Signorelli
LOS FRESCOS DE MIGUEL ANGEL
En 1508, Miguel Ángel recibió el encargo de Julio II de repintar el techo de la capilla. Originalmente estaba pintado como un cielo azul con estrellas doradas.
El trabajo comenzó el 10 de mayo de 1508 y se prolongó hasta el 31 de octubre de 1512.
Años más tarde, Miguel Ángel pintó también El Juicio Final sobre la pared del altar, entre 1536 y 1541, por encargo de Paulo III.
Miguel Ángel quedó intimidado por las dimensiones del encargo y dejó claro desde el principio que prefería rechazarlo. Él se consideraba escultor antes que pintor, y sospechaba que algunos de sus rivales habían aconsejado al papa que le encargase un proyecto de tan gran escala para verle fracasar.
Bóveda
Para alcanzar el techo, Miguel Ángel necesitaba un soporte que fuera fácil de desmontar para no entorpecer las celebraciones en la capilla. La primera idea fue del arquitecto del papa, Donato Bramante, que diseñó un andamio colgado del techo con cuerdas. Miguel Ángel consideró esta idea totalmente inadecuada, ya que dejaría el techo agujereado una vez terminado el trabajo, y decidió diseñar el andamio él mismo. El lugar de sujeción del andamio se aprecia en este luneto. El problema fue presentado al Papa, que autorizó a Miguel Ángel que construyera su propio andamio.
Miguel Ángel creó una plataforma de tablas de madera sujetas sobre soportes creados a partir de agujeros de las paredes, a la altura de las ventanas. Al contrario de lo que se cree, no tenía que tumbarse sobre el andamio para pintar, sino que pintaba de pie.
Miguel Ángel usó colores vivos, fácilmente visibles desde el suelo. En los lunetos situados sobre las ventanas pintó a los antepasados de Cristo.
Sobre ellos, en las pechinas, pintó en orden alternativo a los profetas y a las sibilas, con Jonás sobre el altar y Zacarías en el otro extremo.
En la parte central pintó nueve escenas del Génesis. Originalmente solo se le encargó pintar doce figuras, los Apóstoles.
Rechazó el trabajo porque él se consideraba escultor, no pintor.
El papa le dio permiso para pintar las escenas y figuras bíblicas que él eligiera como compensación. Cuando terminó el trabajo, había pintado más de 300 figuras, que mostraban la Creación, Adán y Eva en el Jardín del Edén y el Diluvio Universal.
La bóveda tiene unas dimensiones de 40 metros de largo por 13 de ancho, lo que significa que la superficie pintada por Miguel Ángel ocupa unos 460
El Juicio Final fue pintado por Miguel Ángel entre 1536 y 1541, tras el Saqueo de Roma de 1527 por las fuerzas mercenarias del Sacro Imperio Romano Germánico, que terminaron con el Renacimiento romano, poco antes del Concilio de Trento.
El trabajo fue hecho en una gran escala, y ocupa toda la pared este, situada tras el altar de la capilla. El Juicio Final es una representación de la segunda venida de Cristo y el Apocalipsis.
Las almas de la humanidad se elevan o descienden, juzgadas por Cristo. La pared en la que El Juicio Final está pintado se inclina ligeramente sobre el espectador en su parte alta, y está pensado así para que el fresco infunda temor y respeto al poder de Dios.
A diferencia de los otros frescos de la capilla, las figuras son muy musculosas y parecen algo torturadas, incluso la Virgen María, en el centro junto a Cristo, parece estar encogida.
El Juicio Final fue objeto de disputa entre el cardenal Gian Pietro Carafa y Miguel Ángel. Como representó figuras desnudas, el artista fue acusado de inmoralidad y obscenidad. Carafa y Monseñor Sernini (embajador de Mantua) organizaron una campaña de censura (conocida como la "campaña de la hoja de parra") para borrar los frescos.
Cuando el maestro de ceremonias del papa, Biagio da Cesena, dijo que era vergonzoso que en un lugar tan santo se hubieran representado todas esas figuras desnudas, y que era una decoración propia de un baño público o de una taberna, pero no de una capilla papal,
Miguel Ángel le representó en el fresco como Minos, el juez del infierno. Se dice que cuando Cesena se quejó al Papa, el pontífice respondió que su jurisdicción no incluía el infierno, por lo que el retrato se mantendría.
Los genitales del fresco fueron cubiertos más tarde por el artista Daniele da Volterra,
al que este trabajo le hizo ganarse el apodo de "Il Braghettone" ("El Pintacalzones").
AÑO JUBILAR A EL ROCIO
El Papa Benedicto XVI ha concedido a la aldea de El Rocío (Huelva) la celebración de un año jubilar, que comenzará el próximo 15 de agosto de 2012 y terminará el 7 de septiembre de 2013.
Así lo ha comunicado hoy la Hermandad Matriz de Almonte, que se ha congratulado de la concesión, a la espera de concretar qué actos tendrán lugar durante los doce meses "en los que la aldea almonteña será el centro de la religión católica en España".
El año jubilar o año santo es un tiempo en que la Iglesia Católica concede singulares gracias espirituales a los fieles, y hasta ahora, en España, se han celebrado en Santiago de Compostela (A Coruña), Liébana (Cantabria), Utrera (Sevilla), Santo Domingo de la Calzada (La Rioja) o Canjáyar (Almería).
De entre los lugares del mundo que han celebrado algún jubileo alguna vez, únicamente existen seis a las que la Iglesia Católica les ha concedido la autorización para celebrarlo regularmente, lo que se conoce como "Jubileo in perpetuum". Estos lugares son:
Jerusalén.
Roma.
Santiago de Compostela (si el 25 de julio cae en domingo).
Santo Toribio de Liébana
Caravaca de la Cruz (Murcia) (cada 7 años)
y Urda (Toledo) (si el 29 de septiembre cae en domingo).
http://www.hermandadmatrizrocio.org/index.php?sec=EL%20ROCIO&subsec=A%C3%B1o%20Jubilar%20Mariano
jueves, 24 de mayo de 2012
TRIANA SE VA AL ROCIO
ALCALÁ LA REAL AL ROCIO
http://www.rocio.com/index.php?contenido=3815
HERMANDADES DE SEVILLA
http://www.galeon.com/juliodominguez/2012b/rayat.html
domingo, 13 de mayo de 2012
SOR LUCÍA Y LA VIRGEN DE FÁTIMA
LAS APARICIONES DE FÁTIMAS
Trece años después, tras una riguroso examen, la Iglesia Católica reconoció las Apariciones de Fátima como auténticas, fue en octubre de 1930, con esta declaración del Obispo de Leiría:
"Nosotros estimamos bien:
1º) Declarar dignas de crédito las visione de los pastorcito de la Cova de Iría, en la parroquia de Fátima de está Diócesis, los días 13 de los meses desde mayo a octubre de 1917.
2º) Darle permiso oficial al culto de Nuestra Señora de Fátima.
SOR LUCÍA
En 1921, con 14 años, Lucía fue enviada al convento de la Hernanas Doroteas de Villar en Oporto, por decisión del Obispo de Leiria. después fue enviada a Tuy, Pontevedra.
En 1925 volvió a recibir la visita de la Santísima Virgen esta vez acompañada de su Hijo.
La Aparición tenia una finalidad: pedir la consagración de Rusia al Inmaculado Corazón y la comunión reparadora en los primeros Sábados de mes
En 15 de febrero de 1926 fue el Niño Jesús quien se le apareció para saber sí había difundido la devoción a su Santísima Madre.
En 1928 se convirtió en religiosa recibiendo un año después la visita de la Virgen María para pedir la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón.
Pero hasta diciembre de 1940 Lucía no recibió permiso para escribir al Santo Padre Pio XII pidiéndole esta consagración.
El 31 de agosto de 1941 redactó una carta dirigida al Obispo de Leiria narrando dos de los tres secretos.
1º) Una visión de la realidad del infierno.
2º) Como salvar a las almas del infierno y reconvertir el mundo a la cristiandad.
Había que propagar por todo el mundo la Devoción al Corazón Inmaculado de María.
El tercer secreto lo escribió, 3 de enero de 1944, por orden del Obispo y de la Santísima Virgen. El sobre lacrado fue enviado al Obispo y posteriormente enviado al Vaticano.
En 1946 ingresó en el Convento Carmelita de Coimbra.
Sor Lucía volvió en varias ocasiones a Fátima. Vivió en Convento de Coimbra durante 46 años entregando su alma a Dios el 13 de febrero de 2005 con 97 años.
Fue enterrada por deseo de ella durante un año en el Convento, pasado el año sus restos mortales fueron llevados al Santuario de Fátima donde reposa junto a sus primos.